Como sé que te gusta el arroz con leche…

Creo que está bastante claro que nosotros, ‑lo digo en plural mayestático, como habla el Rey y las personas importantes‑ no estamos de acuerdo con todo lo que hacen o dicen nuestros gobernantes o gobernantas. Esta postura nos mantiene vivo el espíritu crítico y la disconformidad de los años de juventud a los que con pasión nos aferramos. Por otra parte, como quienes nos conocen saben de sobra que somos dados a la burla inofensiva, disculpan y aceptan sin más nuestros comentarios. Como debe ser.

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Volver a examinarse

Eso es lo que me va a pasar en los próximos años: me tendré que volver a examinar del carnet de conducir, porque suelo incumplir bastantes normas de tráfico. Por ejemplo:

  • No soy capaz de ir a 120 km por hora en las autovías (voy más deprisa); y en las carreteras normales no me gusta ir tan despacio: eso de 90 ó 100 km por hora suena a velocidad anticuada, como cuando yo empezaba a recorrer las carreteras españolas en un Seat 600 (al que, por su color, lo llamábamos Margarito). Con él íbamos a 80 km/h en las rectas. Ya ha llovido desde entonces: las carreteras son mucho más seguras y los vehículos permiten mayor velocidad.

 

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Gimnasia «versus» Educación Física

Dicen que los griegos en sus conquistas, allá donde iban, lo primero que edificaban era el estadio y el teatro. Muchos de nosotros tuvimos la suerte, ahora lo valoro, de recibir una enseñanza humanística. No nos faltaron ni las actividades deportivas, ni las representaciones teatrales, además de la música y literatura, etc. Expongo un cuadro comparativo de la actividad física que por los años sesenta hacíamos y cómo es en la actualidad. Por supuesto, se puede completar.

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Historias de Barbate DC

Allá a mediado de los años 50, vivía yo en Barbate, a donde había sido destinado mi padre. En aquella época, la ciudad ostentaba junto a su nombre la coletilla oficial de “de Franco”. Forma de denotar la admiración y agradecimiento que la clase política manifestaba hacia su “Caudillo” y bienhechor.
Recuerdo un pueblo lleno de moscas, que se multiplicaban desmesuradamente gracias, entre otras razones, al alimento sin límites, proporcionado por la descomposición de los desperdicios del atún; que se dejaban pudrir al sol en los guanos[1] para convertirlos en abono para los cultivos. Todas las casas, humildes o solariegas, lucían en sus puertas y ventanas unas cortinas hechas con redes sobrantes de pesca, tupidas por el pliegue sobre sí mismas, a fin de, si no impedir, al menos dificultar la entrada de tan molestos bichitos. Los chiquillos hacían unos artilugios con dos tablas de madera, que se batían sobre un eje al halar[2] de una guita[3], aplastando en un asqueroso abrazo multicolor a cuantos dípteros osaban posarse en su superficie, atraídos por el reclamo de un poco de azúcar utilizado como cebo. Era la escenificación en versión libre y repugnante de la famosa poesía: A un panal de rica miel… Qué gozada, las imágenes pictóricas que aparecían en la superficie caldeada por los rayos del sol estival; ni play station, ni game boy, ni ordenador, ni messenger, ni El Señor de los Anillos podrían competir con el placer que producían aquellas experiencias inolvidables.

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Carta a Miguel de Cervantes Saavedra

En este aniversario del Quijote, muchas cosas querríamos decirle a don Miguel. Con imaginación y algunos datos históricos, seguro que todos podríamos hacer un articulillo. Este es el mío. Lo único cierto de todo lo contado es la visita de don Miguel a mi pueblo y la construcción de un retablo por Sebastián de Solís. El resto es pura fábula.

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La mujer

Hemos celebrado el día de la Constitución, el día de la Paz, el día del árbol y, tal vez se nos haya pasado por alto el Día de la Mujer Trabajadora.
El nombre del día no puede ser más acertado porque no hay ninguna mujer que no trabaje bastante más que cualquier hombre, tanto en la casa como en la calle o en cualquier otro ámbito que nos pongamos a considerar.

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Y más…

Dice aquí el cofrade José María que el ritmo diacrónico de la evolución lingüística es generacional; sin embargo algunos tuvimos que darle al sincronismo para enmascarar una forma de hablar y evolucionar a otros patrones menos viciosos, pero alejados de la tradición localista de nuestra procedencia. ¿Acaso un freno a la evolución del habla?. La norma, el patrón, eran obtenidos de los mayores. Ahora, así al menos lo percibo, los medios de comunicación contribuyen a la globalización del habla, permitiendo conocer las ricas variedades localistas, generalizando la dicción y sustituyendo los antiguos patrones por los de locutores, presentadores y demás caterva mediática. Con lo que al final es así como dice José M.ª, evolución generacional…

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Hay más

«Fue entonces cuando Cipriano Algor dijo, No te preocupes, llegaremos a tiempo, No estoy preocupado, respondió el yerno, disimulando mal la inquietud, Ya lo sé, era una manera de hablar, dijo Cipriano Algor. Giró la furgoneta hacia una vía paralela destinada a la circulación local, Vamos a atajar camino por aquí, dijo, si la policía nos pregunta por qué dejamos la carretera, acuérdate de lo que hemos convenido, tenemos un asunto que resolver en una de estas fábricas antes de llegar a la ciudad».
José Saramago, La Caverna, p. 14.

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Guadales y castrueras

«El olor peculiar de los bosques recién derribados y el de las piñuelas en sazón, la greguería de los loros en los guadales y guayabales vecinos; el tañido lejano del cuerno de algún pastor, repetido por los montes; las castrueras de los esclavos que volvían espaciosamente de las labores con las herramientas al hombro; los arreboles vistos a través de cañaverales movedizos; todo me recordaba las tardes en que abusando mis hermanas, María y yo de alguna licencia de mi madre, obtenida a fuerza de tenacidad, nos solazábamos recogiendo guayabas de nuestros árboles predilectos, sacando “nidos” de piñuelas, muchas veces con grave lesión de brazos y manos, y espiando nidos de pericos en las cercas de los corrales».
Jorge Isaacs, María, cap. V.

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La metafísica de las albercas

Con profundo respeto no exento de admiración, observo cómo van naciendo colaboraciones en apartados tan diversos como personas componemos la familia aasafa. Desde la música, la enseñanza, la agroalimentación o la poesía, hasta temas de investigación… que al fin todo es vida. ¡Qué diversificación de autores, contenidos y estilos! Pues mira, me pongo a pensar y no sé sobre qué tema escribir. ¿Otra de Educación? ¿La pedagogía actual comparada con la de Comenio? ¿Hasta dónde están vigentes las teorías de Ivan Ilich?

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