Gimnasia «versus» Educación Física

Dicen que los griegos en sus conquistas, allá donde iban, lo primero que edificaban era el estadio y el teatro. Muchos de nosotros tuvimos la suerte, ahora lo valoro, de recibir una enseñanza humanística. No nos faltaron ni las actividades deportivas, ni las representaciones teatrales, además de la música y literatura, etc. Expongo un cuadro comparativo de la actividad física que por los años sesenta hacíamos y cómo es en la actualidad. Por supuesto, se puede completar.

ANTES… 1960/70
AHORA… 2005
Se le llamaba gimnasia.
Educación Física.
La dirigían profesores “todo terreno”.
La realizan especialistas.
En invierno y al aire libre, lucíamos camisetas de felpa y manga larga.
Hoy se practica con “sudaderas” de marca.
Cualquier calzado: zapatillas “Paredes”, zapatos “gorilas”, botas de cuero…
Hoy se calza Reebok, Adidas, Nike, entre otras marcas.
Con pantalón corto, al aire libre en las estepas ubetenses. Luciendo “sabañones” coloreados.
Con “bermudas”, chándals, en pabellones y gimnasios.
Al fútbol con balones de cuero “recosidos” y con “correílla” (causantes de promontorios craneanos).
Hoy se usan balones suaves y ligeros.
Jugábamos a baloncesto en campo de tierra y con balones supergrandes y de goma.
Se juega en “parquets” y con balones USA.
Gimnasia paramilitar: “cubrirse”, “alinearse”, “derecha.-izquierda”; principios de la llamada gimnasia sueca.
La Educación Física es una ciencia con nivel universitario.
En el salto de altura caíamos en fosos de arena.
Las caídas se amortiguan en mullidas colchonetas.
Nos atrevíamos al salto con pértigas fabricadas de bambú y rígidas.
Se realiza con pértigas flexibles de fibra de carbono.
Organizábamos olimpiadas y campeonatos que incluían atletismo, voleibol, baloncesto y fútbol. La suma de los resultados en cada uno, daba la clasificación final.
Hacer que los jóvenes se comprometan en clubes organizados y practiquen actividades deportivas por las tardes, es laborioso y difícil en muchos casos.
Hacíamos acrobacias en la barra fija y anillas del P. Marín. No sé de dónde sacábamos las energías…
Sofisticados gimnasios con máquinas para casi todos los músculos proliferan por nuestros pueblos.
Nos confeccionábamos pesas con latas rellenas de cemento y ¡arriba!
A eso se le llama hoy “creatividad”.
Los ejercicios de flexibilidad eran un fin en sí mismos.
El “streching” o estiramientos ocupan el calentamiento o la parte final de una sesión de ejercicio físico.
Jugábamos fuertes partidos de fútbol, inmediatamente después de comer (es un decir…).
Es aconsejable hacer deporte, al menos dos horas después del almuerzo.
Limpiábamos, cavábamos, allanábamos nuestros campos de deportes.
Hoy hasta existe el césped artificial.
Cantábamos “Lili Marlén”, “Ardor guerrero”, “El chico más chico va a empezar”, “Se ha casado la Paqui con el mollo, mollo, mollo”.
La tercera, la tercera división, la primera… mientras desfilábamos.
Rellénese a voluntad.
Era una asignatura “maría”.
No acaba de dignificarse socialmente. No se la considera por sus fines fundamentales y sus inestimables beneficios educativos.
 
Así recuerdo los deportes al aire libre sin extenderme en profundidad en sus diferentes aspectos aquí señalados. No creo que fuésemos ni mejores ni peores que nuestros hijos, hijas o nietos. Sí creo que tuvimos las oportunidades suficientes para inculcarnos inquietudes de búsqueda en diferentes campos del conocimiento humano.
Otro día hablaremos de los juegos de salón: ping-pong, brisca, ajedrez, damas, “troncho” (aquel del tablero y las fichas blancas y negras), que llenaron horas y horas de asueto en los días fríos y lluviosos de la loma ubetense.

Pedro M.ª Ramos López.
Noviembre de 2005.
Desde Andújar…

Editado el 22-11-05.
Lecturas: 58.

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