Carta a Miguel de Cervantes Saavedra

En este aniversario del Quijote, muchas cosas querríamos decirle a don Miguel. Con imaginación y algunos datos históricos, seguro que todos podríamos hacer un articulillo. Este es el mío. Lo único cierto de todo lo contado es la visita de don Miguel a mi pueblo y la construcción de un retablo por Sebastián de Solís. El resto es pura fábula.

Sr. Don Miguel de Cervantes Saavedra
Madrid
A mis manos ha llegado, señor don Miguel, un muy grande libro escrito por vuesa merced intitulado El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha. Y ahora, llegado ya al final de su lectura, no puedo por menos que enviarle esta carta para confesarle que lo que al principio parecían cosas de risa y ocurrencias se fue tornando severidad, de tal manera que ahora sé muy bien que su interés no ha sido escribir un libro para el regocijo, sino para el pensamiento.
Hace ya para siete años que vuesa merced visitó esta aldea de Villanueva de Andúxar buscando grano por encargo del Rey nuestro señor (Q.D.G.) y recuerdo, vivamente, que al contemplar el retablo[1] que don Sebastián de Solís acababa de fabricar en la iglesia prioral[2] de este lugar, me reveló que los escultores hacen los retablos altos para que los hombres, al querer contemplarlos, miren hacia arriba; porque la principal diferencia que estableció Dios entre el hombre y las bestias es que mientras aquel está erguido, éstas, en cambio, están echadas sobre el suelo, y ello es tan ansí que el hombre, cuando mira a lo bajo se asemeja a los animales y envilece; pero si lo hace a lo alto se ennoblece, y es por ello que de todo aquel que pone su cuidado en empresas nobles se dice que tiene alteza de miras.
Muchos días, y hasta algunos meses pasé yo ocupado con aquellos pensamientos suyos sin entender nada de lo que había oído, que más parecía haberlos escuchado en aljamía que en la lengua que en España mayormente se habla; pero ahora, al leer su libro, bien que he comprendido su pensamiento, porque ese libro que vuesa merced ha escrito, más que instrumento para el entretenimiento, parece báculo con el que evitar caer a bajeza alguna y, en manteniéndose ansí, siempre enhiesto, poder llegar al estado de nobleza, que no es otro que el de virtud.
No parece menester decir que mucho me holgaría en recibirle en esta mi casa que puede considerar como suya y, entretenidos con una buena fuente de choto al gusto de Villanueva y una jarra de Valdepeñas, poder discutir destas y otras cuestiones y, en subiendo después a la azotea, podríamos dende allí contemplar la iglesia deste lugar, magno edificio que vuesa merced, al divisarla por primera vez y tan a la orilla del Guadalquivir dijo que, más que fábrica para Dios, parecía el fósil de un gran pez varado, de cuando la mar Mediterránea se redujo a río.
Deste lugar de Villanueva de Andúxar, a veinte de abril de 1605.
Vuestro amigo, Juan Acuña del Adarve, maestro de gramática deste lugar.
Editado el 02-05-05.
Lecturas: 43.

 


 

[1] Fig. 81 del libro Protagonistas de un mundo rural.
Espléndido retablo de 14 metros de alto y 7 de ancho, tallado por Sebastián de Solís, y que contempló don Miguel de Cervantes en su visita a Villanueva de Andúxar en 1598. Fue destruido en la Guerra Civil, y de él sólo se conserva esta fotografía.
[2] Fig. 51 del libro Protagonistas de un mundo rural.
Iglesia prioral de Villanueva de la Reina a la orilla del Guadalquivir, recién construida cuando don Miguel de Cervantes estuvo en el pueblo en 1598.

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