Comentarios 4

09-06-05.
José María Berzosa Sánchez.
Aviso: He metido la pata con el sistema de editar vuestras participaciones en orden inverso. Al llegar a una determinada capacidad máxima, el operador anula los comentarios más antiguos (los ubicados al final de la página) y da entrada a los recientes. Lo peor es que no había ido guardando los contenidos. Pensaba hacerlo al llegar a su tope, como lo hice con los Comentarios 1 y 2. He avisado a nuestros técnicos y me han dicho que van a intentar recuperar Comentarios 3, para que quede constancia de vuestras aportaciones. Mientras tanto, inicio con este aviso Comentarios 4.
 

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Comentarios 2

04-04-05.
Francisco Fernández Martínez.
José María, ve preparando el café. El que aparece en el artículo sobre Tamargo de Dionisio es, efectivamante, el padre Marín. Que es, ni más ni menos, quien aparece en la foto que incluyes en este Rincón.
Ballesta, el próximo día 21 es posible que me acerque a Sevilla por asuntos jurídicos (concretamente al Tribunal de lo Contencioso-Administrativo). Si voy con mi coche, me pondré en contacto contigo para que me digas y orientes sobre dónde podemos encontrarnos. Tomaremos «m’anque sea» un café. Si vamos en grupo, será más difícil que nos veamos, a no ser que tú te acercaras a la sede del tribunal y tomáramos lo que fuera por los alrededores. Te lo confirmaré.
¿Sabéis si los años que se han trabajado en la privada (cotizando a la Seguridad Social) se contabilizan para poder acogerse a la jubilación anticipada? Tengo entendido que, como mínimo es necesario tener 30 años de servicio en la administración educativa para poderse acoger a la jubilación anticipada.

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Comentarios 1

Hoy, día 22 de febrero de 2005, inauguramos esta página, idea de nuestro Pepe del Moral, que me ha enviado el siguiente mensaje:
"Me parece que no somos capaces de arrastrar a participar en la página más que a unos pocos. Quizá fuese conveniente introducir algunas secciones de marujeo que invitasen a la gente a participar. Por ejemplo, si creamos una sección ¿La esquina del café? en la cual pinchamos noticias como el comentario de una película en plan grupos de amigos en el bar, de una canción o un disco, de un vino extraordinario en una oferta del PRYCA, de un libro que hemos leido y nos ha gustado… quizá los demás puedan perder el miedo y participar con comentarios breves que se presten al intercambio de mensajes. Así, de esa manera, quizá podamos crear ‘virtualmente’ ese rincón del café al que nos acerquemos todos cada tarde.
Un abrazo".
A lo que yo le he respondido lo siguiente:
"Ya está creada la sección RINCÓN DEL CAFÉ. He copiado tu descripción. A ver si la gente se anima.
Un abrazo".

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Factores de calidad de la orientación e intervención psicopedagógicas

INTRODUCCIÓN
El último cuarto de siglo encierra una historia interesante y, en parte, desconcertante del desarrollo institucional de la función orientadora e intervención psicopedagógica en España. Durante las dos décadas de vigencia de la Ley General de Educación (1970‑1990), la transformación política y administrativa del Estado propició una implantación progresiva de dicha función que en nada se ha parecido a la inicialmente diseñada cuando la Orden de 30 de abril de 1977 creaba los Servicios Provinciales de Orientación Escolar y Vocacional (SOEV). En la década de los noventa, y bajo los auspicios de la LOGSE, la profundización de la configuración autonómica de España ha facilitado dar nuevos retoques y apariciones de modelos administrativos diferenciados ‑generalmente en lo menor‑ dentro de la enseñanza pública. En los momentos actuales, y como consecuencia de un nuevo marco normativo (Ley de Calidad de la Educación), se reabre la reflexión acerca del “lugar” de los diferentes profesionales de la orientación en el nuevo escenario educativo.

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La calidad en la enseñanza universitaria

Dpto. MIDE
Universidad de Barcelona

 

El autor nos ofrece una visión panorámica de la calidad de la enseñanza universitaria a través de este artículo. Sus aportaciones están encaminadas al logro de una educación superior eficaz y eficiente tanto para los alumnos, los docentes y los recursos que se emplean para su consecución. De ahí la incorporación de la denominada «evaluación institucional» de tan actualidad y vigencia en estos últimos tiempos.
Se aboga por una educación basada en la igualdad de oportunidades para todos en pro de la calidad universitaria entendida como aptitud para el logro de los objetivos planteados, adecuación al mundo del mercado laboral, innovación organizativa, satisfacción del usuario, etc.
En definitiva, se trata de buscar el cambio y las modificaciones necesarias tomando como referente la calidad, aunque suponga un valor añadido a todo lo demás.

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Cuando ya solo cuenta el amor

Certezas tuve de estar apurando… Apurar lo bueno, lo hermoso, siempre duele. Echar el punto final a un idilio feliz, rematar un crucero que nos hizo con mares, ciudades y amistades de ensueño, lastima. Y más hieren aún los últimos días del gran viaje.
Conciencia había yo de estar apurando la última copa. Que ya ni en primavera di una tarde al campo. No husmeaba ya librerías; ni siquiera a rastras iba a la iglesia… Departir, disertar, bromear con amigos y contertulios, como siempre, me encantaba; pero me rendía. Nada ya de lo que tanta satisfacción me diera –admirar, seducir‑ me salía bien. No podía refugiarme en artesanales aficiones porque, además, ojos y manos no me respondían. Todo me dejaba exhausto. Cuatro años llevo capeando mi mal sin creerme del todo que todo va en serio. A veces ¡qué amargas las heces de la vida, cuando la vida fue animada y placentera! Aceptado Séneca, –lex est, no poena perire (‘es una ley morir, no una condena’)-, cómo cuesta plegarse a ese destino. Pero en tanto me llegase, no podía darme a plañir. En el taller de los artesanos retirados siempre quedan muelles, resortes, obras inacabadas. Poca cosa hallé yo en el mío. Lo más aprovechable… Yo que me atormento pensando que en mi profesión hubo más de aventura y refugio que de entrega ardorosa, algo servible encontré. Al menos para justificar mi aguante en la desconsideración de mi quehacer, enarbolaba el amor a la profesión. Y con una pajuela en la mano sorteaba caminos a ninguna parte, y trasponía burdas dificultades, altas como catedrales. Y gracias a un rebojillo de cercanía, algo parecido al amor, daba con el sendero para llegar al corazón de mis muchachos.

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Si yo tuviera un coche

Si yo tuviera coche y lo pusiera rumbo a Santander, seguro estoy de que me amanecía en Úbeda.
Como ya, ni coche ni piernas para el autoestop, me sirvo de la imaginación… Y la imaginación, ya se sabe, loca, vuela y revuela. Y como las golondrinas, termina anclándose en el viejo nido de sus recuerdos.
(Perdido este papel, se quedó varado como tantos otros de tema e historias ubetenses. Data de noviembre de 2001).
Fue mi ángel del camino. Y gracias a él y encantado con él y con su esposa, llegué entero a Úbeda. Stephan buscaba el comedor de profesores. Y le hacía ilusión abrazarse con Jaime, Agustín… Y soñaba con encontrar los patios delirantes de actividades deportivas. Stephan esperaba un ejército… Yo me sentí confortado con los noventa o cien concurrentes. Asistencias inesperadas me desbordaron alegrías y afectos, retenidos cuarenta y más años. Ausencias hubo sensibles. Que fueron como un nublo en aquel esplendoroso encuentro.

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Colegas

Variopinto y nutrido fue el hato con el que yo compartí oficio y condumio. Poco tiempo con Isaac, como interno. Por años, saberes y resabios, don Isaac era el decano. Como un arcón era que archivase la historia viva de la Safa. Años y años capeó sus temporales. Desgarros y costurones le endurecieron. Listo y polifacético, no creo que se dejase invadir de bilis. Hombre fue de gran aguante. Nunca supe si sus muchachos le temían, le respetaban o le querían.
Inquieto, azogado y ‑como su tupé‑, rebelde, don Doroteo rajaba sin respiro. Espontáneo, primario y cordial, se hacía estimar.

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Seis años de Safa

Me instan a escribir una galeria de retratos de colegas y alumnos de la Safa. Más que la avidez de mi estilo, les mueve distraerme la vaciedad de un tiempo despeñado ya. Gracias.
Dionisio, en su santoral, exprime ágil la vida y milagros de significados colegas.
Angélico fuere yo. E ignorando que los mortales en vez de alas tenemos pinreles, diestro anduviera en el manejo de la loa y el ditirambo.
Por otra parte, cincuenta años por medio, y tantas nieblas, se me hace duro tensar la memoria.

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