La mujer

Hemos celebrado el día de la Constitución, el día de la Paz, el día del árbol y, tal vez se nos haya pasado por alto el Día de la Mujer Trabajadora.
El nombre del día no puede ser más acertado porque no hay ninguna mujer que no trabaje bastante más que cualquier hombre, tanto en la casa como en la calle o en cualquier otro ámbito que nos pongamos a considerar.

Parece mentira que en los comienzos del siglo XXI, la mujer siga teniendo los mismos o más problemas que a mediados del XX. Los hombres aún no reconocemos o no queremos reconocer el principio de igualdad absoluta entre ellas y nosotros. Empezamos ya desde niños a afirmar nuestra superioridad y ese sentimiento no nos abandona ya jamás a lo largo de nuestra vida, hasta tal punto que consideramos a la mujer algo nuestro, como un objeto más, como algo con lo que puedes hacer lo que quieras.
Decía al principio que la mujer, generalmente, trabaja más que cualquier hombre. Si es ama de casa, tiene veinticuatro horas de jornada laboral. Limpia, friega, cocina, cuida a los niños y al marido… Y además, no recibe un solo euro de sueldo. Y si trabaja en la calle, tiene que llevar dos trabajos: el de la calle y de la casa, porque muy pocos maridos o parejas ayudan, y los que lo hacen, colaboran muy poco
Para optar a cualquier puesto de trabajo, la mujer tiene que acreditar una preparación muy superior a la de un hombre. En igualdad de condiciones, el trabajo será para el hombre.
Hay una serie de preguntas relacionadas con el tema a las que nadie se atreve a dar respuesta: ¿Por qué en el mismo trabajo una mujer gana de un veinte a un treinta por ciento menos que un hombre? ¿Por qué el paro femenino es doble que el masculino? ¿Por qué sólo hay una mujer magistrada del Tribunal Supremo? ¿Por qué sólo hay una mujer presidenta de una Comunidad Autónoma? ¿Por qué sólo el quince por ciento de los diputados son mujeres? ¿Por qué, por qué…?
¿Y cuándo a van comprender los descerebrados que torturan y asesinan a sus parejas que la mujer no es un objeto de posesión? ¿Cuándo van a entender que sólo el respeto mutuo y el diálogo son las bases de una convivencia civilizada? ¿Cuándo vamos a dejar de tener una lista negra de mujeres maltratadas y asesinadas?
Como dice Pilar en una de sus respuestas a la entrevista, el día que no tengamos que celebrar una jornada especial sobre la mujer, podremos decir que la igualdad de sexo es algo normal y plenamente aceptado por todos.
20-03-04.
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