El niño que tanto amaba a la naturaleza y la vida…

Esto era una vez…

Un niño fuerte y bien parecido que siempre andaba saltando y jugando, confundiendo, frecuentemente, juego con pelea y choque personal; como los torillos bravos, cuando retozan en la pradera para hacerse poderosos, curtiéndose en el enfrentamiento físico directo.

Su madre, que tanto le quería, sufría mucho por sus continuos y variados accidentes; pues hasta hubo un tiempo en el que fue preciso ir a urgencias más a menudo de lo deseado… Según afirmaba su abuela paterna, era igualito que su padre, cuando tenía su edad…

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Espectáculo teatral a beneficio de la Real Archicofradía de la Patrona

Presentado por Manuel Almagro Chinchilla.

El titulo del presente artículo es, por sí mismo, un compendio del problema que suponía la liquidez económica por la que atravesaba la cofradía de la Virgen de Guadalupe. A la sazón era su presidente, o hermano mayor, Manuel Moreno Méndez, destacado industrial ubetense. Según los apuntes obtenidos del libro Úbeda, hombres y nombres, del propio Ramón Quesada, Moreno Méndez fue un gran benefactor de la patrona de Úbeda. Bajo su mandato, se reconstruyó el santuario que amenazaba inminente ruina; se aumentó la cifra de socios, pasando de trescientos a dos mil; se fundaron las secciones de la Real Archicofradía de Madrid, Sevilla y Barcelona, y se otorgó al Rey Juan Carlos I la distinción de presidente de honor. En definitiva, imprimió una dinámica nueva que restableció la devoción y el viejo esplendor que siempre tuvo la patrona de Úbeda.

En el presente artículo se hace una convocatoria y se esbozan las bases para una serie de festivales benéficos que fueron instaurados.

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“Barcos de papel” – Capítulo 04 b

2.- La pensión de Catalina

A la mitad de la calle Olzinellas, entre la plaza de Sans y la iglesia de san Medin, en la tercera planta de la pensión Habana, tenía su hogar mi amigo Emilio Soto Alba. Allí vivía desde que, injustamente, lo expulsaron del colegio, en una habitación interior de unos escasos ocho metros cuadrados. Se había convertido en un joven saleroso y bien plantado, pero con la misma pinta de caradura que había tenido siempre: ojos brillantes y expresivos, boca alegre y desvergonzada, risa irónica y burlona, y una expresión aguda e ingeniosa. Tenía el pelo largo, negro y brillante, como de seda; pero lo más llamativo era su divertido desparpajo de vendedor de chiringuito playero.

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Atletas

¿Se han fijado ustedes en una fauna muy concreta que estos mesecillos abunda por las costas, por las playas, paseos marítimos, carriles peatonales o demás vías adecuadas…? Sí, esa que a las primeras horas ya se encuentra invadiendo esas zonas, pero que perdura durante todo el día, para tener otra punta de presencia hacia el anochecer. Me refiero a quienes practican alguna forma de ejercicio, tipo carrera de fondo, carrera cronometrada o controlada por pulsaciones, pasos o calorías, marcha rápida o simple caminar con cierto acelero.

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43. Pequeños detalles

Nuestros vigilantes (en la cárcel) eran sujetos vulgares, puestos por sindicatos y partidos políticos, que tenían animadversión a toda práctica piadosa y perseguían cualquier ejercicio religioso; siendo ellos (paradójicamente) los más vigilados… Por eso, era necesario tener mucha cautela y vigilancia. Así, el santo rosario empezó rezándose en común en todos los dormitorios pero, por amenazas e imposiciones de los vigilantillos de turno, tuvo que realizarse individualmente; hasta que más adelante, con nuestra propia contra vigilancia, volvió a hacerse como al principio… La confesión era más fácil: se podía hacer en las celdas habilitadas para ello, en dormitorios, departamentos o galerías e incluso paseando por los patios como si fuese una sencilla conversación.

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La entrada de Jesús en Jerusalén, pórtico de la Semana Santa ubetense

Presentado por Manuel Almagro Chinchilla.

Ramón Quesada nos habla de la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, con la que se inicia la Semana Santa ubetense. En realidad, es popularmente conocida como el “Santo Borriquillo”. Sale de la iglesia de la Trinidad y, aunque no lo menciona Ramón, era en aquellos años la más admirada y esperada por la chiquillería, siempre ávida de acontecimientos nuevos y, más o menos, espectaculares: una monumental traca ensordecedora en las puerta de la iglesia, con todo el rellano de la pequeña plaza abarrotado de gente y que difícilmente, a codazos, lograbas cobijarte de las cañas que caían de los cohetes, en los portalillos de Biedma. Esta era la parte más llamativa y bullanguera de la primera procesión del Domingo de Ramos, día en el que “si no estrenabas nada se te caían las manos”.

Al resto, se refiere Ramón con su magistral maestría de estilo literario.

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“Barcos de papel” – Capítulo 04 a

1.- Bailes, teatros y cabarés.

Dos días antes de ponerme en camino, “El Colilla” me llamó por teléfono y me dijo que no cogiera un taxi, cuando llegara, si no quería pasarme la tarde haciendo turismo por la ciudad. No lo entendí, aunque me insistió mucho.

—Frente a la estación de Francia verás una parada de tranvías; coge el 57 y dile al cobrador que te avise cuando lleguéis a Sans. Una vez allí, pregunta por la pensión Habana en la calle Olzinellas. Es muy fácil. Todo el mundo la conoce.

—No se queden en la puerta —repetía el cobrador cada vez que subían nuevos pasajeros—. Pasen al fondo, que en el fondo hay sitio.

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La rendición de Breda

(Velázquez: Obras de madurez, 2)

INTRODUCCIÓN: Es comúnmente conocido que Velázquez hizo su primer viaje a Italia en compañía del marqués de Spínola, con quien, al parecer, trabó amistad durante la travesía marítima, hasta llegar al puerto de Génova. No es inverosímil que el pintor escuchara de labios del general la descripción del sitio de Breda. Y, aparte de tomar apuntes y notas, como opinan muchos historiadores, retendría mentalmente el ambiente físico del escenario de la batalla y, sobre todo, recogería las características psíquicas en que se desarrolló la entrega de las llaves de la ciudad.

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Diario de un aficionado cinéfilo, 17

Es noche fresca (que no blanca…) en este primer jueves decembrino que promete solaz divertimento. Y me ocurre como a Natalia, la protagonista de la película Noches blancas, programada para ese día por los chicos del cineclub El Ambigú: que se me ofrecen, a la vez, dos fuertes y urgentes amores (el cine y la música), en el Hospital de Santiago. Como ambos coinciden, y el primero podré disfrutarlo más tarde, opto por el segundo, que es irrepetible: el concierto extraordinario de la Orquesta de Córdoba y el Coro Zyriab, con un atrayente programa.

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Ha muerto Juan Vico Hidalgo, sacerdote y poeta

Presentado por Manuel Almagro Chinchilla.

A Ramón Quesada siempre le fascinó la poesía, un arte que no llegó a cultivar, pero del que guarda relevantes muestras. En este artículo, con motivo de la muerte del eminente presbítero Juan Vico, resalta la obra del finado y no escatima elogios a su estilo. En un artículo anterior ya se refería a él con motivo de haberle sido concedido el premio de “personaje del año”, sin saber que dos años más tarde le sorprendería la muerte.

Ahora profundiza en su vida y en su obra, con la gran sensibilidad del personaje a quien admira: «…el alma del poeta, más allá de los infinitos horizontes, donde plañen las estrellas y aplauden los luceros, en Úbeda, la que más amó…».

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