Solapa
Nacer es una cosa grande, os lo aseguro. Dejar las mantillas sutiles de la nada y empezar a ser algo, cualquier cosa, siempre agrada. Yo estoy encantado de haber nacido. De sobra sé que me falta mucha tinta para entrar en las quintas de prensa. También preveo todos los estropicios que han de hacer sobre mi piel estos pequeños redactores. Pero este no jure acobarda, me encanta. ¡Afilar la pluma y el ingenio de mis estudiantes…! Ser bandeja de sus ideas, de sus ilusiones y de sus protestas. Y enseñarles a seleccionar en las minas del idioma las palabras. Y ayudarles a medir su valor y su alcance vital. Llevar a los hombres un suspiro de juventud!