Número 2. Diciembre de 1960

TANTEOS
Noche de reyes
Es noche, noche de Reyes,
noche sin luna ni estrellas.
En las testas infantiles
hierven hermosas quimeras.
Los bucles del niño caen
por callejones y aceras.
Los niños sueñan con Magos
y caballos de madera,
con camellos del Oriente,
con desiertos y palmeras:
coches, muñecos, juguetes
junto al balcón ¡cómo esperan!
No sé qué tiene esta noche
mustia, callada, serena;
la noche, noche de Reyes,
noche sin luna ni estrellas…
Rafael Blanco Peñalver.
4.º Curso.

EDITORIAL
tanteos es pequeño, pero agradecido; que la gratitud es hidalguía. Lo primero para su segunda salida, ¡gracias a todos los lectores! A los que le han aplaudido, porque le animan a seguir viviendo. A los que le han criticado, porque, descubriéndole sus fallos, le ayudan a corregirse… ¿Mis impresiones al nacer? De conjunto, agradables. Creo que muchos se esfuerzan en la pluma con tal de ver sus ensayos en mi papel. Ya sé que esto es hacerme un pequeño conejo de indias; pero no me importa. ¡Si me han creado para eso! He visto también que muchos se alegran con sólo ver escritos sus nombres, sus hazañas, en mis páginas; que muchas madres se han esponjado leyendo las fechorías de sus hijos… Y por esto solo ya merece la pena nacer y seguir viviendo…
Y a propósito de nacimientos, ¿os dais cuenta de que está al caer el gran Nacimiento? Unos días, figuritas, musgo, un pesebre, a las 12 —noche del 24— Dios florecido en un pimpollo de Niño. En torno, muchas caras infantiles, dulzarronas de Navidad y la noche titilante de estrellas y villancicos… Noche de Dios, noche de paz… Me salta aquí el recuerdo de una buena película que nos han proyectado hace poco en el colegio: La gran esperanza… Última guerra mundial. Un submarino perdido en los océanos, siente el pálpito de la Navidad. Tripulación y prisioneros, blancos y negros, la celebran unidos, clamorosos en torno a un improvisado belén. Raro; es quizá la única Nochebuena en que nacen dos Niños Jesús, uno blanco y otro negro… ¡Milagro de la caridad! Unos minutos más y, de nuevo, la guerra; los prisioneros al calabozo y los tripulantes a la lucha, a matar o a morir. Era sólo una gran esperanza… Jesús en Belén es una gran solución. La única gran solución al problema de los odios y rencores que envenenan el mundo. Si todos la aplicásemos fielmente… Pero cada quien la recorta a la medida de sus caprichos… Y así, falseado el dato fundamental, la solución del problema resulta inexacta… Si nos brotase en la vida un Dios todo amor, nuestra vida sería amor, caridad.
Amor es dejar nuestro ángulo de mira para ir a mirar desde el que ocupa el otro. Amor es reconocer los méritos ajenos sin cortapisas. Amor es comprensión con el caído. Amor es alistarse a vivir en justa paz con Dios y con los hombres… tanteos se suma al batallón de todos los hombres de buena voluntad. Para ellos y para Dios, su canción, la canción de las estrellas en la Nochebuena: ¡Gloria a Dios en la altura! En la tierra paz. ¡Paz a los hombres!
La Dirección.
[Jesús María Burgos Giraldo]
 
Haciendo hombres
Siempre que ante nosotros haya brotado la vida —un bello acto de arrojo, lealtad o heroísmo—, después del entusiasmo, nuestro ánimo se torna caviloso y se tiñe de un estado indefinible. Concretando más, una sana envidia nos rocía el espíritu, insistente, hasta convencernos de que en parecida ocasión sabríamos hacer lo mismo.
Nos ha sucedido esto varias veces y siempre reaccionamos igual. Así, esperando la ocasión de ser un poco héroes, dejamos pasar la constante oportunidad que de serlo de veras nos brinda la vida diaria en su prosaísmo.
Sí, el gesto valiente que abre los ojos como platos a los compañeros no es el que más cuesta. Duele más empuñar decididos la lima de nuestra autoformación y pulir, pulir continuamente, sonriendo a cada uno de sus cosquilleantes mordiscos.
Nuestra edad es la más moldeable; esto acarrea la gran ventaja de que si volcamos el corazón en los moldes esclarecidos del ideal, la grabazón de la personalidad será un bello heroísmo silente, tangible.
También aseguran que nuestra edad es la etapa de los ángulos, de las estridencias y disarmonías: cada joven es un anarquista. Ello nace de los recodos nuevos que cada día nos presenta la vida. Todo lo nuevo tira de nosotros, nos reclama con partido exclusivista. Por eso tenemos peligro de trastocar por nimiedades la elección de nuestros valores, abrazándonos a mil adherencias parásitas, que germinarán a expensas de nuestra naciente personalidad: brusquedades, dureza de trato, terquedad… con las cuales hemos de ser despiadados, fija nuestra mirada en la obra final, el hombre.
Como pule el ebanista la madera, así nosotros, desde hoy, cada semana una rugosidad menos en nuestro carácter. En la llaga que dejemos, brotarán regadas con las gotas de nuestro sacrificio diario, la flor de la cortesía, de la elegancia, de las buenas formas, hasta llegar a conseguir “el Hombre”.
Vicente Colomina Martínez.
5.º Curso.
 
Nanas y villancicos
Olimpiada contra reloj…
 
La Redacción de tanteos anda, estos días, nerviosa, apuradilla. Asignaturas y profesores en las vísperas de exámenes son una soga al cuello… Por esto, la salida de este número de tanteos esta vez es un ¡sea lo que Dios quiera! Los exámenes y las vacaciones están encima; sobra papel y faltan tiempo y artículos. Pero tanteos es un poco tozudo; se ha empeñado en ir de vacaciones con nosotros y se va. Como va de huésped, no quiere ir en meyba y reclama papel, ropa: seis, siete hojas, siquiera. ¡Listas para el ciclostilo a las seis de la tarde! ¿? Media hora para un concurso de Nanas y Villancicos… Y a los veinticinco minutos, Moreno Cortés entrega la que sigue.

Noche de estrellas.
El cielo sonríe, los ángeles bajan
a pasear por la tierra vestida de armiño,
dormida, callada.
Duerme el viento en las ramas de nácar;
y el río duerme sobre manteles de escarcha;
…y duerme la Luna, sin poderse mirar en el agua.
Sólo las estrellas, con risas de plata,
suben y bajan.
Allá en un portal
un Niño amanece dormido entre pajas.
Un varón angelical
—luengas barbas— junto a una niña de albahaca
—ojos azules y rosa la cara—
le acarician el rostro, con tierna mirada.
Voces de cristal susurran la nana.
Alas de espuma,
violines y arpas de esperanza…
Noche de estrella, noche de plata;
el cielo sonríe,
los ángeles bailan.
José Moreno Cortés.
5.º Curso.
 
Crónica
Diciembre. San Francisco Javier. ¡Día feliz! Bullicio, ruidosa algazara: fiestas de nuestro Santo Patrón. Verdaderamente, la Segunda División no podía escoger mejor adalid en su ruta conquistadora. Fuego y caridad fueron las notas de Javier, allá en las tierras indianas. Sol y oliva blasonan nuestro escudo. “Familia y formación” es nuestro emblema. Así encarrilamos el espíritu de la Segunda División. Así queremos vivir, y viviremos llevando delante la antorcha del sacrificio y la entrega javierinas.
El timbre, este día, resonó con alegría cascabelera. Semblantes risueños y el agua, que refresca nuestras caras, estaba menos helada. Vestidos de media fiesta, llegamos a la iglesia; nuestra schola —bajo la batuta del maestro Colomina— elevó sus salmos y aleluyas al Padre Eterno. Un regimiento de acólitos de abigarradas sotanas evolucionó en el presbiterio, siguiendo las indicaciones litúrgicas de la misa, dirigidos magistralmente por el maestro de ceremonias, Francisco Haro Jiménez.
Jolgorio y bullicio en los recreos, contagia de su alegría a otras Divisiones.
Consigna del día: prohibido abrir cualquier libro de texto. ¡Se cumplió a rajatabla!
Cada curso lució un distintivo: quinto curso, pajarita, pero sin cuello duro; cuarto curso, peinado a lo Marlon Brando; tercer curso, un gorro napoleónico, con el que parecían pequeños Pepes Botellas…
En las clases, hasta los profesores se alistaron al optimismo y recreo: don Diego palmoteó el Mustafá con cierto gusto musical; don Isaac fue el presidente honorífico de las nueve corridas que se leyeron en la clase de quinto, con ganado de la señora Lógica, y sus correspondientes cuadrillas; don Jesús no puso nada más que un examen; don Fernando Cueto se despidió con un saludo a lo Eisenhower…
Por la tarde, merienda extraordinaria: chocolate, chorizo y pan.
En la noche, el cuadro artístico nos deleitó con discursos. El presidente de la FIFA, Molino Ibáñez, con tono atlético nos arengó para que nos labremos un cuerpo fuerte y así arrastrar con dureza toda dificultad. A continuación, el secretario de la FIFA, López Yeste, leyó el acta de la elección de capitanes y una sentida oración por los hermanos de sexto. Y, finalmente, Su Excelencia Reverendísima Señor Doctor Don Francisco J. Peláez Torres, Patriarca de Iznalloz nos animó, con su tono archiepiscopal, a ser mejores y más recios ante el deber y ante la vida. Hubo cantos: dirigió con sensibilidad y soltura los coros Manuel Gordillo Romero. Hubo polifónico, flamenco —España, Uclés—, romances de ciego —Espigares— y letrillas zumbonas, maliciosas: “Al padre Ministro damos / las llaves del corazón / para que abra la despensa / y nos dé algún día jamón”. Surtió su efecto.
Y para postre sabroso, fragmentos del Divino Impaciente: lucida actuación de Moreno López (Javier), Berzosa Sánchez (P. Ignacio), Manuel Ballesta (Ataide) y demás componentes de la memorable obra de Pemán.
Y así, se deslizaron en fugaz delirio las horas contadas y vividas del día de nuestro Santo Patrón.
Él, desde el cielo, nos dirigirá y señalará el camino para nuestra entrega y formación. Nosotros, con toda nuestra voluntad y esfuerzos, haremos fructificar las esperanzas de nuestros superiores pa [texto perdido].
 
Jardín de ripios
 
Tercero es el curso benjamín de la División. Es el primer año que vive en la Segunda. Ha subido de la Tercera con ganas de hacer algo grande y lo va consiguiendo en alta escala: juegan en todos los sitios, charlan más que nadie y en el comedor tapan con sus argentinos pitos la gritería de todos los restantes. Últimamente, en la epidemia publicitaria del Cole, se han contagiado. tanteos les hace un huequecito para sus primeros versos. En aprecio les cambia el título. “Botones de flores” querían llamarlo. Mejor “Botones de muestra”. Es el primer año que estudian Literatura. Por esto, no podemos escatimarles mérito y coraje. Los hay —ripios— de todos los gustos. ¡Lástima que al nacer no tengan mejor estrella…! ¡Un Mesías de las Letras, taumaturgo de estilos…! Acaso con el tiempo encuentren algo que en quince días les cambie el estilo trasnochado en otro nuevo con perfectismo exclusivo… Brindamos algunas muestras de estos botones.

 
¿Quieren algo folclórico?
El día de San Ginés
los muchachos de Sabiote
beben cerveza en un bote;
y cuando pasa la fiesta
duermen todos larga siesta…
Alonso Cano Amador.
 
Allá van algunos pronósticos:
En este año sesenta
o don Jesús se revienta
o se ata los pantalones;
porque hay que ver en tercero
¡qué cosecha de melones…!
José Eduardo Ruiz Codes.
Juzguen ustedes mismos los que siguen:
En La Puerta de Segura
todos bailan, hasta el cura.
o
Cuando te veo me embarga
fuerte emoción, vida mía…
Por esa nariz tan larga
que siempre la tienes fría…
Ramón Campos Ojeda.
Otros son suplicantes:
¡Oh, don Diego refulgente!,
como a Júpiter rogamos.
Y de tu infinita frente,
todos piedad esperamos.
Carlos Gómez Peláez.
La cosecha es abundosa. Estaríamos una hora lanzando botones; pero con tantos botones, este artículo parecería la sotana de un cura…
Manuel Gordillo Romero.
4.º Curso.
 
A todos los FAMILIARES de los que formamos la 2.ª división [falta texto]
Dentro de muy pocos días cada uno a su lugar… ¿Contentos? Estallando de alegría. ¡La Navidad! ¡Las castañas y el turrón! ¡El brasero, la familia! …Y todos los caprichos que la madre nos guarda para estos días… Pero también, un poco tristes… nostálgicos… El Colegio quedará silencioso, aburrido… Ante el Belén de la capilla faltarán nuestros villancicos… ¡Qué bien si todos los alumnos, con nuestras familias, pudiéramos reunirnos a pasar la Nochebuena en el Colegio! ¡Qué programa, Dios mío! Cena íntima, todos juntos, revueltos, padres, profesores, familias, alumnos, sintiéndonos todos confiados, sin reserva ni timidez… Durante la cena, villancicos, letrillas. Gran velada después. Una velada en la que todos, poco o mucho, actuásemos, luciendo habilidades frente a nuestros padres. Y luego, Misa del Gallo, con música, sermón y comunión general… ¡Qué sueño de Nochebuena! ¡Qué contentos se irían los nuestros del Colegio! Entonces sí que verían claro por qué amamos al Colegio y por qué en vacaciones deseamos con rabia volver a la casona. Mas los sueños, sueños son… Desde nuestras casas, todos en espíritu y recuerdo, juntos, citados en el Belén del Colegio, la noche del 24 a las doce…
José María Berzosa Sánchez.
5.º Curso.

08-02-03.
(112 lecturas).

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