sólo por el placer de contemplar
las llamas, su hermosura de volcán doméstico.
Auguraban la fuerza del incendio.
Nunca Arafat ofreció frutas
frescas a Simón Peres,
ni Siria negoció sólo con salmos
los Altos del Golán.
Antiguos Alumnos de Magisterio SAFA (AAMSU)
Si yo pudiera descubrir,
en las arrugas de un viejo,
todo lo que tienen dentro;
en su voz lenta y gangosa,
un volcán de pensamiento;
en su andar torpe y sin fuerza,
el vigor de un siemprejoven;
en su mirada apagada,
la luz, sólo;
en su mano cálida y temblorosa,
la humanidad, toda.
VIEJAS USURAS, ESPLENDORES VENIDOS A MENOS,
discretas defunciones que nunca son bien vistas
en familias así: llenas de vicios y ternuras. Todos en la sala,
bajo el olor a talco y amuletos, exvotos y lavanda,
rezando una llovizna de delitos, pecados veniales, mortales,
de parientes y amigos: los salmos encubiertos de la ira.
Melodías
del viento
en las alamedas.
Arco iris
de la luz
en el aguacero.
Surcos rectos,
paralelos,
infinitos.
Labor de un arado
y un hombre mirando,
fijo,
a un punto,
a lo lejos.
De lo alto a lo bajo
las verticales
se hacen oblicuas,
y las oblicuas,
curvas,
y las curvas
lazos
entre la arena y el agua
entre las casas y el río
entre lo verde y lo pardo
entre el miedo y lo seguro.
Aceitunicas
Aceitunicas que rodaron
por caminos
desde la luz
a la piedra,
al pájaro,
al mar,
a una mirada,
a una canción…,
y todos los años llegan,
por los olivos,
a la campiña.
Ayer tarde llegaron,
como regalo de amigo,
caras de niños
con un gen extravagante.
Clave de un ácido raro,
con peldaños,
para subir a lo alto.