Autor: Manuel Jurado López
Nuevos argonautas
I. En el mar de noviembre
Nuevos argonautas
Leyendo “La muchacha del mar Rojo”
I. En el mar de noviembre
Punta de Tarifa
I. En el mar de noviembre
Punta de Tarifa
Muestreo
COMPARTIMOS SÓLO UN DESASTRE LENTO
ESTE desastre unívoco que surge
dentro de mí, contigo como ejército
que opone transparencia, me derrumba
los muros interiores.
A guerra andas llamando
porque ya no soportas mis costumbres.
Cuando duermo, levantas tus espadas
y esperas que mi cuerpo se desmaye
para herirme en la frente.
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Angelicario profano
Por Manuel Jurado López.
- Los ángeles mediterráneos al llegar febrero se convierten en almendros en flor.
- Si un ángel enfermo ama a otro ángel enfermo los dos serán recluidos en el pabellón de incurables.
- Hay ángeles narcisos que duermen solitarios en el fondo de su propia imagen.
- Hubo un tiempo en el que los ángeles iban de taberna en taberna y acababan arrodillados ante el tabernáculo de una esquina cualquiera.
- Los ángeles obesos que se niegan a seguir una dieta rigurosa no podrán desfilar ante los santones de la moda.
- El ángel podólogo que cuida los pies de san Pedro tiene siempre las puertas del cielo abiertas cuando sale de noche.
- Durante un tiempo tuve un ángel de la guarda prisionero entre las páginas de mi diario.
- Hacer el amor con un ángel es como hacerlo con una nube. Continuar leyendo «Angelicario profano»
Angelicario profano
Por Manuel Jurado López.
1. Los ángeles mediterráneos al llegar febrero se convierten en almendros en flor.
2. Si un ángel enfermo ama a otro ángel enfermo los dos serán recluidos en el pabellón de incurables.
3. Hay ángeles narcisos que duermen solitarios en el fondo de su propia imagen.
4. Hubo un tiempo en el que los ángeles iban de taberna en taberna y acababan arrodillados ante el tabernáculo de una esquina cualquiera.
Speculum angelorum
Por Manuel Jurado López.
Los ángeles mediterráneos al llegar febrero se convierten en almendros en flor.
Si un ángel enfermo ama a otro ángel enfermo los dos serán recluidos en el pabellón de incurables.
Hay ángeles narcisos que duermen solitarios en el fondo de su propia imagen.
Las islas inventadas, y 14
Por Manuel Jurado López.
XVI
Nada perdura tanto
como tu sombra, tanto
como tu olor de rama
y yodo. Con tu ausencia,
la isla solitaria
es un antiguo alcázar
donde viven las nubes
que tejen las tormentas.
Las islas inventadas, 13
Por Manuel Jurado López.
XI
Dentro de nada estaré golpeando
la puerta del silencio.
¿Quién vive?
Detrás ya no hay palabras:
un vaso de cristal con nardos
de otra época, una foto, una carta
y el abismo profundo del vacío.