Encuentro de la XIII Promoción de Magisterio de Safa

27-06-2011.

 

Este pasado día 25 de junio, antesala de la festividad del Corpus Christi, se reunía en Úbeda un nutrido grupo de antiguos estudiantes de la XIII promoción del Plan 71 de Magisterio.

 

Tras veinticinco años de haber concluido sus estudios, que cursaron concretamente entre los años 1983 y 1986 en la Escuela de Magisterio de Safa, volvían a verse las caras para compartir una jornada de convivencia. Muchos de ellos, actualmente, trabajan en aquello para lo que se prepararon, la docencia, aunque también los hay que ocupan profesiones muy diversas por lugares muy dispersos de la geografía española.

La jornada festiva que se presagiaba calurosa, al menos en cuanto a la climatología, se iniciaba con un acto de bienvenida en el Aula Magna del centro educativo en el que estudiaron y en él intervinieron representantes del profesorado que les formó, de la promoción reunida y de la Asociación de Antiguos Alumnos de Magisterio de Safa (AAMSU).

 

A continuación, se realizó una visita por las actuales instalaciones de la escuela que, a lo largo de estos últimos cinco lustros, han experimentado cambios en cuanto a su imagen. Fue el momento idóneo para recordar anécdotas y pequeñas historias acaecidas entre esas paredes. Dicha visita concluyó con una Eucaristía en la capilla de la escuela, que fue concelebrada por algunos de los sacerdotes que fueron profesores de esta promoción de alumnos.

 

Llegado a este punto, fue necesario atender a menesteres más carnales y llenar los estómagos en un restaurante de la ciudad, en el que se entregaron algunos recuerdos a los asistentes a dicha conmemoración.

 

Para finalizar la jornada, hubo momentos para, ante el agobiante calor, refrescar el cuerpo con algunas que otras bebidas acompañadas de hielo en algunos bares o pubs del centro histórico, y poner el broche con la siempre agradable presencia de los cuentacuentos por las plazas de nuestra ciudad.

 

Una jornada, pues, que resultó bastante agradable y rejuvenecedora para los participantes en la misma, que volvían a reencontrarse con la ciudad y con caras amigas tras veinticinco años. Quizás, dentro de otros veinticinco, nos veamos haciendo una similar crónica.

 

Ginés Jesús Jimena.

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