Cuando salí de la Safa, 3

01-08-2011.

Mi primer día como profesor

No quería llegar tarde. En el colegio, si te dormías, no pasaba nada: te ponían un siete en conducta, que estaba muy mal, pero de ahí no pasaba. Al leer tus notas, el padre Sánchez te metía un rapapolvo y luego seguía el hombre con su cantinela: «Religión, siete con “chinco”; Matemáticas, “chinco”; Gramática, “chinco” con “chinco”…». Y así, hasta el último de la lista, Manuel Verdera.

Me levanté a las seis de la mañana. Pensaba que, si me dormía, encontraría a los alumnos rezados y sentados, atendiendo a la explicación del Binomio de Newton por el señor bajito. Eso me preocupaba. ¿Y si me entregaba la tiza y me decía que siguiera yo? Porque el Binomio de Newton no me lo sabía muy bien. Tenía que darle otro par de repasos.

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«Quitó. ¡No!: tapó», y 2

29-07-2011.

De niño había visto vecinos y conocidos que habían fallecido. Había observado llegar, a la casa del finado, a Alameda con su metro de cinta, a medirlo para hacerle la caja a medida. Todas esas cosas yo las observaba. Veía el cadáver amortajado casi siempre de negro; muchos lucían, para ese viaje sin retorno, el traje que llevaron el día feliz de su casamiento. En el portal de casa o en alguna habitación con­tigua, en el suelo, encima de una manta o cobertor, allí estaba estirado, rígido, inerte, cuya cara parecía de cera, con sus ojos cerrados y hundidos, algunos con una expresión de haber encontrado esa paz y esa tranquilidad que en la vida no encontramos o no sabemos encontrar. Casi todos, en ese día de óbito, estrenaban unos calcetines negros de hilo. Era lo primero que veía, cuando me topaba con un difunto: sus pies. Cuatro velones daban luz a la estancia y se escuchaba, a veces, el chisporroteo de los cirios.

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Excursión a Píñar del colegio «La Explanada»

28-07-2011.

El pasado 13 de abril fue un día grande para los alumnos del ciclo medio del colegio Sebastián de Córdoba, pues se consumó la ilusión, tantas veces acariciada desde que empezó el curso, de ir a pasar un día inolvidable por tierras granadinas. Fue un miércoles de fiesta donde la ilusión se entreveró con la dulce realidad de tener un día de asueto en el que las materias escolares (Lengua, Matemáticas, C. del Medio…) tomaron otra dimensión más práctica, que encima se vio complementada con la alegría de saber que al día siguiente no habría que llevar los deberes hechos…

 

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Madre Teresa de Jesús, 2

27-07-2011

Calas de un protagonismo: el valor de la experiencia

Si toda autobiografía ‑ficticia o no‑ es, ante todo y en primer lugar, la presencia y afirmación de un yo que no solamente testimonia acerca de su propio vivir, sino que además se alza como única instancia posible para legitimarlo, La vida de la madre Teresa de Jesús posee en grado superlativo dichas características. Y ello no sólo debido a la constante presencia del yo, sujeto del enunciado, sino, sobre todo, porque el yo, sujeto de la enunciación, se encarga de reforzarlos apelando con tenacidad inusitada al testimonio de su propia experiencia. Es decir, que La vida de la madre Teresa de Jesús es un verdadero alegato vivo y prueba directa de alguien que escribe desde un presente enriquecido por la sucesiva acumulación de sus propias experiencias.

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«Bases para el comentario», 8c

26-07-2011.
8.1.2.2. Sintaxis
Uso de una sintaxis simple o compleja.
Cuando decimos sintaxis simple o compleja no nos referimos a una o varias proposiciones relacionadas de forma dependiente o independiente; sino a que la sintaxis sea de lectura, redacción y/o compren­sión fáciles o difíciles. Se da el caso de textos con oraciones de uno o pocos verbos, cuya sintaxis se complica y apenas se entiende, por la acumulación de sintagmas nominales (como ocurre en las senten­cias judiciales o en algunos textos administrativos); y viceversa: textos con gran número de verbos y diferentes tipos de proposiciones con variadas rela­ciones sintagmáticas que, sin embargo, se entienden con facilidad.

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Cuando salí de la Safa, 2

25-07-2011.

Cargado de vocación

¡Qué día tan bonito! ¿Os acordáis? Después de ocho años, a base de garbanzos y lentejas, llegaba al fin la hora del adiós. ¡Ya éramos maestros! Se humedecen los ojos al recordarlo. «La educación es la más noble profesión del hombre en la Tierra, después del sacerdocio», había dicho el padre Navarrete en infinidad de ocasiones.

—Padre, no puede imaginarse cómo siento en el pecho la llamada.

—¿Qué llamada?

—Pues cuál va a ser: la de mi vocación.

—¡Ah!

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La luz en vuelo, 8

23-07-2011.
 
CUMPLEAÑOS EN OTOÑO
 
A TRAVÉS DE UN SILENCIO TRANSPARENTE,
los árboles que cumplen hoy cien años
se asoman, deshojados, al camino.
A través del silencio, ven las nubes
crecer en su alto vuelo, y entrecruzarse
en su danza lentísima. Los árboles
que cumplen hoy cien años se desnudan

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Annual, viaje al abismo

22-07-2011.

 

En aquel día de enero de 1921, escribe el historiador y periodista Manuel Leguineche: «La animación en la calle Larios de Málaga era extraordinaria. Soldados y familiares, padres, novias, hermanos y amigos llenos de entusiasmo patriótico, daban o escuchaban las últimas promesas de escribir cartas desde los campamentos, las aldeas del Rif, incluso bajo el fuego de los francotiradores…».

 

No se imaginaban lo que les esperaba.

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«Quitó. ¡No!: tapó», 1

21-07-2011.

Me acuerdo de que, en esos días, mi madre, prudente y prevenida, quitó de los cuadros que había en mi casa las láminas de Jesús, de la Virgen y de los San­tos. Aquel cuadro de Jesús que había encima de su cama que, cuando entrabas al dormitorio, te miraba y llevaba su vista por donde te dirigías. Aquel otro que representaba a un ángel guiando a un niño, que pretendía cruzar un arroyo… He dicho que mi madre «Quitó. ¡No!: tapó» con otras láminas alusivas a lo que entonces acontecía, como aquella hada con la bandera tricolor, poniéndole sendas coronas de laurel a los cuerpos sin vida de Galán y García Hernández y otras similares.

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