«[…] haberme su Majestad metido en este rinconcito tan encerrado y adonde ya, como cosa muerta, pensé no hubiera más memoria de mí» (La vida…, cap. XL, p. 382).
Memoria y olvido del yo
Esta cita ‑de la que tomo el título para el presente trabajo‑ se encuentra en el último capítulo de La vida de la madre Teresa de Jesús. Teresa de Jesús la escribió en el convento de San José de Ávila, su primera fundación “descalza y sin renta” que tuvo lugar el 24 de agosto de 1562, es decir, dos meses antes de que diese por terminada lo que ella pensaba que había de ser la redacción definitiva de su libro: «Acabóse este libro (se lee en la Carta‑Epílogo) en junio, año MDLXII».