01-08-2008.
Hace cincuenta años, o algo más, presencié la suelta de las primeras palomas en la plaza de Santa María. Por entonces, Úbeda iniciaba un tímido despertar hacia el turismo y los ubetenses íbamos tomando conciencia de su historia y de su riqueza monumental. Los pocos turistas ‑extranjeros‑ se iban convirtiendo en algo así como una estampa cada vez más habitual en nuestras calles.