El dominó, 1

29-07-2008.
INTRODUCCIÓN
La Tipología General está tomada de la vida real, de personas concretas, de situaciones vividas. En este capítulo no “salen” muchos nombres del barrio (extrabarrios o extramuros como diría el plumillas de Frailes). Cada cual puede colegiarse en el grupo que quiera y luego, en la soledad de la intimidad, en el que de verdad le corresponda, aunque duela.

En el capítulo anterior mezclaba (atacaba) la Historia. En este defiendo la Lengua (asignatura), ignorando las malas lenguas que primero se creen lo que otras idénticas o peores cuentan y, segundo, las pregonan y meten sepa Dios dónde, en qué negras concavidades malolientes y contaminadas y untándoles de su propia mala cosecha cuantos aguijones, curares, cicutas y escorpios puedan para intentar hacer más daño. ¡Pobres criaturas de cabezas desalquiladas por dentro!
Así: definiciones, etimologías, pleonasmos, mimos, antónimos, metáforas y ripios, todos entremezclados y alterados con el fin no de confundir al lector sino para significarle que no todo el mundo sabe y puede escribir, que no todos escriben bien aunque usen ordenador (equivocan la profesión y el lenguaje) y que no tiene importancia el que pueda y sepa escribir bien, quizá lo que escriba sí.
Pero vayamos por partes, como diría el descuartizador de Londres.
A este capítulo le seguirá un cuarto en el que se definen los tipos de jugadores de dominó por naciones, por comunidades y por pueblos de Andalucía.
Adelanto dos frases:
Jugador vasco:
—Oye tú, joder, que tengo seis piedras del mismo palo, ¿eso es bueno o qué?
—Ya de entrada te acojona.
Jugador catalán:
Piensa: «No me gasto el seis que tengo porque me quedo sin él. Procuraré cambiarlo por varias fichas. Mejor pongo un dos que tengo suelto…».
Al mirón:
—Oye, te cedo el puesto por tres euros.
Por estudios serios y profundos que he realizado con mi equipo de investigación sobre el dominó y, también, por alguna experiencia personal, adelanto que el orden en la presentación de los diversos tipos es intrascendente, por lo que serán relacionados por orden alfabético si os parece bien y aunque os parezca mal.
1.ª licencia del autor:
Llegué a ser un “enganchao” adepto y adicto dominópata y dominómano, hoy jugador en excedencia, felizmente recuperado para el goce y disfrute ecológico personal y sólo limitado por las dulces insinuaciones de mi mujer (según ella), leyes espartanas (según otros).
Aclarado lo anterior, es hora de acabar el primer punto de la Introducción. Así lo pienso, escribo y hago.

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