«Mi vaquerillo», de José María Gabriel y Galán

Esta poesía me impactó cuando la leí por primera vez, siendo niño. Creí entonces descubrir la bondad humana. Hoy la he encontrado en internet y he visto otras connotaciones que estaban ocultas.
 
Las hago públicas para conocimiento de los defensores de la moral y las buenas costumbres y por si encuentran al “señorico” miserable (que no solo confiesa públicamente sus fechorías sino que está seguro de obrar correctamente y que hace méritos para ir derecho al cielo) y arrojarlo directamente a los cerdos después de empalarlo.
 

Continuar leyendo ««Mi vaquerillo», de José María Gabriel y Galán»

A don Stephan de Vos

Las primeras cuatro palabras que aprendí en francés me las enseñó don Esteban en este mismo colegio. Era el curso 60-61 del siglo pasado. No se me olvidarán jamás: amipolipianotapioca.

Don Esteban, entonces era un joven muy alto, oriundo (creía yo) de la France transpirenaica que trataba de acomodarse al “sano” clima de Úbeda, en sus buenos días de invierno, protegiendo su cuerpo con un pellizón gris pardo, digno de las películas alemanas de la posguerra. Lucía generosos sabañones en ambas manos y ambas orejas (no eran discriminatorios) y, por otra parte, muy comunes entre aquellos alumnos que apenas teníamos una docena de años.

Continuar leyendo «A don Stephan de Vos»

Tonterías que aprendo de mi nieto

Sigo con mi pequeña barca de río y sin remos,
pero ya no busco un puerto,
ni siquiera el mar.

Acompaño niños, poemas vivos,
a la orilla,
y les veo marchar.

Estos versos, escribía cuando enseñaba paparruchas en las aulas; ahora que ni eso enseño es cuando más aprendo desaprendiendo. A mi nieto y a mí nos gusta más el recreo que las clases. A mi nieto y a mi nos gusta más inventar juegos que comprarlos; la playa más que los hospitales; las cosas por establecer que las ya establecidas (y más si nos las imponen)… En fin, que nos gusta mearnos en nuestras sombras.

Continuar leyendo «Tonterías que aprendo de mi nieto»

El cuadro y el corazón “derretío”

Dice mi amigo Pepe Aranda que la eternidad es parecida a dos mujeres despidiéndose. Con Lola Prado yo también soy mujer. Es una persona que detiene el tiempo y te regala el contenido.

Mi cara física cambia y también remueve las raíces del alma. ¿Que exagero? Cuando nos veamos, te fijas en estos aspectos. Y todo por un cuadro: por este cuadro que puedes ver.

Está expuesto en lugar preferente de mi casa para ser admirado por las visitas y que puedan percibir una gran obra con una técnica pictórica innovadora y el aliento que todo artista deja en su trabajo.

Continuar leyendo «El cuadro y el corazón “derretío”»

El regalo

Llovía con hambre aquella tarde de marzo. Comprar regalos me hace llorar. Mientras ella vivía, no tenía que preocuparme por este asunto; pero, desde el año pasado, tengo que pensar en ello y siempre termino triste, consumido por las dudas.

Cuando desaparece la manía de llenarlo todo de casas y las casas de cosas, recuerdos muertos que apenas pinzan el día… entonces, desde el otro lado de la verja, digo quererte vagamente, Carmen, con tinte resignado. Reconozco que las personas sin amor son como las canciones sin sonido, y en eso estoy.

Daniel cumple mañana siete años y no es porque sea mi nieto, pero todavía es un inocente encanto y el chico más despabilado que conozco y conste que han sido muchos los que he conocido en mis cuarenta y pico años de enseñanza.

Intenté siempre no robar la sonrisa a un niño.

Continuar leyendo «El regalo»

Segunda referencia de mi reservorio

Llovía con hambre aquella tarde gris de marzo. Me cambié de calzoncillos y me lavé los dientes, aunque estaba en ayunas, porque nunca se sabe con quién o qué te puedes encontrar.

Con los “papeles” bajo el brazo llegamos a la recepción del hotel granadino “La Salud”, donde me hicieron firmar un documento que, más o menos, liberaba a la entidad de cualquier culpa, si me mataban.

Me colocaron una pulsera blanca, en la muñeca, con una inscripción, donde constaba mi nombre, mi número de recluso y un código de barras. «Una más para la colección» ‑me dije‑. Se me ocurrió compararla con la que le ponen a los niños en el pie cuando nacen. «A unos porque nacen, y a otros porque se van» ‑volví a pensar optimista‑.

Continuar leyendo «Segunda referencia de mi reservorio»

Felicidades

19-03-2012.

Acudo a mi cita anual para felicitar a todos los socios AASAFAÚBEDA. Este año no lo hago individualmente, como acostumbro, pero os recuerdo uno por uno.

Felicidades a todos vosotros por ser padres / madres o porque habéis podido ser o, al menos, ahí estabais. Incluyo a los curas, que también son “padres” y a los posibles candidatos en este día del Seminario Diocesano.

Continuar leyendo «Felicidades»

Presentación en Alcalá la Real

08-08-2011.

 

10 de agosto de 2011, miércoles.

 

Presentación del libro: Historia comentada sobre la Safa de Alcalá la Real. 1940-2010, de Enrique Hinojosa Serrano.

 

21.30 h. Aula Magna de Capuchinos.

 

Organiza: Asociación Cultural Amici Culturae.

 

Colabora: Área de Cultura.

Continuar leyendo «Presentación en Alcalá la Real»

Jesús Mendoza en su retiro

29-12-2010.

EN ESTE DÍA INOCENTE TE ADJUNTO ESTE ARTÍCULO EN DOS PÁGINAS QUE HA SIDO PUBLICADO EN LA REVISTA «JESUITAS», INVIERNO 2010 (NO SÉ EL NÚMERO), POR SI TIENES A BIEN EDITARLOS. NO SON MÍOS, CLARO. ASÍ QUE HAZ DE CAPA UN SAYO.

ME HA ENCANTADO EL ARTÍCULO. LA PRIMERA FOTO ES DELICIOSA, MÁS ILUSTRATIVA QUE EL PROPIO ARTÍCULO. EL PADRE MENDOZA EXPRESA CARA DE FELICIDAD, DE INOCENCIA, DE ABRAZO, DE CONFIANZA…

FELIZ DÍA INOCENTE.

ehinojosa04@yahoo.es

(Redactor Jefe: el autor del artículo es hijo de don Juan Pasquau y Rosa Liaño, una seguidora de nuestra página web).

Continuar leyendo «Jesús Mendoza en su retiro»

Palabras, solo palabras

05-12-2010.
Entro de nuevo en el renovado y limpio rincón café, agradeciendo a muchos lo mucho que les debo.
A Dionisio, por sus estupendas 90 “chinitas”, que durante todo un año nos ha ido alegrando los días con su ingenio andaluz mesteño.
A Manuel Almagro, por entrar al “Saloon” renovado, después de tanto tiempo. Como puedes observar, amigo Manolo, ya no hay armas, sólo las palabras, como algún poeta loco decía. También por tener en cuenta mis propuestas.

Continuar leyendo «Palabras, solo palabras»