Por Fernando Sánchez Resa.
Hay momentos en mi vida, especialmente en esta etapa final en la que me encuentro, que me pregunto por el sentido de ella, no llegando a comprender realmente el porqué estamos los humanos aquí; y yo, menos, incluso siendo católica practicante, pues las dudas e interrogantes de todo tipo me asaltan por doquier.
Y no es que me encuentre en un estado depresivo. Ya dije que no soy propensa a ello; pero, conforme van pasando los años, te vas dando cuenta de lo poco que le importas a nadie, sobre todo si ya te encuentras viuda, aunque a unos menos que a otros; mientras casi todos hacen el paripé o el intento de disimularlo lo mejor o peor posible, tomándote por tonta, cuando no lo eres; aunque muchas veces tenga una que interpretar también ese papel impostado por no liarse a llorar desconsoladamente.
Continuar leyendo «Vicisitudes de la vejez, 5»