Por Fernando Sánchez Resa.
“¡Qué pronto se nos ha colado junio, el último mes del curso cinéfilo 2014-2015!”, pensaba yo por aquel entonces, pues nos iba a proporcionar -a los cinéfilos ubetenses- una alegría especial, al saber que nos aguardaban cuatro películas clásicas de aventuras, en las que el final feliz estaba asegurado.