Selección de la Introducción que Miguel Mihura hizo a su edición de Tres sombreros de copa en Clásicos Castalia, en 1982.
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«La obra ‑como les pasaba a todos los que la habían leído‑ a mí, al cabo del tiempo, tampoco me gustaba nada. Es más; me parecía insoportable, anodina. De una novedad pasada de moda. Porque los que inventan estas cosas nuevas son los primeros en cansarse de ellas y en encontrarlas abominables.
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