Ha pasado ya la Semana Santa.
En Úbeda, un hito destacado; o, al menos, de eso se presume; incluso se la denomina Semana Mayor. No seré yo quien lo desdiga. Y este año ha sido radiante, cosa ya muy esperada, por lo escasa.
Pero a mí no me gustan ciertos aspectos de la actual Semana Santa; esas variaciones que han venido aplicándose año a año y que, sinceramente, no creo hayan sido ni sean de lo más acertado que se haya hecho al respecto. Reitero (pues alguna vez lo he escrito) que esta Semana Santa ubetense, al igual que otras de esta provincia (la de Baeza, por ejemplo), es de origen austero, con una puesta en escena acorde a tal austeridad. Castellana. Y creo que acertadamente.