Esto era una vez…
Una niña que siempre quiso ser sirenita… Desde muy pequeña, andaba dibujando sirenitas multicolores ‑pues la plástica se le daba muy bien…‑ pensando que cuando fuese mayor sería una de ellas y surcaría los mares y océanos de todo el mundo en busca de su feliz destino…
Su imaginación era muy fértil. Su voz, dulce y melodiosa… Siempre cantaba en su clase, improvisando cualquier lectura o poema, siendo admirada por todos; incluso por la señorita de música. Y el sentido aplauso jamás se lo negaron sus compañeros…
Como era muy enamoradiza, desde bien pequeña conoció a un chico de su clase con el que se lo pasaba muy bien; aunque su fuerte genio, a veces, le gastaba malas pasadas…
Y creció más rápidamente de lo que pensaba, haciéndose ‑en un santiamén‑ mayor; encontrándose, de pronto, que se había convertido en una bella mujer ‑con cierto parecido a la sirenita soñada‑, pero con una carrera universitaria entre sus manos, y que había conseguido (también y para siempre) su verdadero y auténtico amor; por lo que su felicidad fue inmensa…