32. Hacia Jaén

Como el alcalde me había dicho que me trasladarían a Jaén al día siguiente (29 de marzo), si había gasolina, me levanté temprano (a las siete y media) y me preparé para el viaje, desayunando una taza de té con aguardiente y unos pocos churros; en lugar de lo que yo había pedido: simplemente un poco de café caliente…

Llegó el guardia municipal de confianza del alcalde, enseñó la orden de entrega y, sin pegas, tomé mi exhausta taleguilla. Durante el trayecto (desde de la cárcel a la carretera) había multitud de curiosos (unos, amenazadores que gritaban palabrotas; otros, callados y silenciosos…). Fui caminando cabizbajo, acordándome de la pasión de Cristo, cuando lo insultaron y maltrataron… ¿Iba a ser yo menos…?

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Todo o nada

Y dale vuelta, Perico, al torno.

Nos vuelve (si es que alguna vez se fue) el tema catalán. Vueltas y vueltas al torno de la Historia como si lo pasado alguna vez no existiese o sólo existiese parte de ese pasado (radicalmente interpretado) y el presente fuese una mera anécdota que justificaría un incierto (y prometido) futuro.

Vuelta, Perico, al torno de lo girado mil veces mil, como un infante en el tiovivo que es siempre el mismo, pero se nos aparenta diferente en cada vuelta que da. Así, lo de siempre, se nos pretende pasar una y otra vez como novedoso.

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Conocer Úbeda, 08c

«Por entonces, María de la Cruz tiene noticia de que una noble de origen jaenés, Catalina Serrano, desea trasladar los restos de su esposo, D. Ruy Díaz de Mendoza, a Úbeda, y que posee una hija, Catalina M.ª de Mendoza, que arde en deseos de profesar. La priora le ofrece el patronazgo de la capilla para que pueda enterrar a su marido, lo que, después de diversas gestiones, ambas Catalinas aceptan en 1621, instituyendo el patronato de la capilla y profesando como monjas en dicho cenobio, además de erigirse en fundadoras, con el consiguiente apoyo económico que supuso su fortuna para la construcción del convento y de la iglesia. Dichas religiosas profesarían bajo los nombres de Catalina de la Santísima Trinidad y Catalina M.ª de Jesús. La muerte de la última de las Catalinas, la madre, en 1645, dejaría a medias la construcción de la iglesia.

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Conocer Úbeda, 08b

«La Orden Carmelita surge en el siglo XIII en el Monte Carmelo, en Tierra Santa. Peregrinos venidos desde distintos lugares se habían congregado en dicho lugar, con ánimo de imitar el ejemplo de vida eremítica de los antiguos profetas Elías y Eliseo, a quienes la Orden tendrá por primitivos fundadores y orgullo de su antigüedad. En dicha centuria, estos ermitaños se dirigen al Patriarca de Jerusalén, Alberto de Vercelli, representado en un lienzo en la clave de la bóveda de la nave de la iglesia de carmelitas de Úbeda, a los pies del templo, para que les otorgue la que será su primitiva regla de vida en común.

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Conocer Úbeda, 08a

Estamos a sábado, 29 de junio, y hoy toca Las Carmelitas Descalzas, explicadas por nuestra hija, Margarita Sánchez Latorre. ¡Qué ilusión…!

La cita es, como siempre, a las once y media en la Plaza de las Descalzas, porque la calle Montiel, con el tráfico rodado que conlleva y, para más inri, el andamio que han puesto junto a la verja de la iglesia de la Purísima Concepción, dificulta la estancia de los que quieren conocer (y/o recordar) lo más característico de la Úbeda profunda.

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Hay que ser un profesor amigo

Paso junto a un aula de primaria y veo “castigados” ‑de pie, junto a los armarios‑ a dos niños. Me conocen desde primero. Me miran y sonríen. ¡Somos amigos! ¡Sí!, se puede ser profesor; pero también se puede ser “amigo” de los alumnos. Amigo quiere decir que estimas, comprendes y aceptas a esa persona como es y a la que le has regalado amor («Dios es amor»): importancia y mirada a su favor…

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31. Al calabozo

Siendo las siete de mañana y estando todavía junto al brasero, el inspector llama a un guardia municipal y le da órdenes (en voz baja) para que me vaya con él. Estoy tranquilo, pues pienso que no es para nada malo. Ha estado lloviendo toda la noche (pues hay numerosos charcos); incluso ahora cae una persistente lluvia. Nos dirigimos hacia el extremo sur del pueblo y nos paramos ante un caserón. Es la cárcel. Llama el guardia. Nos abre el carcelero y los tres nos dirigimos hacia una puerta cerrada que hay en la planta baja, adonde el guardia me conmina a entrar, encerrándome con cerrojos y llave.

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La economía en la Historia

Uno, en sus pocas luces y desconocimiento del tema, no deja, sin embargo, de pensar que hay cosas que están pasando que no cuadran, que no tienen sentido (al menos el declarado), a pesar de que los técnicos, los expertos, los que se supone que llevan el timón se empeñan en insistir en lo que sucede como lo único que puede pasar, que es inevitable…, cual plaga o maldición de fatalidad ineludible.

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Conocer Úbeda, 07b

Entramos ahora a la basílica donde estuvo enterrado el santo carmelitano. En una sola nave se encuentran: cabecera octogonal cubierta por un retablo barroco; rotonda con la escultura yacente del Santo y cuatro frescos alegóricos a su literatura de Francisco Palma Burgos; y el pequeño coro alto donde actualmente están algunas reliquias de San Juan (en una arqueta de plata repujada pueden venerarse tibia, peroné y radio del Santo, junto con una decena de su rosario).

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