¡Vente a Alemania, Pepe! Título de una película del landismo en la que se esbozaba pretendidamente con gracia la tragedia de tanto español que marchaba hacia allá y otros lugares, en los años medios del siglo XX. Eran trabajadores sin cualificación, mano de obra para todo, muchos analfabetos de su propio idioma. Ahora se llama otra vez desde Alemania a trabajadores españoles, esta vez muy cualificados y dominando al menos dos idiomas (imprescindible el inglés); y es que las cosas han cambiado. Se están tratando de marchar los que pueden. Nada que objetarles y sí que objetarnos a nosotros. Porque esto indica que no marchamos bien, cuando no somos capaces de absorber nuestra mano de obra cualificada y tenemos encima mucha sin cualificar (que se nos vino cuando ya no queríamos ser pobres).