¡Qué tiempos aquellos!, 1

11-09-2011.

Yo no tuve la suerte de conocer a mis abuelos, tanto materno como paterno. A mis abuelas, sí. A mi abuela materna la conocí aunque, siendo muy niño, tuve la desgracia de perderla, pero me acuerdo de lo afable y cariñosa que era conmigo. Mi abuela Mariana, la madre de mi padre, se murió casi en las postrimerías de la guerra, cuando yo era casi un mocico, con mis quince años.

¡Qué tiempos aquellos! Me acuerdo y los añoro, no porque la vida trans­curriera sosegada y tranquila, nada de eso, sino porque en esa edad todo lo veía de color de rosa y todo para mí era nuevo. Cualquier cosa me seducía y me encantaba, a pesar de que vivíamos inmersos en una guerra con todo limitado y escaso. Mis hermanos José y Juan, en esos frentes del diablo, donde se jugaban la vida en cada momento.

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«Bases para el comentario», 9b

10-09-2011.
9.2. Asunto
Ya hemos definido el asunto como el desarrollo del tema o temas elegidos. Este desarrollo habrá de hacerse a través de uno o varios personajes, en un ambiente determinado, con unas circunstancias propias y con un deseo. Todos esos datos, personales, ambientales ‑circunstanciados y deseados‑ conforman el asunto. Por tanto, es asunto o forman parte de él, los vestidos de las damas, la música que se estile en la época, los encuentros entre personajes, las acciones y omisiones de los personajes, lo que creen poder conseguir o temen perder, los mismos personajes con sus caracteres y formas de pensar, etc.

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