08-09-07.
Septiembre es un magnífico mes para las zapaterías y las librerías, porque los niños en verano crecen mucho y necesitan zapatos y libros nuevos, para el curso que comienza. También es un buen mes para que los abogados, expertos en separaciones, saquen el estómago de penas, por culpa de los desmadres veraniegos en las playas, las terrazas, los bingos y las discoteques. Según la prensa, en verano se multiplican los divorcios. Las “jais” ibéricas, un día advierten aterrorizadas que el sex appeal de Manolo ya no es lo que era; que la calva que le daba cierto aire distinguido e intelectual, parece la comarca de Los Monegros; que aquellos elásticos y envidiables abdominales, se han transformado en descomunales michelines; y que aquella cintura, graciosa y juncal, ha mutado a bandullo cervecero y a común abdomen de picador.
Continuar leyendo «Las separaciones son para el verano»