«De re geographica»

REVISTA DE INFORMACIÓN Y ORIENTACIÓN PEDAGÓGICA
Madrid, Noviembre de 1958                                            Año XXIX – Número 297 (pp. 287-289)
Depósito Legal: M. 230.1958
 
NECESIDAD Y FÁCIL MANERA DE ESTIMULAR EL ESTUDIO DE LA GEOGRAFÍA DE ESPAÑA, YA EN LA NIÑEZ
Por Fernando Cueto López.
Se ha dicho que la Geografía y la Cronología son los ojos de la Historia. Bien está; pero sólo en sentido asertivo, no en sentido exclusivo. Aclaro: me refiero a la Geografía. De ella hay que reconocer que, a veces, ha sido no sólo ojos, sino también brazos, madre y alma de la Historia.

La relación de causa a efecto, es de maternidad. Y no es preciso un alegato abrumador de erudición histórica, para corroborarlo. Todo emplazamiento y asentamiento de colectividades humanas en concreto considerados, y salvo casos de forzosa necesidad, en los que el hombre vive donde puede y no donde quiere, vienen determinados notoriamente, por factores geográficos. Factores geográficos no sólo físicos, sino también humanos y económicos. Ellos, probablemente, tuvieron buena parte en la orientación marítimo-mercantil de las actividades económicas fenicias. Y sin los guiños que desde Hesperia estos factores les hacían, la primera expedición arribada a nuestras costas desde aquéllas, hubiera sido también, probabilísimamente, la última. Ni el zarandeado Kolaios de Samos hubiera persuadido a sus coterráneos a embarcarse (verbo aplicable al pie de la letra al caso), en la empresas hispano-helena. Ni, también probablemente, sin estímulos explicados por Geografía Política y Económica, los textos de historia registrarían la gesta de Aníbal, planeada tal vez en Africa, posibilitada por España, y culminada en Italia, con una seductora invitación actual, a señalar en ella un claro precedente del desarrollo, durante nuestros días, de planes proyectados por alguna famosa Escuela Militar. ¡Ahl, y anotemos, de paso, el factor comercio de especias, encuadrado en el capítulo geográfico de Comercio y Vías de Comunicación, entre los impulsos descubridores que abocaron al hallazgo europeo de América.
Indudablemente considerada la gestación de muchos capítulos de la Historia, es natural recabar el título materno a favor de la Geografía en muchos de ellos. Y siendo la Historia, según el viejo proverbio «maestra de la vida», sin dificultad se otorgará en muchos casos, a la Geografía, especialmente a la Geografía Económica, el Decanato de este prestigioso magisterio.
No es, empero, el más difícil de inculcar, el punto de vista expuesto. Es fácil comprender la importancia de esta ciencia. Hay algo, tal vez menos tratado, y de no pequeña trascendencia. Me refiero al sistema o sistemas para llevar la inquietud geográfica a todos los ánimos, de una forma eficiente y práctica; es decir, con repercusiones favorables lo más rápida y tangiblemente acusadas, en la Economía Nacional. En este sentido, es preciso destacar la capital importancia de la enseñanza, ya a lo largo de la Primaria y Media. Tal vez no se ha reparado suficientemente en la capacidad de resonancia en las mentes y en los entusiasmos de los chicos, para los problemas económicos. Y, tal vez por eso, el contenido de los textos que estudian, no suele pasar de una enumeración-catálogo, con ligeras explicaciones, de accidentes físicos, un recuento, más o menos somero, de recursos económicos, y rápidas internadas por la Geografía Política. No .pretendo suscitar debate ni desarrollar el tema erudito de los diversos conceptos habidos de la Geografía a lo largo de los siglos: si ciencia mero catálogo o no mero catálogo de razas humanas, producciones, Astronomía, y accidentes físicos terrestres… Sobre esto, es necesario, a mi juicio, asentar la necesidad de su aprendizaje; pero no con sentido exclusivo. El pequeño discípulo debe tener conocimientos elementales del relieve, clima, etc., y de las consecuencias de tales características derivadas, porque esto es lo que la Anatomía al estudio de la Medicina, o la formulación al de la Química. Pero hay que ir más lejos…
He aludido a la capacidad de resonancia para los problemas económicas ‑de Geografía Económica, debí haber dicho‑ en las mentes y en los entusiasmos de los chicos. Vuelvo sobre ello, lo corroboro, y las consecuencias quedarán patentes sin necesidad de señalarlas: cuando un alumno de segundo curso de Enseñanza Media domina y halla ultra tedioso el texto tipo semi-catálogo, de Geografía de España, resulta gratamente sorprendente la atención con que sigue un elemental análisis o estudio económico; y. si se pone a su alcance bibliografía apta, con el encargo de estudiar un punto determinado, el pequeño investigador, según me advirtió alguien, se crece. Este es un dato interesante. Y si llega a encariñarse, cosa fácil, con “su tema”, no será pequeño el fruto. Fruto más o menos importante, según, entre otras circunstancias, el sector profesional que en el futuro cultive el alumno. Indudablemente, si se trata de un futuro maestro de Primera Enseñanza, la trascendencia es extraordinaria, habida cuenta de la difusión de conocimientos que puede provocar y traducir en una mejora agro-pecuaria, merced a su especialización suscitada ya en los años de sus primeros estudios. No se trata de pura teoría, por lo que respecto a la suscitación de este afán. De facto ad posse, valet illatio (‘entre la teoría y la práctica, está la prueba’), se dice en sana filosofía. Hablo de un hecho concreto: se trata de chicos de segundo curso; han visto un texto elemental. En el último trimestre; se les proponen temas de estudio, v. g., el carbón, plantas industriales, el vino, el olivo, cereales, ganado lanar, avicultura, apicultura… Ante la escasez de bibliografía, se les propone adquirir, por grupos, a fin de que pecuniariamente les resulte menos gravoso, obtener el carnet de lector a domicilio, de una biblioteca municipal; y de un curso de treinta y siete alumnos, de familias modestas, cotizan voluntariamente, dieciocho. (La misma propuesta hecha para Historia de España en tercer curso, dio un total de veinticuatro aportaciones voluntarias, siendo veinticinco el número de alumnos.) Se aclara que la cuota es ciertamente pequeña, al alcance de cualquier fortuna.
La tendencia (que por falta de tiempo puede no lograrse) es que la bibliografía circule toda, entre todos y cada uno de los usuarios, sin perjuicio de que cada uno o varios, se especialicen en lo que más les guste, viniendo obligados a redactar un trabajo sobre la materia o materias elegidas, trabajo que irán leyendo en clase ante el profesor y alumnos. Fácil es comprender el acervo de conocimientos que así pueden ampliar y los provechosos entusiasmos que pueden surgir. El chico se familiariza con los conceptos y alcance económico del aprovechamiento de recursos no explotados, o del mayor rendimiento de los deficientemente manejados de las llamadas industrias subsidiarias y absorción del paro estacional. Se entera de lo realizado en otras partes, por ejemplo, de los planes y realizaciones sobre el particular, en el Japón, de los esfuerzos y logros de Masatoshi Okochi, defensor de la dispersión industrial en los medios rurales…, o de las posibilidades de incrementar la producción de huevos con el consiguiente ahorro de divisas, aplicables, entre otras cosas, a un mayor y mejor abonado del hambriento agro español.
Pero supongamos que la aludida repercusión favorable en la Economía Nacional, sea pura utopía, quimérica esperanza. Queda, sin embargo, saldo ampliamente favorable a este sistema docente. Un amor bien dirigido y un interés hábilmente suscitado y acrecentado, son cebos muy a propósito para que el alumno se encariñe con el trabajo de investigación. No se sonrían, por favor. Trabajo de investigación, evidentemente rudimentario, en embrión; pero de gran eficacia desde el punto de vista formativo, de disciplina intelectual, y de metodología. Estimo que ésta es una de las mejores formas de ir imbuyendo, insensiblemente, sin teorías bizantínicas y farragosas, ese que pudiéramos llamar sentido de la síntesis, manifiesto signo de madurez intelectual. ¡Y no es poco!… Más exactamente, es el principal de los dos objetivos apuntados y, humanamente, la mejor manera de que se logre el del robustecimiento de la Economía Nacional. No se trata de arrumbar las conocimientos previos, indispensables, en plan semi-catálogo; es necesario aprender alguna vez, y para toda la vida, los ríos y cabos, el clima y el relieve patrios…; ya está reconocido. Pero, según está dicho también, tal estudio no basta. No se trata de sacar de cada alumno un «repelente niño Vicente», mediante la asignatura de Geografía de España. Se trata, solamente, de aprovechar ese rico filón y esa magnífica coyuntura de la discencia, lo más atractiva y eficientemente que se pueda. Habrá otros procedimientos mejores; los deseo y los aguardo. La docencia tiene la última palabra (¡última gran palabra!), en la ejecución de esta necesaria y fácil tarea de iniciación.
Fuera de los ámbitos escolares primario y secundario, existe una amplia laguna en la bibliografía geográfica española; laguna que en nada beneficia al bien común, y cuyos desecación y relleno tal vez sean reclamados por atendibles intereses. El economista, el financiero y el técníco industrial, entre otros, carecen, según sospecho, de una obra de conjunto, por lo que a la Geografía Económica de España se refiere, en el sector Industrial y su ensamblaje con otros sectores. Obra que no es, precisamente, ni un texto más de Geografía Económica Nacional, ni de Economía a secas. La obra en cuestión, podría catalogarse como Geografía Económica Industrial de España, con un estudio lo más exhaustivo y metódico de que seamos capaces, conteniendo, por lo menos, las posibilidades y realizaciones industriales españolas, en función de materias primas minerales y no minerales, coordinación vehiculatoria, emplazamiento estratégico, mano de obra y sus problemas sociales y de abastecimiento, energía mecánica, coordinación con industrias complementarias, derivadas y subindustrias: zonas de consumo, relación con la agricultura, ganadería y comercio, complejos agro-industriales e industrial-agrarios; áreas industriales e industrializables. Trabajo en equipo, con la colaboración de los distintos Organismos Nacionales y Provinciales pertinentes, y cantera rica para tesinas de licenciados.
Son muy importantes la electrónica y sus aplicaciones; el creciente progreso de la automación, y su utilización, por ejemplo, en el manejo controlado de miles de unidades de transporte; pero no es menos importante conseguir que esos miles de unidades de transporte sean necesarios para el de patatas, o el de cemento, o el de trigo… Es importante hacer útiles y satisfactoriamente provechosas las inversiones, y nivelar la balanza exterior; pero no es menos importante saber y conseguir no tener que hacer fuera adquisiciones de lo que ya tenemos o podemos tener dentro… es importante ser fuerte; pero no es fácil con una Geografía Económica desconocida o deficientemente conocida…

 

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Publicado en: 2005-11-14 (57 Lecturas)

 

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