En la noche calma,
de niebla y de sueños,
la fuente y el chorro,
inspiran mis versos.
La fuente tranquila,
de siglos pasados,
me trae el recuerdo
de lances jugados.
La niebla tan tenue,
la luz difumina;
de gris nos dibuja
la Sacra Capilla;
y el bello palacio,
de trazo elegante,
se abre a la plaza
tan bella y radiante…