Por Blas Fco. Lara Pozuelo.
El capítulo V del evangelio de Mateo ‑texto extraordinario‑ contiene el mensaje de amor del cristianismo: sus máximas prescriben lo que debieran ser las relaciones entre personas.
Sin embargo, ni este texto ni otros textos de los evangelios relativos a la caridad cristiana pueden de ninguna manera inspirar un orden de regulación social, tal como lo hace el Corán. Ni siquiera constituyen un paradigma viable, ni universalizable en el sentido de Kant, para regular el comportamiento individual del cristiano en sus relaciones personales.
¿El cristiano auténtico y consecuente con lo que propone Mateo tiene alguna probabilidad de éxito en un entorno social competitivo como el de nuestro tiempo?