Inauguración en el Museo Arqueológico de Úbeda

20-09-2011.

El día 16 de septiembre, a las ocho de la tarde, los amantes del arte tenían una cita importante: la inauguración de la Exposición de Pintura “MARTÍN PEÑAS”, que se prolongará hasta el 9 de octubre. En el patio y primera planta de la bella Casa Mudéjar se encontraban expuestos los 27 últimos trabajos del artista local, Francisco Martín Peñas, cual regalo de principio de curso, donde se entreveraban óleos sobre lienzo, madera y/o papel con variados acrílicos: sobre madera, metacrilato, lienzo y polvo de mármol y barro cocido.

Tras los saludos y la admiración de los asistentes ‑una vez que el artista había sido entrevistado por la televisión‑ tomó la palabra José Luis Latorre Bonachera, director del museo, presentando al autor como un artista centrado en su trabajo, recordando a su vez el esfuerzo que viene haciendo el museo por albergar, como ya viene siendo habitual, creaciones artísticas que sirven para ampliar y divulgar su legado. Aprovechó también para recordar la reanudación de las esperadas visitas del callejero ubetense, comandadas por Juan Ramón Martínez Elvira, a partir del 24 de este mes, dando paso al hijo del artista para que, como persona más entendida en la materia, lo presentase. Antonio Ángel expresó ‑breve y concisamente‑ las vivencias y sensaciones que le han producido siempre los cuadros y creaciones artísticas de su padre, reconociendo que, de pequeño, le gustaban más los dibujos infantiles ‑o de personajes de cómic de su época‑ que su padre le hacía, que las creaciones de mayores, que aún no entendía; y ya, al crecer, fue comprendiendo en su justo sentido. Argumentó no tener la vena artística de su padre y el resto de su familia, pero hizo un emotivo y entrañable discurso que llegó al corazón de todos los presentes, especialmente al de sus padres. Luego, tomó la palabra el protagonista del acto para agradecer a todas las personas e instituciones la materialización de esta exposición, mientras un catering se encargaba de ir repartiendo bebida y aperitivos para amenizar el buen momento que se estaba viviendo.

Los asistentes pudieron apreciar las nuevas técnicas empleadas por el artista que ha sabido recrear su novísimo mundo iconográfico. Paco, siendo un pintor autodidacta, ha dado un paso cualitativo, en su personal carrera artística, con esta exposición, pues ha imprimido un giro copernicano a anteriores exposiciones, asumiendo técnicas y vanguardias que han dado, cual licuado producto, esta linda exposición en la que yo destacaría: su variado y especial colorido, de factura muy personal e íntima; la propia recreación del mundo que le rodea, como el óleo en que los tres hermanos Martín Peñas están acompañados de palomas en un paseo ubetense; las seis baldosas rescatadas de su vieja casa sobre las que ha volcado su dolor y sabiduría pictórica,auto psicoanalizándose de sus traumas y vivencias cotidianas… Es maestro jubilado que, desde siempre, ha sabido compaginar la enseñanza con la creación, mezclando colores, formas y sensaciones mediante cuadros que periódicamente ha expuesto en Úbeda, principalmente, y donde todo el mundo había quedado prendado de su paciencia y sabiduría para ir elaborando encajes, bordados y realidades fotográficas.

En el transcurso de la velada se produjeron: la charla sosegada de los presentes; las enhorabuenas y parabienes al autor y su familia; la admiración por la obra expuesta; para, al final, despedirse, pues la noche veraniega invitaba a seguir disfrutando del momento en cualquiera de las terrazas o plazas de nuestra ciudad patrimonial.

Finalmente, las figuras y diversas piezas que albergaban las estanterías de las diferentes salas del museo, en lugar de sentirse celosas por la presencia de este artista que tiene la suerte de coger en vida los laureles de la gloria, empatizaron con él, rememorando antiquísimos tiempos, donde también el ser humano creaba y gustaba ser admirado…

Úbeda, 17 de septiembre de 2011.

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