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25-06-05.
Francisco [Orellana Nieto (?)].
Hoy como el almuerzo ha sido generoso, me voy a tomar si os parece bien un “reventat“ de Amazonas, que es como llaman por esta tierra al café con un chorreoncito de un ron que se elabora aquí, y que tiene el mismo nombre del famoso río. Un río que a mi me suena especialmente, porque don Fernando Cueto (creo que así se llamaba el profesor de Historia) me preguntó en varias ocasiones, ¿Quién fue su descubridor? Y es que paradojas del destino yo me llamo como aquel célebre descubridor.
¡Qué interesantes y enriquecedoras las cosas y vivencias que tanto Diego como Perti, nos cuentan de la cultura y del modo de vivir de ese pueblo hermano!
Me parece tremendamente positiva la labor de intercambio cultural que están realizando Diego y su grupo de trabajo en un país y una cultura con la que nos unen tantas cosas, y que, por culpa del fanatismo de unos pocos, se ha desatado una corriente en nuestro país en contra de todo lo que sea musulmán. Embajadores como ellos ayudarán a restañar las heridas.
Por cierto, y haciendo referencia al tema del cinefórum, le voy a pedir a Pepe del Moral que con su memoria de elefante, me diga cómo se llamaba aquel profesor de Literatura, que era jesuita o estaba a punto de serlo y pasó por el colegio por lo menos un curso, y que el tío era un enamorado del cine. Nos enseñó infinidad de trucos que se empleaban en el rodaje de las películas y otra serie de cosas que nos hacían las clases muy divertidas. ¡Seguro que lo recuerdas, Pepe!
Antes de dar una cabezadilla, que el “reventat” me está dando un dulce sopor, no quiero dejar de agradecerle a mi “tocayo”, Paco Fernández, su saludo y mandarle otro.
 

José González Pertíñez.
Rachid no hace honor a su nombre, no es un bien “guiado”, es como tantos miles de compatriotas, un hijastro, de la cruel emigracion que está esquilmando a su pueblo. Joven, vigoroso, ilusionado, en sus ojos brilla siempre la esperanza. Inasequible al desaliento, ha vagado por la geografía andaluza más de cuatro años, como un perro callejero, desnudo, ligero de equipaje, hambriento, sin perder nunca la fe en su destino, confiado en Allah, que determina el “qadar” o destino de los hombres.
Me lo encontré una fría noche del mes de diciembre, perdido en la noche, tiritando de frío, hambriento, desesperado… Eran muchos los compatriotas que le precedían y la gente se ha hecho insensible a la indigencia y a la desesperación.
Habla inglés, francés, fucsa, español, dariya… y es un experto, a pesar de su juventud, en la vida de los hombres: las dificultades, la miseria… sin rebelarse, porque es la voluntad de Allah; y ve con absoluta naturalidad que haya pobres y ricos, quienes despilfarran y quienes hurgan el cubo de las basuras de los que se llaman “cristianos”.
Rachid no es cobarde: se ha aventurado a cruzar el Estrecho en una vieja “patera” sobrecargada de gente y de miseria y ha vagado por toda nuestra geografía, buscando un trabajo que le permita sobrevivir. Es un artesano diestro, fontanero, carpintero, electricista… Nada se le resiste: lo mismo hace de albañil que de jardinero, y con una sonrisa siempre en los labios. Mitad bereber, mitad saharahui. Sólo le apena el recuerdo de la madre anciana en una aldea de Fes, la ciudad de Boabdil, el deseo de poder llevarle unas pocas medicinas para su “reuma”, y verla por última vez.
Hoy, Rachid es feliz. En ocho meses le he visto cantar, bailar, abrazarme, besarme la cabeza, celebrar las grandezas de Allah, jurarme su fidelidad hasta la muerte… Hoy Rachid, convertido en informático, ha ido al cibercafé y ha “navegado” por los mundos siderales de la informática, buscando la web del “map” “extranjería”, expediente 14‑99‑2005‑0002275 (los 15 digitos de la felicidad), su fecha de petición 27-04-2005, su fecha de nacimiento 1972 y se ha encontrado: “¡Su expediente es favorable!”. Ya puede trabajar en España, ya no es un paria indeseable… ya es feliz. ¡Dios mío, unas simples cifras! y cuánta ilusión, sin ningún esfuerzo por mi parte. Gracias a Dios, aún hay alcaldes que sacrifican tanta “legalitis” por un simple certificado que no se atrevió a pedir en su dia por miedo a la expatriación; y empresarios que, sin pedir nada a cambio (los hay que han exigido 3 000 euros), han contratado una buena mano de obra inteligente y sacrificada. Hoy Rachid, por tan poca cosa, es muy, muy feliz. En sus ojos brilla la ilusión, su corazón es todo ternura y olvida el desprecio, los insultos al “moro” y recupera la esperanza… Por primera vez lo veo recitar el salat y besar la mano, como acostumbran los hijos marroquíes a sus padres, que le dan el sustento y la vida… Rachid no tiene aún camisa, pero es un hombre feliz.
Rachid vive en mi casa, es mi amigo, me acompaña en medio de la crítica de la gente ignorante, respetuoso; se mantiene a distancia y nunca sale del coche cuando vamos de compras. Es el guía de sus compatriotas magrebíes, experto en “arreglar papeles”; no se olvida nunca de ellos, los invita a compartir lo poco que tiene y prepara en secreto su “aid al Kabir”, su fiesta grande, donde sacrificará el cordero de Ismael (no de Isaac, para ellos), tras un paréntesis de cuatro años.
Allah akbar es grande y se manifiesta en la humildad de sus criaturas. ¡Cuántos Rachid hay en España y qué fácil proporcionarles un poco de felicidad!


26-06-05.
Diego Rodríguez Vargas.
Las 8 de la tarde, 10 de la noche en España. El concierto de rock andalusí patrocinado por el Ateneo de Málaga y del que yo era uno de los responsables, comenzó en la puerta del Ayuntamiento de Nador con una asistencia multitudinaria de jóvenes que, tras la valla metálica colocada para el evento, admiraban el americanismo de los componentes del grupo tetuaní, uno de los más importantes del país. Yo estaba, por cortesía de nuestros anfitriones, situado en la puerta del Ayuntamiento junto a seis soldados, fusil en mano. No me he visto en otra igual. Tenía la sensación de ser un jerifalte de la época del Protectorado. Ante mí, el escenario y la plaza abarrotada de gente. La policía velaba por el orden con un celo que recordaba los mejores tiempos del franquismo. “¡De uno en uno!” –gritaban, indicando cómo debían bailar delante del escenario‑. Enseguida aparecieron los exhibicionistas. No había muchas oportunidades para demostrar las habilidades corporales al ritmo de tanta modernidad. El repertorio llegó a su momento más caliente justo en el momento en que el almuédano inició la última llamada a la oración. Silencio. Los músicos, sobre el escenario, respetuosos con sus instrumentos en posición de descanso; el público, en absoluta quietud. Mi amigo Abdel Alí se acercó a mi oído para traducirme: “Dice que dejemos todo para ir a rezar. Allah nos llama”.
El concierto continuó en la primaveral noche nadorí y yo seguí disfrutando del ordenado y disciplinado ambiente juvenil. ¡Si vieran nuestro botellón de fin de semana en cualquier ciudad española!
Por cierto, me ha impresionado la historia de Rachid. Hay muchos como él, capaces de enseñarnos nobleza, bondad, honestidad… a cambio de nada. Y muy pocos como tú, amigo Pertíñez. Al menos a mí me fue difícil encontrarlos, cuando escribí Al son de una casida.


27-06-05.
José González Pertíñez.
SAID, EL ESPEJISMO DE LA EMIGRACIÓN
Si Rachid simboliza el drama de la emigración, sin hacer a su nombre de “bien guiado”, Said tampoco hace honor al suyo, no es feliz. Vive en Xauen, “la ciudad santa y misteriosa”, teñida de añil en el viejo barrio andalusí en una casa “unicameral”, con “parvas” adosadas en todas sus paredes repletas de cojines, que sirven de asiento y cama, con 7 hermanos-as que comparten la habitación, con una pequeña cocina y un servicio más pequeño aún; sin faltar, claro está, la TV y su antena parabólica que le asoma al mundo exterior fastuoso, exótico y prohibitivo.
Es huérfano de padre y ejerce de cabeza de familia, con la grave responsabilidad de casar a sus hermanas convenientemente y colocar a sus dos hermanos varones menores, con el exiguo sueldo de 40 dirhan al día (menos de 4 euros), que gana en una vieja tetería de la plaza Outa‑Hamman, hoy remodelada por la Junta de Andalucía.
Demasiada TV y demasiados turistas han encendido las luces de su imaginación, sobre todo cuando ve a sus paisanos regresar con un coche de Europa. Sueña con emigrar… Los supermercados rebosantes, las chicas ligeras de ropa, las generosas propinas de los turistas, que llegan a triplicar su salario, hacen volar su imaginación a un mundo irreal, imaginario, virtual, del que sólo se escapa la liga de fútbol, cuyos partidos televisados abarrotan su cafetín y divide antagónicamente a la clientela en “merengues” y “colchoneros”, camisetas incluidas.
Conocí a Said en mi primera visita a Xauen hace ya unos años. Hoy tiene 23, y sigue con la misma ilusión de emigrar. Me insiste machaconamente en los “papeles” y tengo irremisiblemente que llevarlo a Tetuán, al consulado español, ajeno a su drama y a su desesperación. Nada valen mis advertencias, el peligro de las “pateras”, las mafias, la explotación salvaje del emigrante, el hambre, el frío, la miseria… Todo le suena a música celestial, y si no ha emigrado ya es porque es incapaz, con su sueldo y todos los recursos familiares, de reunir los dos o tres mil euros que le exigen las mafias por el pasaje en una “patera”.
Said se escapa a la montaña, trafica con hachís, ayuda a la temible “churta” o policía y es amigo de cualquier turista que se acerque a tomar té con yerbabuena, al que habla en su propio idioma, por extraño que parezca, y se convierte en su guía y en su introductor en los difíciles entramados del vecino zoco.
Said está ofuscado, como todos los jóvenes marroquíes de su generación, con el espejismo europeo y vive sólo pensando en la emigración, como han hecho cinco millones de compatriotas. ¿Cómo podemos despertar a Said de su sueño?


28-06-05.
Francisco Fernández Martínez.
Queridos colegas. Estoy siguiendo con sumo interés, como siempre, pero de un modo especial, las aportaciones de Diego y Pertíñez sobre la realidad marroquí. En tu última intervención, Pertíñez, nos preguntas: ¿Cómo podemos despertar a Said de su sueño? Es la pregunta del millón. Sería tanto como preguntar: ¿Cómo seremos capaces de contrarrestar la poderosa propaganda que de la opulencia del sistema capitalista hace constantemente cualquier TV de los países occidentales? ¿Acaso se deja vislumbrar lo más mínimo que dicha opulencia es la consecuencia de la explotación ‑mano de obra y materias primas‑ del llamado tercer mundo? Si a eso le añades el ejemplo vivo y directo de los que “han conseguido” (con un esfuerzo inaudito) regresar con “migajas” de la opulencia del Norte, a un país con la inmensa mayoría de su población sumida en la miseria, tienes todos los ingredientes para que la realidad de las pateras y la explotación nunca pueda desbancar la imagen virtual de la opulencia.
Creo que sólo hay una solución: contribuir a eliminar la miseria. La cooperación, con actuaciones como en las que está nuestro compañero Diego es, aunque importante, un paso. Precisamente el radicalismo islámico es la única salida que les queda a las personas que toman conciencia de la explotación que están sufriendo por la opulencia occidental con la connivencia de sus propios regímenes políticos.
Y otra pregunta del millón. ¿Seríamos capaces los conciudadanos del Norte a renunciar a parte ‑y digo solo parte‑ de nuestro bienestar para devolverles lo que realmente les pertenece?
 
José del Moral de la Vega.
Buenas noches a todos. Hoy, con el café bien calentito, voy a tomar, para acompañar al amigo Paco Fernández, un whisky, pero un sorbo ‑los licores, como muy bien saben los monjes, son medicinas, y las medicinas hay que tomarlas a cucharadas‑.
Otra vez he tenido que dejar de venir por aquí por eso del dichoso trabajo. Pero bueno, parece que ya ha pasado la tormenta.
Las letanías que has enviado, Manolo Ballesta, son muy bonitas. Me ha gustado mucho esa de Cestillo de intimidades. Los demás no se animan. Bueno, ya lo harán. Ahí llevas un par de ellas:
Aroma del campo tras la tormenta.
Paz del campo en el crepúsculo
.
José Ignacio Rosso, la botella de Beronia más antigua que tienes te la debes de beber si tu bodega o alacena tiene una temperatura por encima de 20º C, o una oscilación entre verano e invierno de más de cuatro grados. Como tú sabes, los vinos en la botella se reducen, los sabores fuertes se suavizan, los picos se redondean, y, los antocianos, de color violeta, se transforman en flavonas, de color teja ‑¡una delicia!‑; pero a medida que pasa el tiempo, con temperaturas elevadas, empiezan a degradarse, el vino se hace pastoso y adquiere color ladrillo ‑se remonta‑… Bueno, creo que debes abrirla y luego nos cuentas el resultado. El más joven lo podíamos probar este año en el encuentro de Úbeda, ¡a lo mejor alucinamos! Yo llevaré uno o dos extremeños. Veo que no sitúas bien a Manolo Ballesta. Él era de un curso superior al tuyo y al mío, jugaba muy bien al baloncesto y, cuando marcaba, andaba de manera que dejaba atrás los pies ‑con una mezcla de chulería y elegancia muy original‑.
Manolo, ¿están bien ordenados mis registros?
Manolo Verdera, lo de la “capellanía” no lo había oído nunca, pero de reestrenar sé un rato. A ver si quiere pasarse por aquí Dionisio y nos lo cuenta.
Paco Orellana, creo que me has pillado con eso del profesor de cine‑fórum. No estoy seguro de si era el padre Gallego. Sí recuerdo que nos dio clase de Literatura en el curso 62‑63. Su programa fue extraordinario: dábamos clase de oratoria, hicimos un guión de radio, de cine aprendimos las técnicas del fundido y luego, en las películas de Bergman, los descubríamos con el padre Sobrino. El más empollón de la clase era Huete, ¿te acuerdas?: delgadito, con pecas… Tenía unas orejas inmensas, y hablaba tan rápido que, si estabas frente a él, tenías que estar limpiándote la cara continuamente.
Bueno, creo que esta noche no he dejado hablar a nadie.


29-06-05.
Antonio Sánchez Montoya.
Querido Marcelo, de Ohanes (Almería):
Me da mucho placer que te acuerdes de mí de una forma tan grata. Lamentablemente no podemos compartir las canciones de nuestra época estudiantil en esta virtual tertulia del café que de alguna manera ha ‘inventado’ José del Moral. Cuando se celebre la habitual reunión de esta asociación el próximo mes de octubre, prometo que colaboraré con algunos de los asistentes, y todos entonaremos aquellas preciosas canciones.
En cualquier caso, hoy en día prefiero a los Beethoven, Mozart, Falla y demás familia. No pienses que soy un pedante. Cada época de la vida tiene sus preferencias y a mí me ha dado la tontería por este tipo de música en la que te sugiero que entres y verás cómo disfrutas. Aparte de vídeos, discos, DVDs y canales de TV vía satélite que me aportan muchas horas de escucha, coordino el Festival Internacional de Música y Danza ‘Ciudad de Úbeda’, www. festivaldeubeda. com (mi aporte como ciudadano al municipio); colaboro con el Festival de Otoño de Jaén; suelo asistir a numerosos conciertos y festivales (Madrid, Granada, Santander, San Sebastián…) y a actividades de la EFA (European Festivals Association) cuya próxima asamblea se celebra en Brno (República Checa) el próximo mes de octubre. Todo ello me mantiene muy ocupado y optimista, me llena de energía, y ni me deja tiempo para leer la prensa, algo que no me preocupa.
Me da sana envidia la participación tan viva que tenéis en esta tertulia de café que acabo de ver por primera vez y, tras una mirada un tanto superficial, paso a responderte, según indicación de Berzosa cuya fenomenal labor en esta asociación admiro. Observo que hay personas a las que he saludado en los últimos años en Úbeda y otros como tú y Pertíñez, por poner dos ejemplos, aparecéis nuevamente en mi recuerdo. Confío en que nos veremos en alguna de las ‘reuniones’ de Úbeda. Igualmente espero ver a gente de mi curso; confieso que me he sentido, en alguna de esas ocasiones, un tanto extraño porque no veo a los míos. El lazo de algunos cursos, especialmente el de José María Berzosa tan ligado a don Jesús María Burgos, es excelente. Ojalá ocurriera igual con el resto de antiguos alumnos. Fueron muy importantes aquellos años para todos nosotros y merece la pena compartir unas horas de vez en cuando. Saludos a ti y a todos los contertulios.


01-07-05.
José González Pertíñez.
En el “envio” de Jose del Moral de la Vega aparece el apellido Huete, correspondiente a un colega de la misma promoción. ¿Se trata de Antonio Huete Ramirez? Por la rápida descripcion y a 40 años vista no sé si corresponde con él. Aquí en Baena vive Antonio Huete Ramirez, frisa ya los 56 años, fue alumno Safa y ahora esta en la “pùblica”. Ni tiene pecas, ni grandes orejas, ni charla con esa rapidez de que hablas. Eso sí, es elocuente, por más señas “granaíno” ‑de Dolar en concreto‑ y yo lo llevaba a Úbeda por los años 60 en el autobús que alquilaba para todos, que salía de la Plaza de los Lobos. Espero que sea él. Con mucho gusto os pongo en contacto.
¿Alguien sabe dónde está Alfonso Chica Álvarez? Se fue de Úbeda el año 1960 a trabajar a la “nuclear” de Andújar. Creo que terminó Magisterio y trabajaba en Sevilla. Debe de estar jubilado. Yo perdí su contacto hace más de 40 años. Quizás Pablo Utrera Cardeñas, hoy jubilado en Andújar y periodista de afición, pueda darnos noticias suyas.
Abrazos. Perti.


02-07-05.
José María Berzosa Sánchez.
ENTREGA DE PREMIOS A LOS CINCO MEJORES EXPEDIENTES DE LA PROMOCIÓN 2002‑05
 
En un caluroso Acto de Fin de Curso, organizado por la Escuela Universitaria de Magisterio de la “Sagrada Familia” (EUM‑SAFA), ayer, uno de julio, hice entrega de los diplomas a los cinco mejores expedientes de cada una de las especialidades que se imparten en la EUM‑SAFA, a saber: Educación Infantil, Educación Musical, Educación Física, Educación Primaria y Lengua Extranjera‑Inglés.
Los premiados desconocían su circunstancia, por lo que la expectativa era notoria. De ella participaban también los numerosos familiares que acompañaban a los alumnos.
Mi presentación está resumida en estos siete puntos:
  1. La “Asociación de Antiguos Alumnos de Magisterio de la Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia de Úbeda” (AAM‑SAFA) fue registrada el 15 de enero de 2004 en el Ministerio del Interior, porque muchos de sus antiguos alumnos están repartidos por toda España, e incluso en Europa. Por eso convenía darle un carácter nacional.
  2. Pretendemos reflejar el espíritu que los diferentes profesores de esta Escuela de Magisterio (hoy Universitaria) nos han transmitido a lo largo de estos sesenta y un años transcurridos desde su fundación, en 1944, en Villanueva del Arzobispo.
  3. Vuestra inquietud estudiantil y nuestro trabajo educador nos pueden permitir que aportemos descubrimientos y experiencias que mejoren los procedimientos de enseñanza. Por eso estamos en trámite de crear el PREMIO MAGÍSTER, avalado por dos entidades: la Diputación Provincial de Jaén y la Fundación MAPFRE. Con él pretendemos premiar las aportaciones de los estudiantes de las Escuelas Universitarias de Magisterio, y las experiencias de los profesionales de la Enseñanza, de toda España. ¡Ojalá sea una realidad para el próximo curso!
  4. Este curso hemos decidido premiar a los cinco mejores expedientes de las distintas especialidades que se imparten en esta Escuela Universitaria de Magisterio. Con ello queremos animaros a proyectar vuestra vida a través de la formación y del aprendizaje. Seguiremos premiando a los cinco mejores expedientes de esta Escuela Universitaria, con lo cual os transmito el ánimo a todos para que aumentéis vuestra competencia estudiantil, lo que nos enriquecerá a los demás.
  5. Tenemos una página web, cuya dirección es www. aasafaubeda. com. Podéis entrar en ella y aportar vuestras experiencias y opiniones, vuestras fotos y comentarios, bien a través de su apartado “Enviar Noticia”, bien a través de la dirección electrónica: magisterio@aasafaubeda. com. Conviene que participéis para que la perspectiva sea multitudinaria, diversa y enriquecedora. La trayectoria la hemos iniciado los más antiguos, pero sois vosotros quienes debéis mantener el sentido y la ilusión de nuestra Asociación.
  6. Quiero dar mi enhorabuena a los cinco compañeros, cuatro chicas y un chico, que han sido galardonados en las distintas especialidades que se estudian en esta Escuela Universitaria. Les entregaré el respectivo diploma y sendas medallas de nuestra Asociación. Son las primeras que repartimos: ni siquiera los asociados la han recibido, porque se las entregaremos en nuestra próxima Asamblea, en el mes de octubre. Esperamos que os gusten. Su diseño es muy original y su confección es de categoría: están bañadas en plata. Si con el tiempo se oscurecen, deberéis frotarlas intensa y amablemente con un paño y volverán a relucir, como vuestros expedientes.
  7. Estamos a vuestra disposición, para atenderos en todo aquello que os podamos ayudar. Como presidente de nuestra Asociación, procedo a entregar los Premios.
Al final del Acto, los premiados me reflejaron su asombro, tanto por el Diploma como por el diseño y la calidad de la Medalla. Yo les insinué que enviasen su opinión a nuestra página web. La impresión general es que nuestra Asociación ha intervenido oportuna y acertadamente.


03-07-05.
José del Moral de la Vega.
¡Niño, un cafelito y un sorbo de anís seco de Rute!
Este café se parece bastante al cauce antiguo de los ríos que, o bien inundaban vegas y ciudades, o bien se convertían en arroyos insignificantes. “¡Pero es que somos tan pocos que no puede ser de otra manera!”. Deberíamos hacer todos un esfuerzo y traer al café a los compañeros que tengamos cerca. A propósito, Perti. No sé si el compañero Huete, al que yo me refería cuando hablaba con Paco Orellana, es el mismo que tú conoces ahí en Baena; es probable que las diferencias entre mis recuerdos y las características que tú describes se deban a superposición de imágenes de personas en mi memoria, o al cambio que todos sufrimos desde la infancia a la edad adulta –yo no me reconocería a mí mismo si hubiera dejado de usar el espejo–; pero estoy convencido de que si se llama Huete, tiene 56 años, es granaíno, elocuente… y si, además, es el tío más listo de cuantos compañeros estáis por ahí, entonces, seguro que tú y yo nos referimos a la misma persona. Si consigues traerlo al café nos darías a todos una gran alegría.
Acabo de ver la noticia de reparto de diplomas en la Escuela de Úbeda y creo que ello es muy significativo. Una alegría para todos y una felicitación a José María Berzosa, que es el fontanero que todo lo tiene que arreglar.


14-07-05.
José González Pertíñez.
Abd-al-Fataf es un adolescente dinámico, despierto y muy servicial. Apenas frisa los 16 años, pero ya es adulto a la luz de la Charriag o ley coránica, que los hace hombres muy temprano cuando aparecen las primeras hormiguillas en su bigote. Procede de una pequeña qaria, apenas unas casitas cerca de Meknes, no muy lejos de Fez, alejada de Xauen unos 150 km y es miembro de una numerosa familia de más de 13 hermanos a los que es muy difícil alimentar. Por eso emigró pronto, casi un niño, al olfato del turismo alimentado por el hachís, hasta recabar en Xauen en la vieja casa de Sidi Ali Al-Raisuni, donde es criado para todo.
Lo mismo es lavandero, que acompaña a su amo al Zoco, que recadero universal, pasando prácticamente todo su tiempo a los pies de su señor atento a sus órdenes para cumplimentar a los huéspedes, servir el té con yerbabuena (najnaj), descifrar la llave precisa del grueso manojo del llavero del que nunca se desprende Sidi Ali, llevar maletas, guiar por la ciudad, y así un largo etc. que le lleva todo el día y parte de la noche por el módico jornal de 40 dirham, comida y cama incluida.
Cuando desembarcan los conversos españoles allá por el verano, se le multiplica el trabajo, pero a todos sirve por igual con una inocente sonrisa y un español “chapurreado”: los acompaña a la casa de huéspedes, les lleva las maletas y se le agrandan sus enormes ojos negros cuando descubre el ordenador portátil, la cámara digital o los móviles de última generación, que le cautivan y le desconciertan.
Abd-al Fatah es un alma sencilla que se ríe abiertamente en la escuela coránica de los disparates de los aprendices españoles del Corán en un fucsa ininteligible para el mismo Allah, donde se cuela furtivamente, en el banco de la españolita “velada” que le mira y le sonríe, como no se atrevería a hacerlo ninguna compatriota musulmana y a la que corrige con gestos convincentes y continuos la, la, la. . . no, no, no cuando las aleyas le son incomprensibles.
Es en su mundo cerrado donde es feliz, aunque sueña como casi todo joven marroquí en la emigración. No fuma hachís, desconoce el alcohol, apenas alguna palabra suelta y con la mirada en el suelo se dirige a las chicas musulmanas de su edad, a las que sabe le son inaccesibles porque ni tiene dinero para pagar la dote que requiere un matrimonio adecuado, ni madre que pueda concertárselo; pero Abd-al Fatah tiene un trabajo fijo, aunque precario y paupérrimo y eso es mucho en Marruecos.


[Acabo de llegar de Madrid y me he encontrado con este correo enviado el día 7 de julio. Estamos a 18. No tengo más remedio que agradecer a Pablo su generosidad.]
07-07-05.
Pablo Utrera Cardeñas.
Mensaje: Hermanos safistas; al fin doy señales de vida.
Mis múltiples ocupaciones de jubilado han hecho que me retarde, pero vuestra página es una brisa de memoria auténtica, la memoria de unos niños que bajo una disciplina espartana también gozaron de las manos azules de maestros como Jesús María Burgos, Isaac Melgosa, Lisardo Torres, Juan Pasquau y un etc., que tenemos por bien nacidos y agradecidos, que aventarlos como trigo rubio y candeal a las generaciones futuras.
Desde este momento contad conmigo, con mis libros, con mis periódicos, con mi página web, con mi corazón y mi cariño.
Como hermanos safistas que somos me uno en un abrazo emocionado a Berzosa, Ballesta, Fernández Arévalo, Pertíñez, Eladio Garzón, Jesús Ferrer, Antonio Lara, Antonio Sánchez Montoya, y beso la mano hermosa y mágica del mejor maestro que ha pasado por mi vida, el vallisoletano Jesús María Burgos, que en mi plena primavera era capaz de ser el mensajero entre un muchacho enamorado y una joven que escribía cartas entre temblores, porque podían ser censuradas.
Seguiremos queriéndonos.
Contad conmigo y con mi familia, tres hijos, para todo cuanto engrandezca nuestra memoria.
Esta página es la cosecha de una siembra en un corazón de tierra noble, el de Berzosa.
Un abrazo, quedo a la espera.


18-07-05.
Diego Rodríguez Vargas.
Se casa mi hijo el día 30 de julio.
Invitados de Barcelona, Valencia, Madrid, Sevilla, Linares, Úbeda, Santisteban del Puerto, Bedmar, Paymogo… vienen a Málaga a celebrar que Alberto y Marisa deciden emprender la aventura del matrimonio.
Os invito a que os alegréis conmigo y brindéis por su felicidad. Su buen tino en la elección de la novia hace presagiar que así sea.
Prometo alguna foto de la boda cuando vuelva de Nador, donde presentaré AL SON DE UNA CASIDA entre los días 4 y 8 de julio. De momento os adjunto dos del lugar de la cena y baile: el Colegio de Médicos, un precioso palacio rodeado de jardines.


José González Pertíñez.
Más de 40 años, desde nuestro último encuentro en Linares, nuestra común y primera ilusión, aquel destino en la Escuela de Oficialía, sin apenas tiempo, preparando oposiciones, en nuestra pequeña “república”·con el “toya” metido a estudiante de perito, pero más dedicado a la “tuna” que a los libros y bajo la férula vigilante del P. Marcelo que nos contabilizaba las comuniones semanales y “Cavezmenos” hipercritico y lejano, sin caletre para amortiguar la inexperiencia de unos primerizos. ¡Cuántos milagros hacia la “Santana”! Los alumnos nos llovían a centenares y algunos hasta nos superaban en edad. ¡Cuánto ha llovido desde entonces!
Después tu boda con tu Carmelilla del alma. Aún la recuerdo, como recuerdo a tu padre y la pequeña “juerguecita” con tus vecinas “las toreras”… Lástima que se haya perdido la conexion estando sólo a 60 km, aunque siempre he tenido alguna noticia tuya a través de compañeros del Partido Andalucista que te respetan y saben de tu labor en la prensa local.
Ahora, cuando regresamos al niño que fuimos, ataremos juntos la cola del tiempo y degustaremos los viejos momentos hasta formar una piña de gratos recuerdos donde los 16, la promoción más numerosa hasta 1963, volvamos a revivir las alegrías y desventuras de una adolescencia atípica y singular.
¿Dónde está Alfonso Chica Álvarez? Supongo que ni en el teléfono de Las Viñas, ni organizando marchas reivindicativas contra la nuclear. Hace casi 50 años que no sé de él, ni de “Carapito”, ni de “Lambretto”, ni de “Juanini”, ni “Cabecillas”, ni “Juanri”. Sí del invicto “Maestro Cuadros”, cuya fama llegó a la BBC londinense después de su famoso IBI y de su lugarteniente Diego, con el que he hablado alguna vez por teléfono. Del resto tengo una ligera aproximación. Espero verte pronto. No faltes esta vez. Te echamos de menos en las bodas de plata de la promoción.
Un abrazo. Perti.


20-07-05.
Manuel Serrano Moreno.
MEGADESCUBRIMIENTO
Dicen por ahí que… Científicos madrileños excavaron 50 metros bajo tierra y descubrieron pequeños trozos de cobre. Después de estudiar esos trozos por mucho tiempo, la Comunidad de Madrid llegó a la conclusión de que los antiguos madrileños tenían una red nacional de teléfono hace ya 2500 años.
Por supuesto, a la Generalitat de Cataluña no le pareció nada del otro mundo. Le pidieron a sus propios científicos que excavaran más hondo.
A 100 metros bajo tierra encontraron pequeños trozos de cristal que, según ellos, formaban parte del sistema de fibra óptica que tenían los antiguos catalanes hace 3500 años.
El Gobierno de la Junta de Andalucía no se dejó impresionar. Excavaron 150 metros bajo tierra y no encontraron nada, excavaron 20 metros más y aún nada, entonces excavaron 250 metros en total y ni por esas…
Entonces llegaron a la conclusión (con toda razón) de que los Andaluces hace más de 5000 años… ya tenían teléfonos móviles.
¡¡¡¡Con dos cojones!!!!


21-07-05.
José María Berzosa Sánchez.
CONTRADICCIONES
Soy el mayor de seis hermanos vivos y tres más muertos (uno con nueve años y los otros dos abortados). [Según las feministas, tendría que escribir “dos abortados”, si son varones, “un abortado y una abortada” si su sexo (que no género) es diferente, y “dos abortadas”, si son hembras.] O sea, que mis padres [“mi padre y mi madre”] fueron creadores [creador y creadora] de nueve vidas, según ellos me dijeron.
Pero la contradicción no va por ahí.
Mis abuelos [Mi abuela y mi abuelo] maternos tuvieron dieciocho hijos [diez hembras y ocho varones], cuando los tiempos no reunían las condiciones económicas para mantenerlos pudientes y bien instalados socialmente. Ya mis padres [mi padre y mi madre] acortaron la progenie. Por mi circunstancia, comprendí que a los hijos [las hijas y los hijos] hay que darles todas las posibilidades para su mejor desarrollo social en la vida. Por eso mi mujer y yo decidimos tener solamente dos: un hijo y una hija. [No os quejaréis, feministas: he detallado. Eso sí, la elección no dependió de nosotros, sino de la Divina Providencia.]
¿Cómo puedo defender la penuria económica de un decimotercio hijo sin echarle algo de culpa al descontrol sexual de su padre, de su madre o de ambos?
 
Francisco Fernández Martínez.
José María, piensa un poquito y verás cómo no era el “des-control” paterno-materno la causa de tanta criatura. ¿No sería más bien que no existía la "caja tonta"?
En los tiempos que corren, con la TV, la gente, tras pasar horas “embutidos” en sillones, se suele acostar a las tantas. Primero el pariente o la parienta y, horas más tarde, el otro pariente o parienta. Cansados, con la cabeza embotada de tanta zafiedad y con los ojos obnubilados y enrojecidos por tal empacho de rayos catódicos, como mucho aciertan a ver dónde está la cama. En ese estado ni la “viagra” hace milagros.
Sin embargo, en tiempos de nuestros padres y abuelos era otra cosa. En invierno, pronto anochece. La tenue luz del candil, la vela o la incipiente luz eléctrica se sumaba al calorcico que se desprendía de la chimenea o el brasero de la mesa de camilla. La cálida conversación y la necesidad de compartir y conservar mejor el calor hacía que los cuerpos se aproximaran. Las palabras se susurraban. Comenzaban los arrumacos. Los cuerpos y las mentes se fundían… ¡Y en verano! Las placenteras horas bajo las estrellas a la luz de la luna… Realmente nuestros abuelos no necesitaron de “viagra”. Les bastaba con dejarse llevar. La naturaleza, que es sabia, se encargaba del resto. Y, por si fuera poco, como cada hijo-a (para contentar a los-as feministos-as) venía con un pan debajo del brazo (pan de los de antes, de los que alimentaban, no los chicles de hoy), pues no había que preocuparse: un niño o una niña, lo que Dios quisiera. Después…, después sólo había que trabajar para conseguir la engañifa para el pan. Pero eso venía… después.


02-08-05.
José María Berzosa Sánchez.
Anoche estuve hablando con Pepe del Moral y ha quedado en venir por Úbeda en la segunda quincena de este recién iniciado mes de agosto, para plantearnos una nueva forma de solicitar la ayuda económica a la Diputación Provincial, en beneficio de nuestro proyecto de Premio Magíster  para el Fomento de la Investigación y Experiencia Pedagógicas. Dice que no está todo perdido: que aún podemos conseguir la solicitada ayuda.
Aprovecho para indicaros que los méritos son vuestros, por el interés que mostráis sobre los asuntos de nuestra Asociación. Que ella marche y tenga sentido depende de vuestra participación en todos los órdenes. Así que os animo a que aportéis opiniones, referencias, ayudas y cualquier otra manifestación simpatizante.


14-08-05.
Manuel Ballesta Maqueda.
[La noticia fue enviada el día 4 de agosto, pero la publico hoy porque acabo de llegar de mi excursión.]
He venido un momento a Dos Hermanas y no me resisto a dar una visual por nuestro Rincón. Con gran gozo veo que sigue vivo y muy animado.
Me marché a la playa, allí no hay ordenador y aunque me despedí a la francesa, ya le comuniqué a nuestro "Presi", José M.ª, que si alguien se le ocurre acercarse por la playa de Mazagón (Huelva), que le de mi teléfono (si se lo pide), con mucho gusto le atenderé. Felices vacaciones contertulios.
 
Diego Rodríguez Vargas.
Tres bodas en una semana. La de mi hijo Alberto, a la que asistió Pablo Gómez, único invitado de nuestra Asociación. Un gran día: derroche de felicidad, encuentro familiar, sonrisas, trajes de estreno (en la foto, mis dos hijos y Marisa, aire fresco en la familia). Cuatro días después, otras dos bodas en Nador (Marruecos). Fascinante una de ellas (2.ª foto), entrañable y familiar la otra.
También viví momentos de intensidad cultural en la presentación de mi libro en el Club Náutico de la ciudad rifeña (3.ª foto), y en la muestra de teatro que presencié. Es una gozada oír el árabe en un escenario. Vestuario, interpretación y contenido crítico sobre el mundo de la patera nos convenció del gran nivel dramático de los grupos marroquíes, alguno de ellos incluido ya en nuestro programa Interreg III-A.
Y, para ponerle un poco de salsa al programa, mis amigos Hassan Metaich y Abdel Alí nos llevaron a rezar a Annual. Cien kilómetros de montaña por carreteras diseñadas para un solo coche, quizás porque nunca pensaron que se cruzarían dos al mismo tiempo, lo que ocurría con demasiada frecuencia ante el sobresalto de los ocupantes de los tres viejos Mercedes en los que realizábamos el intrépido viaje, sin sospechar que la costumbre de revisar el coche antes de viajar era ocurrencia de preocupados miedosos occidentales, y no de temerarios conductores acostumbrados a los avatares del destino. Llegados al lugar previsto, el minuto de silencio, con la mirada perdida en el grandioso y árido valle, provocó emoción y alguna lágrima sobre los caídos de los dos bandos, en una de las guerras más necias de nuestro “glorioso” pasado. Imaginé lo que debió ser aquella matanza, mientras mis compañeros pensaban, a 44 grados de temperatura y sin la más mínima posibilidad de sombra, la solución de la avería de uno de nuestros coches: el mío, ¡cómo no!
Apretados, con el aire divino entrando por las ventanillas, según interpretación de Mohamedi, nuestro chófer ‑el aire acondicionado en Marruecos es privilegio de unos pocos‑, llegamos a Alhucemas, donde conseguimos un taxi que, por cuarenta euros, nos trasladó a Nador. Ciento sesenta kilómetros de regreso por carreteras inhóspitas. Cinturón de seguridad inservible, viento atronador ‑el cristal de mi ventanilla no subía‑, velocidad inapropiada, adelantamientos imprevisibles, montaña rusa… Eso sí, el templado conductor no dejó de transmitirnos confianza diciendo continuamente: “mí, no problem”.
La cena con las autoridades nadoríes, en la casa del alcalde, compensó los avatares de la singular aventura. La tertulia, sobre las causas del terrorismo islámico y la visión global ‑desde la otra orilla‑ de la situación política en el mundo, alargó la despedida hasta altas horas de noche. Un amplio patio, imitando a un oasis, entre agua y palmeras, nos relajó del intenso y ajetreado día.
Espero que Pertíñez, en Xauen, esté pasando unos días más relajados y frescos que los vividos por nuestra abnegada comisión cultural del Ateneo de Málaga.
A mi regreso, una inesperada y preciosa felicitación a los nuevos novios, de Pepe del Moral, me situó de nuevo en la cotidiana realidad de nuestros saludables encuentros del Rincón del Café.
 

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Publicado en: 2005-06-24 (491 Lecturas).

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