Comentarios 4

09-06-05.
José María Berzosa Sánchez.
Aviso: He metido la pata con el sistema de editar vuestras participaciones en orden inverso. Al llegar a una determinada capacidad máxima, el operador anula los comentarios más antiguos (los ubicados al final de la página) y da entrada a los recientes. Lo peor es que no había ido guardando los contenidos. Pensaba hacerlo al llegar a su tope, como lo hice con los Comentarios 1 y 2. He avisado a nuestros técnicos y me han dicho que van a intentar recuperar Comentarios 3, para que quede constancia de vuestras aportaciones. Mientras tanto, inicio con este aviso Comentarios 4.
 

Marcelo Moreno López.
Un saludo a ese contertulio y asiduo al deporte de la barra americana en el levantamiento de tubos de güisqui con el hielo que tan oportunamente nos ha preparado el “bendito de Berzosa”. Paz y larga vida a Lara, que está en el cielo de los Alpes suizos.
Después de mandarte este abrazo virtual, permíteme una puntualización: la fotografía que insertas en el n.º 21 de la Galería, no corresponde a la promoción del 62, sino a la del 63 que es la tuya, la de Pertíñez, Hinojosa, Bustos… La promoción del 62 fue la mía, la de Jurado, Poza, Márquez, Roa… a los que animo, si leen algo de esto, a que participen en este Rincón del Café.
Antes de despedirme ¿alguien sabe algo de Fuentes (Lambreto)? Es de la promoción del 63 y me gustaría contactar con él.
No quiero dejar pasar la oportunidad de volver a felicitar a Jurado por ese premio Miguel Hernández del que nos habla el amigo Ballesta.
Y a Pertíñez felicidades por los nietos mellizos que le vienen. Así me alcanzarás pronto que cuento ya con seis.
Muchos abrazos a todos los contertulios y a seguir, que esto se anima.
Marcelo, desde Cáceres y con el pie en el estribo porque mañana ya regresamos a nuestra tierra de Almería.
 
Francisco Orellana Nieto.
Permitidme coger una silla y sentarme con vosotros en este acogedor Rincón, para contaros algunas cosas.
Bueno antes de nada quiero presentarme: soy ese amigo que Diego os ha contado que ha vuelto a ver después de tantos años; a alguno de vosotros mi nombre le sonará, aunque quizá no me recordéis.
Bien, lo que quería deciros es que, igual que en alguna ciudad a la semana de fiestas le llaman Semana Grande, la semana pasada para mi fue una semana grande en emociones. El chupinazo de apertura me vino desde la Junta de Extremadura, mandado por Pepe del Moral que, gracias a su sagacidad como investigador, descubrió mi paradero, se puso en contacto conmigo, y me dio la dirección de este Café. (Te lo agradeceré siempre Pepe). El resto de semana hasta el sábado fue un ir y venir al Colegio con cargamentos de recuerdos y vivencias. Y la traca final fue el mismo sábado en el encuentro con Diego. Encontré a un ser extraordinario, el mismo que dejé con catorce años, pero convertido en un tío enamorado de su profesión, con una capacidad enorme para hacer un montón de actividades, como hace, preocupado por las desigualdades de la sociedad. ¡Qué ojo clínico tuvo aquel profesor de Química, pequeño y rechonchete, que en el Colegio le dijo que no servía para maestro! Desde luego como ayudante de Rapel no hubiera tenido futuro.
En el libro que me regaló, Diego habla de cómo era la enseñanza de nuestra niñez y cómo se comportaban aquellos maestros. Él ha ayudado mucho a que eso hoy haya cambiado. Cuando el día de mañana, un grupo de sus alumnos se reúna en el Rincón de un Café y hablen de él, aparte de recordar sus métodos de enseñanza, dirán que en todos quedó el deseo de llegar a ser tan buena persona como era él.
Ya me callo, que no dejo hablar a nadie más. Gracias por haberme escuchado.
Esta ronda, por ser la primera, la pago yo.
 
Francisco Fernández Martínez.
Saludos a todos los contertulios. Desde las tierras de El Ejido, comparto plenamente las palabras de Orellana, al que le envío de nuevo un saludo personal. Espero que Pertíñez se sume a este rincón, Diego y él tendrán muchas cosas en común, muchas cosas que contarnos sobre nuestros hermanos del otro lado del charco. Mañana, sin ir más lejos, estaré presente, D.M., en la presentación del libro de Diego. Estoy seguro de que, de haberse enterado, Pertíñez estaría también presente por la temática del libro. Estoy seguro de que será un completo éxito.
Hasta otra, colegas. Esta invitación corre a mi cargo.


11-06-05.
José del Moral de la Vega.
Buenas noches a todos.
Manolo Ballesta, el otro día, en el Café, anuncié que te iba a hacer una proposición. Verás: yo había ido a Villanueva de la Reina a ver a mi madre y oír el pregón que iba a pronunciar, sobre Santa Potenciana, una amiga mía. Antes de salir de Badajoz revisé el correo y abrí nuestra página web, porque sabía que me iba a coger una tremenda tormenta de actividad y no podría volver al Café en un mes más o menos. Al entrar, comprobé que tú habías estado antes y habías contado que irías al Rocío. Esa noticia parecía bastante normal en un sevillano por primavera; pero había en tu relato dos detalles que llamaron mi atención. Te referías a La Virgen como LA SEÑORA, hermosa palabra que delata tu grado de sensibilidad frente a ese misterio ‑Einstein decía que la religiosidad es la capacidad de emocionarse ante lo misterioso‑. Y contabas también que harías el camino detrás o al lado del Sin Pecado, pero siempre andando. Es decir, ibas a hacer el camino como don Antonio Machado, ligero de equipaje. (¡Qué bien se debe rezar cuando el alma, desnuda de todo, entra a formar parte del coro de los grillos, las ranas o las chicharras!).
Pues bien: Una tarde de las que estaba en Villanueva, mientras trabajaba con el ordenador, mi madre y mi tía rezaban el rosario en la habitación de al lado. Bueno, más que rezar, discutían continuamente sobre quién debía decir el “Dios te salve” o el “Santa María”. Y es que, como las dos están sordas, cada una iba a su “bolo”. Pero cuando llegaron a la letanía, mi madre, una anciana de noventa años, comenzó a recitar las cincuenta jaculatorias con una precisión tal, que parecía que hubiese estado leyendo toda su vida a Virgilio: Turris ebúrnea, Domus aurea, Foederis arca, Janua caeli
No sé cómo aprendió mi madre las jaculatorias en latín, pero lo que sí sé es que desconoce su significado. (¡Dios mío, qué opacidad en lo que debía ser pura transparencia!). Me acordé, entonces, de que tú, Manolo, estabas en el Rocío, y me pregunté: “¿Cuántas bellísimas jaculatorias, con los paisajes del camino y tanta emoción religiosa, podrías componer cada año por esas marismas prodigiosas? ¿Y si invitamos a participar a nuestros compañeros poetas Manolo Jurado, Antonio Lara, José Ignacio Rosso…? ¿Y si los niños de Diego Rodríguez, Paco Fernández… quieren hacer la letanía a La Señora de las marismas?”.
Tú, Manolo, has demostrado que eres el más mariano y, si te gusta la idea, dirígela, te podrías encargar de seleccionarlas. Le podríamos proponer a don Jesús que las fuera poniendo también en latín.
Para que no digas, te mando algunas por si te parecen adecuadas para seleccionarlas:
Maestra de canto de ruiseñores.
Modista de plumajes de abejarucos.
Vientecico fresco en tarde de agosto.
Pan con azúcar de niños pobres.
Brújula de grullas, golondrinas y cigueñas.
Lucecica que siempre queda, cuando las tinieblas acaban con la esperanza.
Manolo, seguro que estás pensando que menudo “embolao” te he metido. Y los compañeros, a los que el fenómeno religioso no les dice nada, estarán diciendo que soy un plasta, que estos temas se llevan a la iglesia, que al Café se viene a hablar de otras cosas. Pues lo cierto es que esta noche ya no tengo más temas, así que: Buenas noches y lo siento, si os he aburrido.
 
José María Berzosa Sánchez.
Ayer estuvimos en la presentación de Al son de una casida (de la que daré cumplida referencia) y Paco Fernández me indicó que el Anónimo era él. La justificación está en que al enviar un mensaje desde un ordenador diferente al que os habéis registrado, el sistema de nuestra página web no os reconoce y el mensaje me llega con la firma de Anónimo.
 
José González Pertíñez.
Ando cual Diógenes, farolillo en ristre, buscando esa rara avis que guste bucear en nuestros ancestros morunos y, como Blas Infante, rastreo nuestra razón de ser en una cultura común que nos identifique como andaluces del resto de los españoles, castellanos incluidos. Que, no en balde, 800 años dejaron su huella no sólo en la toponimia, sino en nuestro lenguaje, ceceante o seseante, y hasta en nuestra propia ideosincracia, tan dada al fatalismo del Qadar o determinismo divino.
Pero también aquí he llegado tarde y me hubiera gustado degustar ese libro que va a presentar Diego, aunque no sé dónde ‑temática incluida‑; pero que al parecer sintoniza con el bagage cultural de nuestra tierra Al-Ándalus.
Espero contactar pronto con él y con cuantos colegas estén tan “colgaos” como yo, pero créeme, anónimo del Ejido, esto es una alcancía (al-Kansa, ‘tesoro’) por abrir.Y no hemos pasado del prólogo.
Imprimí la foto enviada por Antonio Lara Pozuelo (el Mendi de mi alma), donde aparece íntegra la promoción de 1963, de la que yo formo parte. Debe de ser del curso 1958-59 (año de Reválida) o a los sumo de 1959-60, (año de 5.º), último curso pasado en la Segunda División, porque aparece en ella D. Jesús y precisamente aquel curso, contra toda tradición nos quedamos en la Segunda, sin poder pasar a la primera, sueño de todo alumno de Magisterio, por no sé que cuestión de pasar a los alumnos de Formación Profesional. Recuerdo que nos compensaron con un estudio aparte, contiguo al Gran Salón común, donde el P. Sánchez habia instalado bombillas de mercurio o algo asi. Ni qué decir tiene los follonazos que se formaban sin la vigilancia del inspector, en este caso D. Benjamín, el de los “problemones”. A mí, en cuestión, me tocó ir castigado al Gran Salón porque D. Benjamín tenía la costumbre de pegar el oído a la puerta y, lógicamente, oía las protestas de los más estudiosos.
En la fotografia aparecen “Carapito”, y Juanri, caído en la trocha, como tantos compañeros, por un ridículo suspenso. (A Juanri, ante tan tamaña desproporción lo compensó el P. Rector (Bermudo) con un trabajillo con sus sobrinos en Sevilla. De “Carapito” nunca más hemos sabido de él. También aparece Alfonso Chica Álvarez, de Andújar, el “abuelo del curso”, que se fue a la famosa “nuclear” de Andújar y no sabemos si anda revindicando contra la radioactividad.
Fuentes (“Lambbretto”) oculta cuidadosamente su brazo izquierdo porque lo tenía escayolado; y apenas se reconocen Ángel Rosales Muñoz (nuestro querido “abate”, que vive en Beas en la actualidad) y “Juanini” (Juan Vargas Sánchez). Desgraciadamente Pedro Talavera, nuestro maestro de cuerda (Bajos) hoy ya no se cuenta entre nosotros y es el primero que ha partido a la casa del Padre, primicia del curso y que espero interceda por nosotros.
Es una fotografia entrañable, al menos para mí, que me remonta a los tiempos felices de la Safa. Nunca le agradeceré bastante a “Mendi” el detalle de enviarla. Yo tengo la definitiva del año 1963, último de la carrera, ya sin inspector y hechos unos hombrecitos.
He retado a mi nieto, que hoy cumple la friolera de 13 años, uno más que yo cuando entré en Úbeda, a que me identifique. No ha sido capaz, como yo tampoco lo sería de identificar actualmente a muchos de vosotros, como Manolo Ballesta que estuvo un curso en Baena y dista años luz del Manolo Ballesta que yo tengo impreso en mi memoria. Tempus fugit sicut ventus et sic transit gloria mundi. AMEN.
N.B. Dejamos para otros días alguna jugosa anécdota de mi promoción, que guardo muy fresca en mi memoria y que, engarzadas una a una , son el auténtico “cronicón” de Iusuf al Garnati hoy Al Bayani por su larga permanencia de 40 años en Al-Baína (la que se divisa a lo lejos).


12-06-05.
Francisco Fernández Martínez.
Como Berzosa ya os ha informado bien del acto de presentación del libro de Diego, sólo añadiré que fue entrañablemente emocionante. Pertíñez, habrías disfrutado. Marruecos y Al-Ándalus, Al-Ándalus y Marruecos, mano con mano. Y en medio, la intervención de los alumnos de Diego. Magistral en la forma y en el contenido.
Marcelo, nos encontramos más en este café virtual que andando por Almería. Tengo una botella de buen vino vallisoletano para agotarla hasta la última gota a la salud de D. Jesús con los safistas de la tierra. A ver si nos reunimos Ferrer, tú y yo y damos buena cuenta de ella. Así que te espero. Pepe del Moral, qué buena idea tuviste con esto del Café. Cada día se va enriqueciendo con las aportaciones de nuevos contertulios. Animo a Ballesta para que tire adelante con la idea que le propones. Cómo disfruté de lo lindo en la presentación del libro de Diego. Os invito a un café irlandés (con “güisqui” del bueno, por supuesto).


13-06-05.
José Ignacio Rosso Sánchez.
Diego, reconozco que no fui un buen estudiante; pero aún no comprendo cómo pude suspender tantas asignaturas en tercero, cuando en Matemáticas tuve un notable (es de la única nota que me acuerdo; las demás más vale olvidarlas); y así, el Rvdo. Padre Navarrete (en su primer año de Prefecto en Úbeda, 1961-62) me colocó el 43 en el trasero. Pelillos a la mar; pero me lo han recordado tus comentarios sobre Orellana y Del Moral.
Pasando al tema andalusí, te envío este poemita contestatario, escrito el 23 de Febrero del 77. Vamos, en plena movida de transición.
Entera te quiero España,
entera, no dividida.
Soy un tercio de ti
y me llamo Andalucía.
Por ser tu hija mayor,
al quedar empobrecida,
me pusiste de criada
del resto de la familia.
A la rebelde Vasconia,
acallaste con dinero
que el señorito andaluz
arrancaba a sus labriegos.
A tu hija Cataluña,
independiente y europea,
la industrializaste a costa
de jornaleros de mi tierra.
Al resto de tu prole
la enjugaste con sonrisas,
discursos y primeras piedras,
que hoy se mueren aburridas.
Pero no creas España
que les tengo envidia,
pues considero algo mío
su alto nivel de vida.
Pero mi vientre encallecido
de parir hijos en la ruina,
reclama a voz en grito
solo una cosa: "JUSTICIA".
Creo recordar que Fraga había dicho una parida de las suyas, por aquella época, y así me salió la réplica.
En mi año en la Segunda pertenecí a la Academia de Teatro; así que, leyendo, le doy más énfasis. ¡Jejeje!
Cada día que leo el Ricón me alegra más saber de cuántos grandes hombres anduve rodeado tan jovencito, en mis tres (escuetos) años de Safa, que permanecen indelebles en la memoria.
Un saludo para todos los contertulios.


14-06-05.
Francisco Fernández Martínez.
José Ignacio, qué grande eres. Y qué actualidad tiene el poema que has enviado al Rincón. Y eso, a pesar de los años que han pasado desde que lo escribiste. Me ha alegrado un montón tu presencia en el café virtual. Como el primer paso es el más difícil, y ya lo has dado, no te pierdas, que tenemos que tomar muchos cafés juntos.
 
Manuel Ballesta Maqueda
Buenassss. Estos calores hacen que uno se quite del medio los fines de semana y desconecte de todo.
Primero, saludar a mi amigo Pertíñez y aclararle que uno lo que tiene son unos kilos de más… Bienvenido a este Rincón de locos. A José Ignacio Rosso, la verdad, no lo recuerdo, pero también un caluroso saludo.
Pepe del Moral, con sus ideas geniales. Yo no he demostrado que soy el más mariano; yo he cometido la osadía de descubrir ante vosotros mis sentimientos marianos, pero tú sabes muy bien, Pepe, que todos bebimos en la misma fuente, y que cualquiera de nosotros mantiene ese amor a la Virgen, aunque haga un gesto raro con la cara. ¿A quién no se le cambia la piel cuando recuerda aquello de
“[…]
aunque avance rugiendo la tormenta
y en mi mástil ya gima el huracán,
feliz en tu recuerdo soberano
desafío a las olas de la mar.
Me arrollarán quizás entre su espuma,
más negar que me amaste y que te amé,
negar que fui tu hijo y que en tus brazos
se pasó como un sueño mi niñez,
eso nunca lo haré Madre querida,
eso nunca, nunca lo haré,
eso nunca lo haré?".
Así que no debemos tener inconveniente alguno en contribuir. Piropeemos pues a María, aquí del Rocío, allí de Guadalupe, allá de la Cabeza… qué más da.
Tomo nota de tus requiebros y humildemente añado los míos:
Aroma del campo.
Lirio del Camino.
Luz de mi oscuridad.
Asidero de mis tropiezos.
Cestillo de intimidades.
Ya verás, Pepe, cuando los poetas de nuestro Rincón se animen, hasta a tus benditas madre y tía les gustarían aprendérselas. Buenas Noches.
 
José Ignacio Rosso Sánchez.
Amigo Ballesta, si tú eres del curso de José del Moral de la Vega, eres de un curso inferior al mío.
Esta es la parte más mariana que me queda, testimonio de mi paso por la Academia en la 2.ª. Te advierto que la escribo a memoria pura, así que perdona si meto alguna pifia.
Dulcísimo recuerdo de mi vida,
bendice a los que vamos a partir.
¡Oh!, Virgen del Recuerdo, dolorida,
recibe tú mi adiós de despedida
y acuérdate de mí.
Lejos de aquestos tutelares muros,
los compañeros de mi edad feliz,
no serán a tu amor jamás perjuros,
conservarán sus corazones puros,
y se acordarán de ti.
Mas… siento al alejarme una agonía,
cual no la suele el corazón sentir.
En palabras de niños ¿quién confía?
Temo… no sé que temo madre mía
por ellos y por mí.
Y hasta aquí mi flaca memoria. Creo recordar que se decía en la función de despedida del curso.
Paco, gracias por tu comentario. La verdad es que como se ha puesto el cotarro se ha actualizado el poemita.
Y seguir tomando café con vosotros será un verdadero placer.
¡Ah! José del Moral: tengo una botella de Beronia del año de fundación de la bodega y otra del 82. Jejeje, hasta miedo me da de abrirla.
 
Diego Rodríguez Vargas.
No tomo café, sino té verde con yerbabuena, que frío es relajante y caliente excitante, como bien sabe Pepe del Moral. Como veis, amigos del Rincón, cada vez más me acerco a la otra orilla. Lo sabréis por los relatos de Al son de una casida. Tengo claro que vosotros seréis los primeros en recibir el libro, conseguido para nuestra Asociación por nuestro presidente, después del acto de presentación.
Ya sabéis por él cómo transcurrió este entrañable encuentro de culturas en el rectorado de Málaga. La verdad es que me sentí muy bien por el nivel de las intervenciones que me precedieron y por haber conseguido que la puerta de Nador y Tetuán, hasta ahora sólo entornada, se abriera de par en par definitivamente. Las inversiones económicas de la Unión Europea están llegando, pero el intercambio cultural es un complemento necesario para el progreso material. Todas estas reflexiones me hice desde la tribuna, mientras esperaba mi turno de palabra. Ni qué deciros que la presencia de safistas de altísimo nivel humano y académico como José M, ª Berzosa, Diego R. Valdivia, Pablo Gómez y Paco Fernández me contagiaba de entusiasmo. Mi gratitud pública a todos ellos y a sus esposas.
El nacimiento de un libro es como el parto de un hijo. Son sensaciones parecidas y, aunque a todos se quieren por igual, a éste le tengo un afecto especial por lo que ha significado en mi vida y en mis relaciones con los marroquíes.
Quiero agradeceros vuestras felicitaciones. A Paco Orellana, que por ser el último ha sido el primero; a Pepe del Moral, entusiasta de letanías y otros avatares estéticos del pasado; a Manolo Ballesta por transmitirme pasión y coherencia por las cosas en las que se cree; a Paco Fernández por su extensa carta llena de reflexiones y emotivas sensaciones; a Pertiñez, por su comentario sobre Al Ándalus y por el manifiesto deseo de leer los capítulos de mi libro; a Rosso, que rescató esos oportunos versos sobre los mal entendidos nacionalismos; a Sebastián Marín, a José M.ª Ávila… A todos, gracias. Tendréis un ejemplar en octubre, una excusa para no faltar a la cita.
El viernes viajo a Nador. Mi misión, en este caso, es organizar un cine-fórum en los cursos de bachillerato del Colegio Lope de Vega. Tratamos de enseñar a ver cine, desarrollando el sentido crítico y el debate. Esto puede pareceros muy elemental, pero en los tiempos de nuestro internado fue un avance importante en nuestra educación. Además, tenemos organizada una exposición de fotografías de Nador y un concierto de música andalusí.
Las teterías en Marruecos ‑no hay bares‑ son extraordinarios espacios de encuentro y de tertulia, como nuestro Rincón del Café. Un día os hablaré de las letanías musulmanas. No penséis que somos tan diferentes. También os contaré sobre sus romerías y sus ermitas… Y de sus trajes de fiesta, como el que exhibió Naima, mi traductora de árabe, que podéis admirar en la foto.


18-06-05.
[Supongo que] José González Pertíñez.
LAS DOS ORILLAS
Por los 99 nombres de Allah akbar. No sabía, Diego, que andabas tan adelantado en la penetración de Berbería y nada menos que en Nador, la hermana gemela de Melilla. Yo me muevo a veces en A. Difatain (Las dos orillas)y alejo a Beni-Mellah y Marraquch, pero prefiero Xauen, la ciudad fundada por los nazaríes que aún conservan sus llaves del Albaicín y que han hecho una ciudad a imagen y semejanza de Granada, a 60 Kms de Tetuán y lugar de encuentro de los conversos españoles que acuden todos los años por agosto a su encuentro. Es verdad que el hachís abunda en exceso, pero es consustancial con la cultura bereber, no un abuso de utilización como hacen de él los turistas extranjeros(sobre todo los españoles). No obstante es un encanto asistir al Dzikra (recuerdo de Allah) a partir del Magrib del Salat, aquellas ruedas continuas que llegan al éxtasis y la salmodia del Corán al-Karim de uno de tantos hafices o memoriones, que recitan de memoria suras enteras que consumen parte de la noche. A mí, particularmente, me encanta la sura Mariam dedicada a la Virgen María, respetada en su virginidad como madre de Jesús, aunque para ellos no es Dios (Sura 112, -la Sinceridad Pura-, la mas corta del Corán, ni engendra ni es engendrado), la comida en común en torno al gran tabaq o fuente donde sólo se usa la mano, agrupados por sexos, el cambio de nombres cristianos por musulmanes y toda una serie de curiosidades que te hacen la estancia muy agradable.
Yo suelo ir todos los años (este año será del 15 al 30 de agosto) y cualquiera que esté interesado puede asistir al encuentro, dirigiéndose a Sidi Alí, un marroquí de apellido Raisuni (que ya dice bastante de la resistencia bereber a la penetracion española) que habla un perfecto español, como todos los de su edad y es de una amabilidad y hospitalidad exquisita.
Para terminar, Diego, me gustaría conocer tu experiencia en el Magreb. Yo estoy muy interesado en todo lo referente al mundo andalusí y el Magreb es la puerta para conocer toda esta cultura tan entrelazada de las dos orillas.


21-06-05.
Diego Rodríguez Vargas.
Da gusto leer lo que has escrito, Pertíñez. No nos conocemos, pero sentimos las mismas inquietudes por la cultura andalusí. Xauen, la ciudad añil, sagrada y misteriosa del Rif es ‑como tú dices‑ un paraíso alpujarreño. Acabo de llegar de Nador, embriagado de cortesías, hospitalidad y de contrastes. Dos días intensos conociendo centros educativos de la élite nadorí, en los que he podido apreciar ‑una vez más‑ las diferencias sociales. Espacios, métodos, recursos materiales y humanos (maestra y ayudante en cada aula, orientador pedagógico, psicólogo, profesor de español, de francés), nuevas tecnologías, música y teatro como animación a la vida escolar, ratio bajísima cuanto más inferior es el curso (6 en cada aula de infantil), respeto y buenas formas como primera finalidad educativa… En fin… sorprendente en un país con un manifiesto y escalofriante retraso respecto a Europa. Un modelo nórdico en el tercer mundo, una isla en el desierto.
Tuve dos encuentros con profesorado de Primaria y de Secundaria, intérprete incluido. Quise aportar reflexiones sobre las diferentes opciones de los modelos didácticos, creyendo que les ayudaría a romper las amarras de la escuela autoritaria de pensamiento único. Me equivoqué: fui yo el que aprendí de ellos el sentido de la entrega permanente a la tarea de educar. Todos los docentes están pendientes continuamente de su alumnado: cumplimiento de normas, conflictos personales, rendimiento… No tengo espacio, ni tiempo para describir las visitas que hice a las aulas: todo un contraste con la escuela pública, de la que doy unas pinceladas en mi libro.
Otro día os contaré cómo transcurrió el concierto de rock andalusí en la plaza del Ayuntamiento de Nador. ¡Impresionante!


22-06-05.
Marcelo Moreno López.
Señores Cafeteros o mejor contertulios (ya que algunos no toman café sino té con hierbabuena o güisqui):
He leído al Maestro Montoya y se me ha ocurrido una idea que largo a los vientos por si alguien la caza y la acoge como válida para el Rincón del Café.
Tenemos de todo en el dichoso y venturoso Rincón: catadores de vinos, rocieros, arabistas, etc., etc. Todos ellos hacen las delicias de los que asiduamente acudimos a tomar un cafelito en sana compañía. Todos aportan alguna novedad en la tertulia y ni qué decir tiene que con un buen rollo (como ahora se dice).
Mi propuesta: ¿Por qué no le proponemos a Montoya que se venga de vez en cuando al Café y nos deleite con las músicas de antaño?
Está muy bien lo que nos cuenta de Beethoven y de todos aquellos que fueron grandes y lo siguen siendo delante de un piano, pero donde se pongan los ilustres discípulos del maestro Cuadra con sus guitarras, bandurrias y laúdes para aporrear pentagramas en un Rincón del Café…
Bueno, todo esto es una excusa para mandar un fuerte abrazo a Montoya, del que tengo muy buenos recuerdos como compañero y artista de cuerda.
Todavía me acuerdo cuando me tratabas de imitar… “Yo, don Isaac, verdaderamente no tengo nada preparado…”.
Un saludo a todos los de tu curso, Acosta, Roldán, mi primo y hermano Paco Moreno, los hermanos Valverde (con Pepe estuve dos años compartiendo toda clase de lujos en el chalet de Villanueva)…
 
José María Berzosa Sánchez.
Marcelo: Acabo de llamar a Montoya, para referirle tu comentario y resulta que está veraneando en Marbella. Cuando vuelva, te leerá y me ha dicho que te responderá.
 
Manuel Verdera Casanova.
Buenas tardes a todos. Ya veo que Dionisio sigue sin aparecer por aquí. Hace tiempo que quiero hacerle una pregunta y no coincido nunca con él. Por favor, si alguno de vosotros lo veis, transmitidle lo siguiente:
Recuerdo que cuando estábamos en Úbeda, Dionisio utilizaba la palabra capellanía en un sentido que para mí era totalmente desconocido. Cuando alguien aparecía por primera vez con una prenda que se sospechaba no era de estreno, él, con cara risueña, se dirigía al portador de la misma y señalándola le preguntaba: ¿Qué, de capellanía, no? Yo me partía de risa e intuía que se refería a que era heredada de algún familiar a quien se le había quedado chica. Ni que decir tiene, la cara que se le ponía al preguntado cuando veía que había sido descubierto en su secreto más íntimo. Tan hondo caló en mí tal expresión, por lo bien que describía y resumía el hecho, que aún hoy en día, después de tanto tiempo, la sigo utilizando. Mucha gente de mi entorno la ha asimilado y hasta hemos hecho evolucionar espontáneamente el significado ‑que creo le daba Dionisio‑, como ocurre normalmente con el idioma, describiendo con ella a todo lo que adquirimos de segunda mano. Hace unos días, a la vista de una tarjeta capturadora para el ordenador, que le compré a alguien a muy buen precio, que a su vez la había comprado hacía poco y no sabía sacarle partido, mi cuñado mirándola fijamente me preguntó: ¿Verdera, pero es de capellanía, no? Ni que decir tiene la gracia que me hizo y cuántos recuerdos se me vinieron a la memoria, mientras me preguntaba si el significado que yo en un principio le di a esa palabra en boca de Dionisio era efectivamente el que interpreté. Me gustaría que me aclarase algo más al respecto.
Hasta otra, compañeros. Sigo disfrutando con vuestras intervenciones. Me alegro de la incorporación de mi paisano Rosso, compañero del pelotón de desahuciados por el P. Navarrete. Algún día le contaré el comentario que sobre él me hizo el mismo.
Transmitidle mis dudas a Dionisio y decidle que le dejo una “conviá”. Y ¡VIVA ER CAI EN PRIMERA!


23-06-05.
José González Pertíñez.
LA ZAGÜIYA. LA ESCUELA CORÁNICA
Por mor del destino, una mala pasada del ordenador me ha borrado de un plumazo mi “escuela coránica”, aunque es curioso, cuando he intentado recuperarlo sólo aparece el título. En resumen, eran unos datos para Diego y de paso para todo el que esté interesado en la cultura árabo-islámica. Espero que esta vez llegue completo.
Explicaba a Diego mi experiencia en las “zagüiyas” (es difícil trascribir el alfabeto árabe al latino). A las escuelas coránicas, fuera del sistema educativo moderno, los niños van de muy pequeñitos hasta muy mayorcitos para aprender el Corán y algunaas ciencias auxiliares, junto a conocimientos de Aritmética, Gramática, Historia, etc.
Alli, en medio de una algarabía infernal, con sus viejas tablas de madera y a golpes rítmicos con su cabeza, salmodian, más bien gritan, suras del Corán bajo la dirección de un cheij o maestro. Actualmente están junto a las Mezquitas y no hay que confundirlas con las madrazas o escuelas superiores que preparan a los futuros imanes o rectores de las mezquitas. (La religión musulmana no tiene clero organizado, ni jerarquía; algún cheij de alta autoridad o imán, que emite fatuas en los asuntos más arduos, que no son de obligado cumplimiento, solo de autoridad moral). Pues bien, allí por casualidad recabé en uno de mis viajes a Xauen y con gran sorpresa vi algunos conversos españoles, ya mayores, que intentaban aprender suras del Corán, sin la más remota idea del árabe clásico o fucsa. Tales eran los disparates que decían, que me vino a la memoria aquellas viejas beatas de nuestros pueblos, cuando se esforzaban en decir la letanías en latín: “tela pa cortinas”, en vez de Stella matutina. “Félix está en el arca”, en vez de Foederis arca, “vámonos con Félix”, en vez de Janua coelis, y muchos más que no recuerdo.
Nosotros felizmente, tras el Vaticano, hemos superado el trauma, pero no los musulmanes que forzosamente tienen que realizar el Salat en árabe, lo que constituye un verdadero handicap para los no aráfonos, que son legión desde China, pasando por Indonesia, el mayor país musulmán, hasta los recientes conversos, que son más de los que nos imaginamos.
La “Zagüiya” es una especie de parvulario, adonde los padres se esfuerzan en enviar a sus hijos desde muy temprana edad, para que memoricen el Corán. Marruecos tiene el récord de hafices o “memoriones” que se saben las 114 suras del Corán, y alguna de ellas, como Al-baqara, tiene más de 200 aleyas (versículos), todo un prodigio de memoria que deja en zapatillas a los chinos. El cheij tiene en una mano el tasbij o rosario musulmán invocando la misericordia de Allah, y en la otra la palmeta para avivar a los más atolondrados, y todos, a voz en cuello, rivalizando por ser el más avispado, como si Allah estuviera sordo, aunque no sus padres, que discretamente observan esporádicamente los progresos de la escuela coránica y distinguen a su hijo por el timbre de voz y por los movimientos rítmicos con que acompaña a las suras que materialmente quieren introducir en su cabeza.
Un abrazo, Diego. A ver si alguna vez visitamos una “zagüiya”. Te encantará y nos recordará a la señorita Amparo: “… a la Escuela a leer me mandó mi mamá y después de la e me enseñaron la a… tutututrru, tararata… todas las vocales aprendí, aeiou, aeiou, uoiea, todas las vocales en la escuela yo aprendí…”.
 
¡AY!, CHELO
Cuando he leido tu “noticia” han venido a mi memoria un sin fin de recuerdos, que creía olvidados. Será cuestión de vejez, aquellas leyes de la memoria por las que recuerdas mejor la niñez y la adolescencia que la comida de mediodia.
¿Te acuerdas, Marcelo, cuando los dos vinimos juntos a Baena? Eran dos plazas recién creadas, tú de tu famoso cortijo, yo de Linares, después de la trifulca habida con otro casi Marcelo, Director de la Safa de Linares y, como todos los jesuitas de su época, con ciencia infusa, metido a pedagogo autoritario, más dado a las andanzas nocturnas que al recato debido a sus hábitos.
Aquí te casaste, fuiste maestro de coro de todo un colegio de ocho unidades, incluido el Preaprendizaje, que empezaba, y aprendimos a saborear, sobre todo yo, los caldos de Montilla en aquellas noches de embrujo “Manila”, en la que más tarde triunfaría Fernando de la Paz antes de marchar a Úbeda.
Allí, en aquella “República” de residencia, convivimos mucho tiempo y por ella pasaron Juan Miguel Valcárcel, Fernando de la Paz, Manolo Ballesta, y muchos otros que ahora mismo no recuerdo.
¿Has aprendido ya lo que significa el término “pinturero”? Ayer lo comentaba con Márquez y nos reíamos de los recuerdos de otros tiempos: de aquellas botas de cuero enormes que llevaste a Úbeda; de tu famosa operación, con la donación sanguínea del P. Teotonio, el único capaz de dártela en aquella época de escasez; de tu boda con Angelines; de las sesiones de TV, en tu piso de la carretera; del traslado a Almería; etc., etc.
Como verás, no todo es arabismo, ni dos orillas. Hay un intramundo que no se olvida y que llevamos siempre con nosotros, que nos hace revivir el niño que llevamos dentro. Cuánto me gustaría verte de nuevo, revivir tiempos pasados… ¿Por qué no te vienes este verano unos dias? Tenemos una casa amplia y para nosotros sería un placer teneros como huéspedes.
Un abrazo. Perti.

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