La Vía del Sureste – 35

Por Manuel Almagro Chinchilla.

Fuenterroble – San Pedro de Rozados. 30 km.

Salimos de Fuenterroble después de descansar un día entero y nos metimos por caminos de tierra, de interminables fincas adehesadas con el pasto ya seco de agosto, rubio con los primeros rayos del sol al amanecer, con vacas en celo que braman al despertar el día y llena de ecos el tenue fresco de la mañana. De la llanura, moteada de verde encina, sobresale el vuelo de algunas rapaces y alguien del grupo establece cierta similitud entre la sabana africana y la dehesa salmantina.

Llegamos al mítico Pico de la Dueña, la máxima altitud de la Vía de Plata. Aquí se impone una preceptiva parada para tomar conciencia de la importancia del lugar; dada su proximidad a Fuenterroble, el cura Blas ejerce una decisiva influencia, aconsejando a los peregrinos una voluntaria parada. A nosotros, nos encargó seguir esculpiendo a cincel la silueta de un peregrino sobre una roca de entre los peñascos con que cuenta el lugar; las herramientas se encontraban disimuladamente escondidas en un hueco próximo. Así lo hicimos. Era un trabajo que fue comenzado por anteriores peregrinos y aún quedó mucho por hacer. El sitio lo preside una gran cruz, que fue colocada, años anteriores, por los “Amigos del Camino de Santiago, Vía de la Plata de Sevilla”.

 

Seguimos la marcha por el famoso “campo charro” salmantino y llegamos a un pequeño poblado de peculiar nombre: Calzadilla de los Mendigos. Había algunos lugareños y peregrinos que se habían detenido a descansar un rato y a tomar agua. Nosotros, además, aprovechamos para curarnos las sempiternas ampollas de los pies.

 

Reemprendimos la marcha y llegamos, al final de la etapa, a la pequeña localidad de San Pedro de Rozados, en donde no nos pueden dar de comer, porque el único establecimiento, no precisamente grande, está ocupado con una boda. Era sábado. Comimos de nuestras reservas, preparadas en Fuenterroble para cualquier contingencia. El dueño del bar nos acompañó hasta una vieja casa que hacía de albergue.

almagromanuel@gmail.com

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