Por Dionisio Rodríguez Mejías.
6.- El adiós del amigo.
Cuando llegué, Emilio me esperaba en la puerta. Lo noté afectado; debía de pensar que allí terminaba nuestra relación, y quería demostrarme sus sentimientos.
—Mosquito, ¿te vas de viaje?
—¿Por qué lo dices?
—Porque llevas todo el puto mes sin darme los buenos días y porque he visto tu equipaje debajo de la cama.