Por Dionisio Rodríguez Mejías.
4.- El fraude.
Cuando le expliqué el plan con todos los detalles le pareció muy interesante. Asentía con la cabeza y, de cuando en cuando, me pedía alguna aclaración hasta que deduje por su pregunta, que había mordido el anzuelo.
—Y, en caso de estar interesado, ¿cuál sería el importe de las participaciones?