Por Fernando Sánchez Resa.
Acabo de presenciar la representación que el grupo de teatro Maranatha de Úbeda ha hecho, por segunda noche consecutiva, en la iglesia ubetense de la Inmaculada Concepción de las Madres Carmelitas Descalzas, de la obra El poder de la oración, y he quedado prendado, como todo el público asistente…
Eran las seis de la tarde y ya había gente haciendo cola para coger buen sitio en la iglesia; y eso que la función empezaba a las siete… Tal era la expectación que había levantado, a pesar de que se entraba con invitación gratuita con el fin de controlar el aforo para que nadie quedase de pie y todo se hiciese lo más cómoda y sosegadamente. Incluso han debido repetir esta función hoy domingo, pues la única que (en principio) estaba programada era la del sábado; y, porque no había más fechas disponibles (ya que tienen apalabrada su presencia en otros conventos de Andalucía y Extremadura), pues en verdad que se hubiesen precisado varias representaciones más para que todo el público ubetense (que quisiese) pudiese disfrutar de esta impactante obra teatral…