¡Frío en el rostro!,
fina brisa,
aire frío.
Mi alma despierta del sueño
que trajo el cálido otoño,
y siente resurgir la vida
que nace en nuestro contorno…
Imágenes, sensaciones,
veredas, pasos, caminos,
el cielo en la alborada,
el pueblo que es mi destino.
…Y me siento caminando
con este sol otoñal,
‑se abre el camino entre olivos,
la tarde cayendo está‑.
Y yo aún voy sintiendo
luces de amor paternal,
recordando al que fue Amor,
en mis brazos cobijar.
El frío acaricia mi rostro
en cándida tarde otoñal.