(Pedro Pablo Rubens)
Decenas de obras de Rubens merecerían figurar en esta serie de “Mis pinturas favoritas”. Tan solo en el museo del Prado, recientemente visitado, hay varias en las que se cumpliría la denominación, demasiado extendida quizás, de “obra maestra”. Si he elegido Las tres gracias es por alternar la pintura religiosa de la profana y, dentro de ésta o como un subgénero, la mitológica. Y nadie como Rubens, hombre culto (era diplomático) y gran conocedor del mundo clásico, tiene la capacidad de llevar al lienzo estas escenas alegórico‑mitológicas.