Canciones con historias- 12: Títulos equívocos

  1. Barón Rojo: Con Botas Sucias

La canción empieza desconcertando con esa frase que dice: «Tienes once años y pareces una vieja, sigues prisionera de tus gustos ancestrales«.  ¿Una niña vieja de once años? Pero todo se entiende si cogemos la primera letra de cada palabra del título y vemos que es un acrónimo dedicado con rabia a la discográfica CBS (Con Botas Sucias), editora de Coz, el anterior grupo de los hermanos De Castro. Es una canción para mandarle una cariñosa caricia a sus antiguos jefes, que les hicieron abandonar el grupo por la apuesta de CBS por una música más comercial y cuyas presiones para transformar Coz en un grupo vendible habían enrarecido el ambiente en el seno de la banda.

Se entiende más cuando sigue el tema:
«¡No te importa nada!, ¡No te importa nada!
Y me sancionas, y me presionas, y distorsionas.
Yo tu prisionero he dejado de ser,
pues me he librado a tiempo de ti.
Y una pesadilla ya nunca serás,
de mis sueños te alejarás».
“Vendes lo que sea
Siempre y cuando de dinero
Quemas lo que sea

si es que eso te hace rica
En cualquier momento
Haces gala de tu astucia
Naciste, morirás, vives
Con las botas sucias”

Paradójicamente, como suele suceder en estos casos, Barón Rojo obtuvo un éxito a nivel internacional que poco podían haber previsto en la CBS.

2.- No iba por ahí la cosa: “Baba O’Riley” – The Who

Esta canción, banda sonora de la serie “CSI New York” y de un capítulo inolvidable de House (ver aquí:


también conocida como Teenage Wasteland (“Desolación juvenil”) debido a su estribillo, está inspirada en el festival de  Woodstock.

El título de «Baba O’Riley» es un homenaje por partida doble: como tributo a su líder espiritual predilecto, el gurú Meher Baba, Peter Towsend programó unos acordes en un sintetizador analógico (recuerden, estamos en 1971), y utilizó ese churro como base de apoyo para la canción. Como el resultado final era tan disonante e irregular decidió interpretar parte de esa melodía él mismo en un órgano, inspirándose en un tema del compositor minimalista Terry Riley. Sumando los dos apellidos, salió el nombre de la canción. Roger Daltrey destrozó guitarras en los momentos arrebatados de los conciertos y el baterista Keith Moon le agregó una coda con un tempo cada vez más acelerado para darle un tono aún más épico.

Su autor y líder de la banda, Pete Townshend, ha explicado que el tema va de la «absoluta desolación – en el sentido de devastación– de los adolescentes» en el mítico festival donde «la gente estaba hasta las cejas de LSD y veinte personas sufrieron daños cerebrales. La ironía es que mucha gente cree que la canción es una celebración de los excesos de la adolescencia«. O sea, justo lo contrario de lo que se nos decía.

El éxodo está aquí
The exodus is here
Los felices están cerca
The happy ones are near
Vamos a juntarnos
Let’s get together
Antes de que nos hagamos mucho mayores
Before we get much older
Desolación –devastación- juvenil
Teenage wasteland
Es solo un páramo adolescente
It’s only a teenage wasteland
Desolación juvenil
Teenage wasteland
Oh sí
Oh, yeah
Desolación juvenil
Teenage wasteland
¡Están todos perdidos!
They’re all wasted!

No es un canto al colocón masivo, sino una denuncia del destrozo que aquella epidemia de LSD y marihuana causó en una generación. Por cierto, que uno de los grandes éxitos de la banda fue “My generation”, donde hace una crítica demoledora de la sociedad y de la poca esperanza que tiene su generación:

La gente intenta humillarnos (Hablo de mi generación)
Solo porque somos conocidos (Hablo de mi generación)
Las cosas que hacen se ven horribles (Hablo de mi generación)
Espero morir antes de envejecer (Hablo de mi generación)

Autor: José Luis Rodríguez Sánchez

Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de Magisterio de la SAFA de Úbeda (AAMSU)

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