El ladrón de estrellas

¡Qué bonita es la vida cuando se vive plena de amor…! (¡Y más, si se tiene salud, protección y alegría de vivir!). Ésa ha sido la moraleja que ha sacado el alumnado del colegio Sebastián de Córdoba de Úbeda (Jaén), cuando ha asistido a la desenfadada ‑y graciosa‑ función teatral del cuento El ladrón de estrellas, realizada para todo el colegio, en distintas sesiones y en el comedor del centro, como colofón final del Día Mundial del Libro (23 de abril).

4.º A, tras la gymkana del día del libro.

Y de la mano de la programación que la bibliotecaria y secretaria del centro (Tamara M.ª Manzanares Asensio) ha elaborado, tratando de impulsar la lectura del alumnado de nuestro cole, mediante una serie de actividades lúdicas (como la Gymkana que el maestro de E. Física ‑Jesús Moreno Escudero‑ ha llevado a cabo), académicas y artísticas (hechas realidad en cada una de las clases; así como la elaboración colectiva del Cuento del colegio, por cursos; con texto y dibujos de los propios alumnos, que se ha realizado durante esta semana en la biblioteca del centro…), que siempre buscan el enganche definitivo del escolar al fabuloso mundo de la lectura: una droga blanda y beneficiosa ‑que cura todos los analfabetos y despóticos males‑ para todo aquél que tiene la suerte de enamorarse de ella, desde pequeño, permaneciendo a su vera durante toda la vida…

Dibujo de Beatriz Ruiz García (4.º A).

Este cuento de Begoña Ibarrola, que trata de educar los sentimientos (en especial el amor), ha servido para recrear a sus tres personajes principales (Jaime, Claudia y el Jardinero del Cielo) transmutándolos en Chucu, Lila y Pinto (vestidos de color amarillo, lila y verde, respectivamente); y que tanto ha impresionado a todo el alumnado con sus disfraces de colores brillantes, bellamente elaborados, siendo interpretados por tres madres del colegio (las que siempre se están brindando a todas las actividades posibles para que sus hijos ‑y los hijos de todos‑ se diviertan y lo pasen bien…).

Dibujo de Carlos Ceacero Salas (4.º A).

Madres dadivosas, que han hecho suya la enseñanza del cuento, ya que se han ofrecido a representarlo y encarnarlo; incluso dejándose robar sus voces por el playback de otros profesores del centro…; y que han sido ayudadas por el apoyo técnico y material del jefe de estudios (Antonio Santos Zaragoza), que ha puesto su voz, en vivo y en directo, animando al alumnado para que inflase, una y otra vez, el globo que tenía entre sus labios, aunque el aire solamente saliese por su boca (por arte de birlibirloque): para que Chucu aprendiese la lección del verdadero amor…

El ladrón de estrellas (4.º A).

Si, primeramente, Chucu intentó robar la Luna para regalársela a Lila, como todo encendido enamorado, luego, decidió hacer lo mismo con las estrellas del firmamento hasta que Pinto (el Jardinero del Cielo) le explicó la decisión más hermosa: «No es preciso hurtarlas, pues las mejores estrellas son las que llevamos todos dentro, en nuestro corazón: buen comportamiento y actitud; simpatía; cariño; sonrisas; buenas acciones…».

En la biblioteca, pintando el cuento del colegio.

En esta representación han destacado diferentes sentimientos y valores humanos, a veces, tan olvidados y necesarios en nuestra sociedad occidental, donde el desamor, la mala educación y el egoísmo más exacerbado proliferan como setas en otoño…

En la biblioteca, pintando el cuento del colegio.

Ha sido una lección magistral que todo el alumnado ha sabido asimilar, según su edad y conocimiento: hay que ser amables y amorosos con todo el mundo; los demás son la razón más importante de nuestra vida; tratemos de olvidarnos de ese egocentrismo consustancial que todos llevamos dentro… ¡Hay que ser desprendido!

En la biblioteca, pintando el cuento del colegio.

Desde aquí, agradezco a Antonio Santos las fotos que ilustran este artículo, por su hidalguía y desprendimiento; pues nunca tiene pereza para realizar cualquier labor que redunde en beneficio del colegio y del alumnado, sabiendo que aquéllas siempre quedarán como fiel y divertido recuerdo de esta dulce representación educativa.

Úbeda, 26 de abril de 2013.

fsresa@gmail.com

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