3) Relativamente abundantes son aquellas greguerías en las que la asociación entre los dos elementos comparados suele establecerse mediante nexos convencionales que indican relación de semejanza del tipo: ser como, parecer que, parecerse a, tener algo de, componer, convertirse en, estar hecho con, etc., etc.:
«La letra Ü con diéresis es como la letra malabarista del alfabeto».
«La N tiene algo de gato del alfabeto».
«Las parejas de cisnes parecen que señalan siempre una cifra, el 22, pero a veces, cuando uno de ellos está entrado en el agua y el otro está en pie, a la orilla, señalan el 24».
«El hombre con tirantes parece llevar a la espalda una gran Y griegaque es como el interrogante de su personalidad: ¿Y?».
«Los amantes enlazados por la cintura componen la incógnita X del amor».
«Cuando la C tiene en su mano la copa de beber se convierte en G».
«En la X de boxeo están los brazos cruzados de los puñetazos».
4) El resto de las modalidades son bastante aleatorias en lo que se refiere a las recurrencias morfológicas. Merecen citarse aquellas en que la comparación está relacionada mediante un sintagma verbal o proposicional, así como las que presentan una estructura binaria con subordinación adjetiva o adverbial:
«El 4 tiene la nariz griega».
«La Ñ tiene el ceño fruncido».
«La B nunca acaba de disparar su flecha».
«La F de felicidades debe ser firuleteada».
«La Ñ dice adiós con su pañuelo a los niños y a los ñoños».
«Sobre la Ñ revolotea la lombriz caligráfica».
«La L parece dar un puntapié a la letra que va al lado».
«La D mayúscula de cada domingo es siempre diferente».
«El beso es siempre un cero al aire».
«La M siempre se sentirá superior a la N».
«¡Hay que ver qué orgullosas de su espada están las palabras que llevan una p o una q al cinto».
«Pasaba la X con ruedas de un coche infantil».
«En el gato se despereza la S».
«La muy chula llevaba en la frente una S de pelo».
«La T está pidiendo hilos de teléfono».
«Miramos con desconfianza las íes griegas de las venas hinchadas de la mano: ¿Y?».
«Negaros a agarrar la L negra de la pistola».
«El que pone los puntos sobre las íes está en el trapecio de la puntuación».
«La viuda de dos maridos tiene derecho a una tarjeta con W o sea doble viuda».
«Cuando enloquece el violinista es cuando el arco toca en frenéticas XXX el violín».
«Cuando se llega al verdadero escepticismo es cuando por fin se sabe que escepticismo no se escribe con x».
«Al aparecer el día 11 del mes se ven ya los cipreses de sus vencimientos».
«En la noche acústica se oyen los lejanos trenes que pasan diciendo “que-te-cojo”, “que-te-cojo”, “que-te-cojo”, persiguiendo las distancias».
***