Por Mariano Valcárcel González.
Tengo establecida una rutina mañanera, como muchos de nosotros, creo, que es (si el tiempo lo permite) salir a dar una caminata ligera, sobre una hora de tiempo y por terreno periurbano, que de algo me sirva para mantenerme en los biorritmos (¿a que ha quedado bonico el palabrejo?) necesarios para el equilibrio tanto físico como mental.