Por Dionisio Rodríguez Mejías.
3.- El secreto de las ratoneras.
Con cara de desesperación, Paco culpaba de sus problemas a Fandiño por haber ideado la estafa, por cobrar una suculenta comisión y por echar a correr sin decir esta boca es mía, dejándolo a los pies de los caballos, precisamente ahora, cuando su nombre sonaba como futuro director comercial. Pidió otros tres whiskys y empezó a golpear la mesa, desesperado, hasta que intervino Roderas con una calma digna del Presidente del Supremo.