Por Dionisio Rodríguez Mejías.
5.- Martini Rojo se ofrece a la competencia.
Durante las semanas siguientes nada se supo de Martini Rojo. Después del humillante trato a que lo sometió el director, y herido en su amor propio, se tomó unos días de reflexión para amasar su rabia, cambiar su desastrosa indumentaria y planear su venganza personal. Hay momentos en la vida en que los deseos de venganza corren por nuestras venas, ciegan cualquier forma de razonamiento y se instalan en la cabeza con una fuerza al rojo vivo. Buscó sin resultado por las cafeterías, las discotecas y las barras americanas, a Julio, jefe de ventas de la competencia, hasta que optó por presentarse en su despacho de la calle Aribau.