Por Dionisio Rodríguez Mejías.
6.- Las granjas avícolas y las gallinas camperas.
A la vista del cariz que tomaban los acontecimientos, y convencido de que a partir de entonces el negocio de las parcelas iría de capa caída, el señor Velázquez pensó que había llegado el momento de dar el paso adelante y poner en marcha aquel negocio que venía madurando desde hacía tiempo. En compañía de la señorita Claudia, se dedicó a visitar pueblos pequeños de la provincia de Lleida, villas alejadas del desarrollo turístico y la contaminación, aldeas con sus calles umbrías y las casas de piedra, en busca de granjas soleadas en los alrededores.