Dice mi amigo Pepe Aranda que la eternidad es parecida a dos mujeres despidiéndose. Con Lola Prado yo también soy mujer. Es una persona que detiene el tiempo y te regala el contenido.
Mi cara física cambia y también remueve las raíces del alma. ¿Que exagero? Cuando nos veamos, te fijas en estos aspectos. Y todo por un cuadro: por este cuadro que puedes ver.
Está expuesto en lugar preferente de mi casa para ser admirado por las visitas y que puedan percibir una gran obra con una técnica pictórica innovadora y el aliento que todo artista deja en su trabajo.