Las princesas de todos los cuentos

Hoy, 7 de marzo y jueves, he tenido la suerte de asistir a la representación musical del cuento “Las princesas de todos los cuentos”, preparado por el profesorado y alumnado del Conservatorio “María de Molina” de Úbeda (Jaén); y presentado por Rebeca García Díaz (Jefa de Estudios) y una larga lista de actores y actrices (jóvenes profesores del mencionado conservatorio), a los que se sumó su banda de música.

Soy una niña de cuarto curso del CEIP “Sebastián de Córdoba” de nuestra ciudad, Patrimonio de la Humanidad, que tanto nos da a todos; también estudio, por las tardes, música en el conservatorio y, como mi instrumento preferido es el violín, cada día que pasa me encuentro más entusiasmada.

Por eso, cuando nuestro maestro ‑hace ya bastantes días‑ nos dio la autorización para asistir a este concierto didáctico en el Hospital de Santiago, me puse sumamente contenta. Allí podría ver a mis compañeros y amigos mayores interpretando bandas musicales y canciones infantiles, que tan amena nos hace nuestra infantil vida.

Tuvimos mala suerte ese día, en lo que se refiere a lo meteorológico, pues tanto a la hora de llegada (las doce del medio día) como a la hora de finalización del acto (la una y media) el cielo estaba que diluviaba; y más de uno se puso como una sopa, a pesar 

de estar advertidos de que nos cubriésemos bien con nuestros abrigos y paraguas… Pero mereció la pena disfrutar de hora y media de este espectáculo musical, en lugar de dar lengua española… Todos estábamos muy ilusionados.

Una vez colocados en nuestros asientos, en el auditorio del Hospital de Santiago, todos oímos varios ronquidos por entre todos los instrumentos musicales, siendo “La Bella Durmiente” la que lo hacía (y que se encontraba tendida a todo lo largo del escenario).

Comenzó, presentando el cuento musical, Campanilla, que venía trajeada de verde y blanco, muy parecida a cuando representó “Estrellita, la Galáctica”; y pude ver que era la principal animadora de todo el espectáculo. Se ve que tiene muchas tablas. (A lo largo de la función pensé varias veces: «Lo que tienen que hacer los profesores del conservatorio para atraer alumnado a sus clases…». Ya que ella nos repitió, varias veces, a lo largo de la hora y media, que la matriculación en el Conservatorio se haría durante el mes de abril… Yo bien lo sé, puesto que ya llevo un año asistiendo). Y es que el mago Ukelín (no sé si se escribirá así) era el causante de que se mezclasen los cuentos y siempre proponía una prueba musical que resolver, para que volviesen a ser los de antes.

Luego ocurrió lo mismo con “La Bella y la Bestia”, aunque en realidad era Jasmine, amada de Aladdín. Para ello usó la palabra mágica “pentagrama” (con sus notas musicales); pues, si se sabía colocarlas en su lugar correcto, volverían los cuentos a ser los originales. Así, vimos llegar ‑desde el fondo del patio de butacas‑ al duendecillo de los pentagramas y, mientras subieron a colocarlo en el escenario, todos los niños del auditorio coreaban el nombre de Aurora (nuestra profe de música en el cole) para que resolviera el entuerto. El príncipe, personaje jocoso, no sabía colocar ni la nota mi. Una vez resuelto todo, todos cantamos la melodía…

Después llegó la banda musical de “Memorias de África”, con imágenes de la película proyectadas en una gran pantalla que había al final del escenario del auditorio.

El mago Ukelín había convertido al Rey León en un gatito. Campanilla presentó al contrabajo que, por cierto, tocaba el mago, con participación de los niños que sabían música, proponiendo ritmos que todos imitamos.

Después llegaron Los Aristogatos que, mediante escalas y arpegios ‑que los intérpretes tocaron juguetonamente al piano, de una manera divertida, entremezclando cuerpos y manos‑. Luego salió Salma y entonó la melodía “Re-La” ‑que todos repetimos…‑.

Campanilla volvió a lanzar un anuncio subliminal al público infantil: «En abril, apuntarse en el conservatorio», sacando al escenario a la joven y guapa profesora de fagot. Todos los niños pidieron salir mediante sus manos y voces («Yo…; yo…; yo…»), pues querían tocar ese original y raro instrumento; pero quien lo hizo fue la profesora con una melodía conocida, que todos fuertemente aplaudimos. Luego sacó al trombón de varas, que el profesor interpretó. Volvimos a aplaudir todos muy entusiasmados…

Se ve que todos los intérpretes musicales tienen bastantes tablas teatrales, pero es especialmente Campanilla quien los supera ‑con creces‑ a todos. Luego salieron a tocar la trompa el Príncipe y una niña de tercero de nuestro colegio (que se llama Lucía), para dar unas excelentes notas con el instrumento. Se chocaron las manos ‑profesor y alumna‑; y todo resultó muy didáctico y divertido.

Ahora suena la melodía “Frère Jacques…” con el contrabajo y sale al escenario Pocahontas, que parece cambiada por “El jorobado de Notre Dame”… Para volverla a su cuento original, el mago pide al público una prueba final en forma de adivinanza: «¿Qué es un sentimiento ciego, nunca alocado, y sincero…?». Muchos, a coro, lo adivinan y expresan: «El amor».

Todo acaba con un baile final que hace explosionar una gran ovación. Noto que algunos compañeros están un tanto cansados, a pesar de que el espectáculo ha sido precioso; pero algunos son pequeños y quieren irse a casa, donde la comida y el descanso les repondrán las fuerzas gastadas.

Yo seguiré estudiando y trabajando ‑todo lo que pueda‑ en clase; y, además, continuaré bajando ‑con mucha ilusión y alegría‑ al conservatorio, porque el día de mañana me gustaría ser una buena intérprete ‑y/o quizá profesora de mi instrumento preferido‑; pero, siempre, queriendo disfrutar con todo lo que hago, a la vez que intentar hacer felices a todos los que asistan a mis clases o conciertos…

¡Hasta siempre, queridos amiguitos!

***

P. D.: Y que el “Día Internacional de la Mujer”, que mañana celebramos en todo el mundo (también en mi querido cole), sirva para eliminar barreras y diferencias entre hombres y mujeres; al igual que no las tenemos los niños y las niñas de nuestro centro educativo.

Úbeda, 7 de marzo de 2013.

fernandosanchezresa@hotmail.com

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