¡Vaya y cómo se pusieron nuestros amigos con lo de los últimos Premios Goya!
Siempre tuvieron precisamente “entre ceja y ceja” a los de la ceja. Vamos, que no les caían bien. Esos actores y actoras de tres al cuarto, según sus evaluaciones periciales, malos, malísimos de la muerte en todos los conceptos no tienen derecho ni a hablar.
Mientras viajo en autobús, ponen una peli, El puente, de Bardem (un rojo declarado), protagonizada por el Landa y me admiro de que su mensaje sea todavía vigente, aunque el soporte haya envejecido y ya no queramos reconocernos en aquellos tipos ni en aquella caspa del 77. Topicazos llevados al extremo, pero como tales aún entre nuestros genes nacionales.