01-02-2010.
De la capilla salíamos también en filas y, por supuesto, en silencio hacia el comedor. El desayuno, generalmente, se componía de un tazón de leche y pan tostado con mantequilla o pan y aceite. Debo destacar que nos gustaba más calentarnos las manos con la taza de leche que el desayuno en sí.
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