Emotivo y esperado encuentro de la familia Resa Jiménez

Úbeda estrena año mientras la familia RESA JIMÉNEZ se prepara para celebrar su fraternal encuentro en el Parador de Turismo ubetense. El tiempo atmosférico sigue, en este señalado día, la tónica habitual de las Navidades 2009: anda frío y revuelto, aunque parece que ni la lluvia ni la nieve van a presentarse con el fin de que esta familia ‑de profunda raigambre ubetense‑ pueda conmemorar el santo y aniversario de la mayor de sus componentes, MANUELA RESA JIMÉNEZ, con toda normalidad.

La cita es a las dos de la tarde, pero ya un poco antes van apareciendo los componentes de esta singular familia, pues pretenden reunirse cual si fuera la boda de sus ancestros, ANTONIO RESA MOLINA Y JOSEFA JIMÉNEZ SIERRA. Mientras ellos están disfrutando del Descanso Eterno, su numerosa descendencia va a celebrarla en amor y armonía hoy aquí.
Las tres familias Resa Jiménez.
Ya se encuentra bien preparado el porticado patio del Parador para recibirlos y hacer allí la copa de espera. Por las escaleras del Parador van ascendiendo los diversos componentes de la familia RESA JIMÉNEZ para reencontrarse y abrazarse efusivamente. Como son tres las hermosas ramas brotadas del tronco común: MANUELA, ANTONIO Y MIGUEL, la mayoría se conoce y se alegra de verse, aunque los mayores se admiran de los brotes tiernos que han fructificado de este gran árbol familiar que fundasen nuestros patriarcas. Saludos, abrazos, charlas desaforadas y sentidas se van sucediendo, entremezcladas de las fotos de rigor que inmortalizarán los sublimes e irrepetibles momentos que todos ahora vivimos.
La familia Resa Jiménez en el patio del Parador.
Está citado para la ocasión Pedro Bújez, para hacer la foto de familia ante la iglesia del Salvador o el Parador; pero será finalmente Jesús Delgado Martínez, enviado por el DIARIO JAÉN, quien inmortalice con su cámara a cada grupo de personas que charlan, ríen y departen alegremente las peripecias de su vida y de la de sus antepasados. Luego, desde la galería superior y mediante varias instantáneas, nos va fotografiando a la vez que todos decimos, bien fuerte, “REEESAAAA JIMÉEEENEEEZ…” para que todo el mundo se entere (incluso los tres espectadores de lujo principales que estarán expectantes desde el cielo: ANTONIO, JOSEFA y su hijo MIGUEL) de quiénes son los reunidos y por qué estamos aquí…
La familia Resa Jiménez ante el Parador.
Después vamos saliendo del Parador para que la familia al completo sienta lo que es la unión y la fuerza del cariño familiar, fotografiándose a sus puertas. Es esta foto la que, el domingo día 3 de enero, va a salir publicada en las páginas centrales del DIARIO JAÉN, juntamente con el artículo de Pepi Galera que todos los componentes de esta numerosa familia comprarán con sumo gusto y guardarán a buen recaudo, para leer y releer siempre e ir mostrando a sus amistades y familiares lo guapos e importantes que se sienten por este feliz y maravilloso encuentro.
Ya volvemos al patio del Parador para seguir degustando la copa de espera, con ese especial toque que la cocina del Parador tiene a gala…
Durante una hora, de dos a tres, hemos estado disfrutando de la primera parte del encuentro en el que no han faltado lágrimas de emoción y cariño, que se van a ir repitiendo a lo largo de toda la velada, agudizándose en determinados momentos especiales con el recuerdo…
La familia Resa Barbero.
Ahora pasamos al comedor, donde nos esperan las redondas mesas de ocho comensales para que nos vayamos hermanando aún más, acoplándonos libremente, sin fijación previa. Yo advierto que es gusto y deseo de mi madre, MANUELA RESA JIMÉNEZ, querer invitarlos a todos los asistentes, cual si la boda de sus padres se celebrase, aunque cada uno de los asistentes venía convencido de que cada cual iba a pagar de su bolsillo la copiosa y exquisita comida. Asimismo les adelanto que mi familia nuclear les va a regalar los DVDs que hemos preparado MARGARITA SÁNCHEZ LATORRE y yo, con sumo gusto y dedicación.
La familia Resa Martos.
El menú resulta excelente. Asimismo las fotos y las interesantes conversaciones… Incluso las lágrimas fluyen cual río caudaloso que nos inunda las pupilas de muchos de los presentes en determinados momentos. Pero es en los postres, mientras se visiona el DVD familiar, donde se condensa en imágenes, texto y música todo el acervo familiar de esta sencilla familia ubetense, cuando con las luces apagadas se oyen hondos suspiros y sollozos por la falta especialmente del benjamín de los hijos de ANTONIO Y JOSEFA: MIGUEL RESA JIMÉNEZ, que se fue de este mundo, precisamente en el momento más dulce y necesario, por un fatal accidente…
Al acabar la proyección, prorrumpe un sonado y cerrado aplauso que dura bastante tiempo. El silencio y la expectación han fraguado un estado anímico mezcla de melancolía y alegría ‑a partes iguales‑ que será fermento candeal de este amor que todos sus componentes se profesan…
La familia Sánchez Resa.
Luego llega el capítulo de los parlamentos. El primero en intervenir es FERNANDO SÁNCHEZ CORTÉS que lee un escrito propio sobre “LA FAMILIA” y su importancia en la sociedad actual. Después declama, de memoria, su poesía “¿SOÑANDO O DESPIERTO?”, donde viene a expresar el amor que le inspira su amada esposa, quebrándose la voz al final del poema…
Seguidamente, el que esta crónica escribe, lee la pequeña‑gran historia familiar de los cinco componentes principales de esta humilde familia, empezando por los patriarcas ANTONIO Y JOSEFA, resaltando sus gestas y dureza de vida que vino a agravarse con la guerra civil española que les pilló de lleno, y la de sus tres hijos: MANUELA, ANTONIO Y MIGUEL, que fueron sus adalides y baluartes para hacer más feliz y fructífera su vida matrimonial y familiar; pues, si la hija fue su apoyo incondicional durante toda su vida y a la que siempre estuvieron muy unidos hasta que se marcharon al cielo, sus dos hijos varones fueron modélicos trabajadores, nobles hijos, honrados esposos, padres ejemplares y abuelos felices que han sabido recoger el fruto de su dilatado esfuerzo, comprobando cómo se van alargando las ramas de este árbol familiar con tiernos brotes que engrandecen su valía humana.
Otra foto de la familia Sánchez Resa.
A continuación, es MARGARITA SÁNCHEZ LATORRE quien declama sentidamente el poema “LA MADRE”, de Dámaso Alonso, que llega al corazón de todos los presentes y, especialmente a las tres madres de las tres ramas RESA JIMÉNEZ: su abuela MANUELA, que hoy cumple ochenta y cinco años y celebra su onomástica, y sus tías-abuelas PRUDENCIA y ROSA.
Finalmente, ROSA M.ª RESA MARTOS agradece públicamente y en nombre de todos, especialmente de su rama familiar, el esfuerzo realizado por los organizadores, que ha sido del gusto de los asistentes, que han quedado admirados por el trabajo realizado y el éxito obtenido.
Los Resa Jiménez con los organizadores del evento.
Después se van repartiendo los DVDs visionados a cada familia (gracias a los jóvenes infantes que hacen gustosamente de secretarios), para que todos tengan un permanente recuerdo de la historia que todos compartimos. Incluso se regala el libro “RELATOS Y VIVENCIAS”, a los que aún no lo poseen, en el que FERNANDO SÁNCHEZ CORTÉS y FERNANDO SÁNCHEZ RESA cuentan parte de la vida de esta hermosa familia para que perdure en la memoria colectiva.
Y, para finalizar el encuentro, se hace entrega de cuatro hermosos ramos de flores a las cuatro damas de honor, principales protagonistas del encuentro: MANUELA, PRUDENCIA, ROSA y MARGARITA SÁNCHEZ LATORRE como principal instigadora y ejecutora de este encuentro. Asimismo, ANTONIO RESA JIMÉNEZ, PRUDENCIA BARBERO MARTÍNEZ Y ROSA MARTOS CARVAJAL regalan unos obsequios dulces y perfumados a MANUELA RESA JIMÉNEZ con motivo de su cumpleaños y onomástica; y a FERNANDO SÁNCHEZ RESA una magnífica cartera de piel que, como él mismo dijo –sorprendido‑ al recibirla, le serviría para guardar tanto los documentos que como profesional de la enseñanza precisa como para archivar todos los sentimientos y emociones que este día tan grande alberga, cual si fuese su corazón…
Son las siete de la tarde cuando termina el encuentro, al que nadie querría poner fin. Ha sido una reunión inenarrable, que siempre recordarán los RESA JIMÉNEZ, que ha dejado huella indeleble para ejemplo de propios y extraños, y más hoy en día en que la familia está tan devaluada y deteriorada.
Todos nos vamos despidiendo con abrazos y besos muy sentidos, sin querer despegarnos de este recinto tan acogedor y de este encuentro tan entrañable, emotivo y feliz que nos ha resultado a todos.
La noche ubetense ha bajado poco antes a posarse ‑con su enguantada mano‑ a nuestra centenaria ciudad, mientras la lluvia quiere también acompañarnos a la salida del Parador de Turismo, para que sea metáfora fundamentada de las lágrimas derramadas en los diversos y variados momentos del encuentro de todos los componentes RESA JIMÉNEZ que se marchan a sus respectivos domicilios a degustar y recordar ‑cual miel en los labios y dulce ungüento en la memoria…‑ una y otra vez esos momentos vividos que siempre permanecerán en el hondón de la memoria, particular y colectiva, como fiel venero del que brotará límpida y amorosa agua cristalina…

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