Por Dionisio Rodríguez Mejías.
6.- La guinda del pastel.
Sin dar crédito al acontecimiento que acababan de presenciar, el matrimonio no paraba de darle las gracias en voz baja, como si rezara una letanía. Mientras tanto, Velázquez procedía a despedirse del alcalde con la confianza y naturalidad con que se había desarrollado la conversación.